jueves, 31 de diciembre de 2015

UN DÍA DEL AÑO

UN  DÍA  DEL AÑO


Todos los días de un año llevan consigo una serie de tareas que nosotros mismos nos hemos obligado a realizar para llevar adelante la vida y andar por  los caminos que nos ayudaran a dejar las huellas que necesitamos plasmar sobre la existencia nuestra en este mundo.





Cada día la vida nos entrega experiencias diferentes que planificadamente o no las vamos aprovechando para ir madurando con cada una de ellas. Muchos de estos días se convierten en momentos difíciles de enfrentar porque la vida no nos entrega las cosas como un regalo maravilloso, sino que esta viene con ciertas dificultades que debemos enfrentar con dureza para sentirnos después de esto con la tranquilidad que necesitamos para seguir andando en esas veinticuatro horas de un día que se nos hizo difícil.




Un día del año, solo un día del año necesitamos para poder visualizar en él todo lo ocurrido en trescientos sesenta y cuatro días y aunque parece imposible, si lo hacemos, y recordamos cada uno de ellos desde la fiesta de bienvenida de ese año pasando por todas las semanas y meses del año, pero, a veces recordarlo así de esa manera nos trae una serie de sentimientos que nos sacuden el corazón y mucho más por los dolores del alma, los de las decepciones, las frustraciones, los desamores, los dolores de las partidas sin regreso de quienes amamos y hemos amado, los dolores de las malas interpretaciones y de las malas decisiones, los dolores por el perdón que no hubo, todo este dolor es lo que viene primero en ese único día del año que nos hace sentirnos tristes, muy tristes y muy adoloridos.




Solo necesitamos un día del año para volver a sentir en nuestro corazón lo felices también que hemos sido, los logros que hemos obtenido, el amor que hemos renovado, el amor ganado, los amigos que nos han acompañado y con quienes hemos disfrutado de momentos que serán inolvidables. Todos estos momentos que ahora ya son recuerdos son los que en un solo día del año los vemos pasar por nuestra mente, y nuestros sentimientos se dividen en dos tipos de lágrimas que llenan nuestros ojos , por la felicidad lograda y disfrutada y lo otro, por lo más doloroso, el amor que se fue, que te dejó sin decir palabra, la partida de por siempre de un amigo, de un familiar, todo ese dolor se junta en un solo día del año en que tu pecho tiembla y erupciona  porque tanto la felicidad y el dolor serán parte de los recuerdos tristes y alegres que quedaran en nosotros, y que los hemos sentido tan profundamente en un solo día del año.





Se llora por que tenemos aún en nuestro pecho y en nuestra mente la esperanza de que todo lo pasado en los nuevos días irán cerrando poco a poco las heridas y calmando el dolor del alma para volver a ser nosotros mismos con las ganas tremendas de vivir y seguir luchando para tener una vida llena de amor paz y felicidad que llene nuestro espíritu y alegre nuestra alma. 






En un día como hoy 31 de diciembre 2015: Hego Arrunátegui Espinoza





miércoles, 30 de diciembre de 2015

INTENSA Y APASIONADAMENTE.


       INTENSA  Y  APASIONADAMENTE



Todos nosotros vivimos y enfrentamos la vida de muchas formas según las circunstancias que se nos presentan para poder sentirnos alegres contentos y felices, para ir pasando los días sin que nos demos cuenta que el tiempo pasa entregándonos una serie de retos que los asumimos de manera entusiasta, porque para ello se nos dio la vida que tenemos para vivir en concordancia con todas las personas que nos rodean y que son parte de nuestro mundo.

Nunca nadie sería capaz de dar la bienvenida a un nuevo día con un humor y una negatividad tan fuerte que eso determinaría que en ese día las cosas no le resulten como las habías planeado o para realizar las cosas que debías hacer para ese momento, muy por el contrario lo seres humanos tenemos un humor envidiable bueno y positivo que nos permite agradecer por el día que nos toca levantarnos y vivir, ese es un buen inicio para una persona que siente la alegría de la vida en cada uno de sus poros y que por su sangre corre la energía que le da el entusiasmo y las ganas de pasar un día estupendo compartiéndolo y disfrutando de el haciendo lo que le gusta, siendo uno mismo           y así disfrutar de la compañía de todos irradiando con su buen humor la intensa y apasionada vida que le esta tocando vivir.


