miércoles, 11 de septiembre de 2013

EL SIGLO DE LA MUJER



                                   EL SIGLO DE LA MUJER


Siempre nos ha dado la impresión que el tiempo se "pasa volando" y es una expresión casi real, porque cuando hablamos de historia, a veces solo hablamos de siglos y decimos "En el Siglo tal" o "El Siglo de Augusto", "El Siglo de  las Luces", "El Siglo de Oro", y lo decimos tan libremente, como si cien años no fueran nada.

Nos hemos acostumbrado a contar los siglos, que en estos veinte y ahora veinte y uno, que llevamos, podemos saber lo que pasa desde el primero hasta el veintiuno, en un "instante de tiempo".

Pero todo cambia de un siglo a otro, hay nuevos descubrimientos científicos,  nueva tecnología, la ciencia avanza a pasos agigantados, pero, también los humanos hemos tenido nuestros propios cambios, en nuestra forma de pensar, de opinar, de sentir y de ser.
En cada caso hemos aprendido a superar una serie de escollos, obstáculos,  barreras, hemos  aprendido a superar rencillas, opiniones obsoletas, inventos obsoletos, hemos aprendido a cambiar con el pasar de los años.

Pero el hombre no ha podido superar aún, el apetito incontrolable de "mandar" de "ordenar" de "obligar" a los demás a que hagan esto o aquello. No ha podido superar tampoco su deseo de controlar todo, y en ese control, que quiere tener, esta involucrada la mujer.

Si, la mujer, por que el hombre con ella se siente dominante, dueño del mundo. Para que los hombres se sintieran así,  educaron a las mujeres a su manera y para tenerlas siempre a su servicio.

Así ocurrió en los primeros siglos de nuestra era y en los anteriores, y así será posiblemente  en los futuros, si las mujeres no saben ubicarse en el lugar que le corresponde.
Los hombres educaron a las mujeres para ser  sumisas, obedientes, para servir a su causa de hombres y no permiten  que las mujeres se atrevan a opinar, o a tratar de cambiar las cosas. Es por eso que siempre nos creemos los "machos" que solo podemos mandar y que se nos obedezca, que tal vileza.

Parece mentira, pero a pesar que han pasado mas de veinte siglos, aún tenemos este problema que coloca a la mujer en un plano de supeditación al varón.
Eso es quizá, porque ellas lo permitieron  pero lo seguirán permitiendo y dándole más espacio al hombre, solo si siguen aceptando sus "condiciones", las cuales las mujeres de ahora, de esta  época no están de acuerdo en que puedan seguir concediéndoles ese espacio por que no deben seguir permitiéndo el maltrato laboral, vecinal y hogareño, con bajos sueldos, ser mano de obra barata y estar siempre a disposición y no ganar sueldo por ama de casa.

La mujer ha aprendido a decir basta, hace ya mucho tiempo, y a decir, basta ya! y ¡ahora" porque los abusos se siguen multiplicando, y por que es tiempo que la mujer deje de estar supeditada al varón de manera legal, y se le den todas las facilidades para que la ley sea más clara y se respete mucho  más su condición, por que ahora estudian, son profesionales y saben lo que quieren.

El grito de ¡basta! se empezó  a escuchar desde la segundad mitad del siglo veinte, y ahora es mucho más fuerte y desde esa época ellas han ganado mucho, se han valorado, se han hecho respetar y han sabido decir no, ¡No! a la sociedad creada por el hombre y para el hombre, en donde las mujeres solo son un complemento en la aspiración masculina, que ilusos, ahora ellas son libres, libres de decir y hacer lo que desean.

Las mujeres han despertado de un largo letargo, pero, este despertar ha sido tan violento que los hombres han empezado a temblar, por que las mujeres ya han empezado a demostrar desde hace ya muchos años, de todo lo que  son capaces, desde dirigir nuestro hogar, a dirigir una empresa, a dirigir un colegio, un ministerio, a dirigir un país, y también son capaces de dirigir este planeta.

Que se preparen los países, que se prepare el mundo y que tiemble el hombre, porque este es el ¡Siglo de la Mujer! y lo escribirán en la historia, y cuando sus hijos estudien el tema, les preguntaran, ¡mami, puedes explicarme lo del siglo de la mujer! y entonces allí,  les contarán su historia.


En un día en el tiempo, 11 de septiembre del 2013: Hego Arrunátegui Espinoza


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