Cada persona al ser ella misma vive de tal manera que siempre va a poner en cada acto que realice, cada labor pendiente y cada trabajo del día, el entusiasmo que la caracteriza como tal, porque esa es su forma de encarar las cosas con una energía que la vitaliza y que la tiene sincronizada con la adrenalina que fluye de su interior, esto le esta permitiendo amar las cosas que hace y se siente tan bien que todos los resultados de las cosas que realiza le salen muy bien.

Esto, que cada persona le imprime a su vida es pasión, es ese entusiasmo que le ponemos a cada cosa que hacemos en muchos casos con un sentimiento muy vehemente que se manifiesta en la intensidad con que lo vives y haciendo las cosas que te gusta hacer, eso es pasión y esa es la forma en que debemos aprender a vivir, intensa y apasionadamente cada momento de nuestra vida para que esta tenga el sabor y el color de los bellos amaneceres y los mas hermosos atardeceres que nos dejan en la retina la pasión de ver tan maravilloso espectáculo.


Muy por el contrario aquellas personas que no le ponen ganas a las cosas que realizan o la profesión que eligieron y se limitan en todo aspecto de manifestar su entusiasmo por sus logros, no se ven ni se sienten quizá, felices, el que no vive con pasión cada momento de su vida, no vive en si, uno debe ser libre de hacer lo que le plazca hacer, por que se siente feliz, feliz de vivir, de amar, de trabajar, de de entregar su tiempo para ayudar a otros, de dar un abrazo para sentir las calidez del ser humano cuando lo necesite o no, eso es vivir con pasión por que hay un momento para todo, de ser libre para bailar cuando sientas ganas de hacerlo, si quieres gritar, grita, si quieres cantar, canta, si quieres llorar, de alegría, llora, si quieres reír, ríe y ríe hasta el cansancio porque tienes las ganas de hacerlo y nadie te lo puede prohibir, eso es vivir y es vivir intensa y apasionadamente cada momento de tu vida. Así de esta manera alimentarás más tu capacidad de ser, de sentir de pensar y de actuar para vivir una vida saludable y agradable para ti y para los demás.

Vive intensa y apasionadamente, estudiando, trabajando, amando, divirtiéndote, y sentirás que eres otra persona con un ánimo y unas ganas tremendas de ser feliz y hacer feliz a quienes te rodean, y al resto del mundo!




En un día como hoy de diciembre: Hego Arunátegui Espinoza.



domingo, 27 de diciembre de 2015

EL AMOR UNILATERAL.

           EL  AMOR  UNILATERAL


El amor nace con cada uno de nosotros y se nos prodiga desde el momento mismo de la concepción, no queda en ningún instante fuera de nuestra vida, muy por el contrario cada día va sumando más amor que se nos da y que lo damos por la misma razón de querer y amar a quienes nos prodigaron este hermoso don.



Nunca el amor es parte de una sola persona, uno se ama a si mismo para desarrollar su autoestima y tener fe en si mismo pero fe tambien en los demás, pero ese amor que sentimos todos siempre lo entregamos a alguien primero a nuestros padres hermanos y familia y después a quienes empezamos a querer como amigos y a quien empezamos a querer para amar no solo por un momento o por un corto tiempo, el amor siempre es compartido y por lo tanto es un amor de dos que se compenetran en sus vidas para no ser dos sino uno solo, ese es el amor de  dos y el amor de amar a quien quieres con pasión.


Este es un amor que va madurando en el tiempo y que en el se ven los frutos de un amor comprometido  y en que los votos personales se mezclan en una poesía de pasión para cumplir con las promesas de ser el uno para el otro en todas las circunstancias y apoyarse en todos los momentos de su vida en los días buenos y en los difíciles, estos son los votos que hacen  realidad los sueños más anhelados de quienes se aman y se unen para toda la vida. 



Los frutos del amor van haciendo con el tiempo que el compromiso sea una entrega casi absoluta a la vida de dos personas a las que se van sumando una más y otra más hasta ser una familia en que el amor es compartido por todos y los buenos momentos se van sumando a los que no son tan buenos y que generan según su intensidad algunas desavenencias que en muchos de los casos son salvables por el concurso de ambos padres, pero hay algunos otros problemas que llevan mucho más tiempo en ser comprendidos por ambos, pero que sin embargo deja un poco de desilusión cuando la solución solo es impuesta por uno de los dos y no por los dos.

Los frutos del amor, los hijos, al ir creciendo y madurando se van percatando que las vida en común de la familia ya no es como antes en que todos los problemas se solucionaban sin mayor preocupación, pero, ahora ya no es así, son los enfrentamientos entre ambos los que van determinando que los progenitores discutan por dar una solución cuando los dos tienen  pareceres opuestos y el enfrentamiento y las propias contradicciones se van agudizando hasta convertirse en antagónicas y el choque entre ambos es inminente dando lugar a una situación que se hace insostenible por un desacuerdo y una falta de comunicación que ambos han dejado atrás para dar paso a desavenencias casi irreconciliables.

Cuando el silencio se instala en un hogar la comunicación se muda a sus cuarteles de invierno, cada uno de los progenitores


empieza por ir haciendo las cosas y resolviendo los problemas cada quien por su lado chocando constantemente sin encontrar un solo momento de conciliación, viene entonces la separación mental de quien ha sido tu compañero o tu compañera durante muchos años, pero cuando uno de los dos empieza por buscar un acercamiento se da con la sorpresa que la otra parte ya no se encuentra en el seno del hogar y en forma unilateral decidió marcharse sin explicación alguna, dejando casi en el abandono a la familia que prometió en sus votos proteger hasta que la muerte los separe.


Se fue, sin saber adónde y sin saber el gran vacío que ha dejado en ese hogar que una vez formó con tanto amor, un gran vacío de falta de amor de comprensión, un vació de preocupación de donde estará, donde se quedará, y aunque lo más común es que se vaya a la casa de sus padres esto casi siempre no es así, no cambiaría esa nueva libertad para estar nuevamente atado al hogar paterno, aunque solo le queda esperar al que quedó atrás, esperanzas, estás se van esfumando cuando el tiempo va pasando y te das cuenta que ese amor ya no volverá porque quiso convertirse en un amor unilateral que tomo la decisión de partir, ser libre y sin explicar razones para componer y reconciliar el amor que se quedó en el hogar con un gran vacío que nadie nunca podrá llenar.

En un día de diciembre del 2015 como hoy: hego Arrunátegui Espinoza.













miércoles, 23 de diciembre de 2015

EL PERDÓN, POR NAVIDAD.

EL  PERDÓN,  POR  NAVIDAD.


Los seres humanos buscamos incansablemente la felicidad en cada día de nuestras vidas, la encontramos de una y mil formas, pero, aun así, la seguimos buscando para poder ser más felices de lo que ya somos, y esa forma de seguir buscando un momento que defina esa hermosa sensación de sentirnos alegres y conformes con lo que hacemos se hace infinita, toda vez, que cada momento feliz ya no nos satisface, sino que deseamos una felicidad diferente, la de los sueños más anhelados, aquella que esta al alcance de nuestras manos pero, que no llegamos a tocarla.


Esa constante búsqueda de la felicidad nuestra nos hace ser personas que solo pensamos en nuestra felicidad y nos olvidamos en muchos casos de todos los que nos rodean y que esperan que tu encuentres esa felicidad para que todos en cada mundo personal lo seamos. Esa forma de ser es ese egoísmo que nos hace alejarnos de las personas que más amamos y no nos permite compartir algo tan hermoso como sentir la alegría en los demás y en uno mismo.


El egoísmo, la soberbia, el orgullo, son los que no permiten en cada uno de nosotros que podamos compartir los momentos felices en nuestros hogares, en nuestros centros de estudios y nuestros centros de trabajo, porque queremos que la felicidad sea solo nuestra, y al no compartirla rechazamos de una u otra manera a quienes están a nuestro lado apoyándonos siempre 


y dándonos el calor de su amor, un amor al que no queremos abrirnos pues  preferimos vivir en nuestra burbuja y disfrutar solos lo que nos hace felices.



Muchas veces pensamos que hacer feliz a una persona es tan sencillo que es suficiente darle un regalo para que se sienta dichosa, pero esto no es así, la verdadera felicidad radica en el corazón de cada uno de nosotros, y somos felices porque nos tenemos los unos con los otros y por que nos tenemos tu y 

yo, papá y mamá, hermano y hermana, amigo y amiga, abuelos y nietos, compañeros y compañeras  de trabajo, la felicidad es cada momento que compartimos y no solo eso, sino es cada momento en que nos vemos y sabemos que estamos bien, eso nos hace felices, y más aún cuando compartimos cada éxito y cada logro que cada uno de nosotros va obteniendo en el transcurso de los días vividos, ser feliz, porque tu madre lo es, porque tu hermano lo es, porque tu amigo lo es , eso es lo esencial en las formas que tenemos de sentir amor por la felicidad de todos y esos momentos los hacemos inolvidables.


Sin embargo si seguimos mirando el otro extremo de los que pecan por su egoísmo y su soberbia, aquellos que han herido sentimientos por no tomar en cuenta el amor que se les brinda, a ellos debemos enseñarles que en cada mes de diciembre recordamos el nacimiento de Jesús, por quien abrimos nuestros corazones en un gran sentimiento de amor y de humildad que es lo que nos enseño desde la forma en que vino al mundo, esa humildad con la que vivió y predicó y es lo que nos hace compartir en ese día el sentimiento más grande 

de entrega que los seres humanos hemos visto a través de los siglos y ese gran ejemplo de humildad es lo que nos debe permitir ahora, el corregir nuestros errores y aprender a pedir perdón a quienes hemos ofendido.


Es la Navidad la que nos da un momento en nuestras vidas para poder reconciliarnos con nosotros mismos y con todos aquellos a quienes hemos faltado de palabra u obra, para poder abrazarnos nuevamente y que el perdón se sienta vibrar en nuestros corazones y que la felicidad se convierta en parte de cada minuto de la vida que disfrutamos por el solo hecho de tenerla y de vivirla, porque tuvimos la oportunidad de decir perdón, perdóname, por mis faltas, por mis errores a quienes amamos y a quienes ahora llevaremos en nuestros corazones cada segundo de nuestra vida, porque ese perdón fue aceptado con humildad para poder vivir una vida diferente aquella que Jesús nos enseño para vivirla en paz en comprensión y en unión con todos a quienes amamos y respetamos, por hoy y siempre.



En un día como hoy:  Hego Arrunátegui Espinoza.




domingo, 13 de diciembre de 2015

UN FIN DE AÑO Y UN NUEVO COMIENZO.


UN FIN DE AÑO Y UN NUEVO COMIENZO

El tiempo, ese tiempo al que todos estamos ligados como un cordón umbilical, es ese tiempo que va determinando en su paso por nuestra vida que es lo que hacemos o dejamos de hacer, como llegamos y como disponemos de el para no sentirlo tan pegado a nuestra vida, es estar esperando siempre que los días los meses y los años vayan pasando, pero, sin estar tan pendiente de el, ese tiempo que nos dice qué debemos hacer y como, en todo aquello que está en nosotros para continuar en un camino en el que solo debemos avizorar éxito, y que lo tengamos, depende del tiempo que le dediquemos a ese gran reto que es la vida.



Ese tiempo que tanto nos preocupa que pase, que no pase, o que se detenga, seguirá pasando indefectiblemente sin que podamos hacer nada, solo el ir aprendiendo en como lo utilizamos y en cómo lo invertimos para que el mismo nos de la satisfacción de haber logrado algo con una buena inversión de dedicación y perseverancia en un tiempo calculado para su realización.


Planificamos lo que debemos hacer para doce meses, pensando en que todo debe salir bien, y nos dedicamos a ello con tanta pasión que llega ese momento maravilloso en que no nos damos cuenta del tiempo, ese tiempo que va pasando porque ya no pensamos en el, sino, solo en el interés de lo que nos hemos propuesto realizar y no pensamos en nada más. 
En este transitar nos encontramos con diversas situaciones que nos ayudan a mejorar lo que vamos haciendo o en su defecto esto se nos complica haciendo que nuestra pasión tropiece con el obstáculo que nos hace volver al bendito tiempo que nos llevará a continuar con lo planeado, y siempre decimos, pero, no tenemos más tiempo, el tiempo se nos agota, es tiempo de terminar ya, y punto, y nos dedicamos a perseverar hasta que el tiempo nos sorprenda con el último mes del año y decimos, ya no hay tiempo.

Sin embargo al reflexionar nos damos cuenta que si hemos avanzado bastante en nuestra planificación del año que empieza por irse, para unos será un fin de año pero será también un nuevo comienzo de algo que continuará su camino y que verá sus resultados en el siguiente. Nada está perdido, es un año que se acaba, pero con la satisfacción de haber conseguido muchas cosas positivas, hemos avanzado y nos hemos alimentado de esas experiencias que nos permitirán corregir errores y ser mejores en cada año. A veces es duro y frustrante el no lograr el cometido que te propusiste y nos derrumbamos por ello, pero, cuando nos damos cuenta que lo que nos falto fue tiempo, entonces decimos, todavía tenemos tiempo, y las energías positivas vuelven de nuevo a nosotros y nos proponemos seguir luchando hasta obtener los logros que planificamos en un nuevo año.



Las experiencias que pasamos en un año cuando las recordamos en este ultimo mes, nos ponen en un estado emocional muy sensible, porque es aquí en donde nos decimos, debí hacerlo de esta otra manera, hubiera sido mejor, claro es posible esto, pero, nos damos cuenta que estas experiencias nos han regalado madurez, aquella que nos servirá para ir mejorando en nuestras capacidades y aumentar mucho más nuestras fortalezas. Es duro transitar por este camino que elegimos, hay triunfos y también muchos obstáculos que no nos permiten avanzar y lo planeado se quedó allí en ese año que se va yendo y que quisiéramos que se terminé ya, para que aquello que no hemos logrado se quede solo como un recuerdo y será para nosotros un fin de año y un nuevo comienzo.



En un día como hoy de diciembre, Hego Arrunátegui Espinoza.

















domingo, 29 de noviembre de 2015

UN AMOR EGOÍSTA.

                UN AMOR EGOÍSTA


En nuestro mundo todas las cosas que hacemos para conseguir u obtener algo siempre tienen el sello de algo que para cada uno de nosotros en un sello que debe caracterizarnos por lo que realmente hacemos, ese sello que nos identifica como autores de algo es aquel que nos da la autoridad de saber que lo que hicimos es lo mejor, y lo mejor de todo, es el sello que buscamos siempre, el sello de hacer las cosas perfectas y ser perfectos en lo que nos proponemos hacer.

Pensamos de esa manera porque estamos preparados para el triunfo y el éxito, y nos esforzamos tanto en obtenerlos que dejamos una gran parte de nuestra vida persiguiendo sueños que los hacemos realidad solo a medias hasta encontrar en cada intento la ansiada perfección de lo que queremos y sentirnos ganadores de algo que solo es efímero.

El mundo personal el de nuestros sentimientos tienen tambien esa característica de querer buscar la perfección en lo que amamos, de ser dueños no solo del amor que sentimos, sino, del amor que siente, la novia, la enamorada, la esposa, los hijos, queremos ese amor solo para nosotros y ser su dueño absoluto para poder disponer de cada uno de ellos a nuestra manera egoísta y guardar ese amor y encerrarlo en cuatro paredes.

Ese amor egoísta no dura para toda la vida, llega un momento en que la persona amada o las personas amadas, dicen ya no más! basta! yo también amo y siento un gran amor, pero un amor en libertad de amar con entrega y pasión no con imposición ni maltrato ni chantaje, ese amor que unió a dos personas a los hijos y a una familia no puede estar sujetado ni condicionado a nada, se ama porque tu corazón eligió amar, pero, tambien se sufre para dejar de hacerlo, y cuando esto ocurre el desamor empieza a dominar el mundo de los que más amas y las puertas de tu mundo se abren de par en par, y se van yendo uno por uno los seres que más quieres y el dolor por todo esto se hace más profundo cuando se va de tu lado a quien pensaste que nunca te dejaría de amar y a quien le juraste y quien te juró estar juntos hasta que la muerte los separe.

Es entonces cuando tu mundo se va derrumbando poco a poco y el dolor de esta separación te va dejando un gran vacío en tu corazón y tu vida deja de ser tuya para entregarse al porqué pasó esto, y no lo entenderás hasta que el dolor te lleva a la pena y ésta al más grande sufrimiento que no soportarás hasta que puedas comprender todo el mal que hiciste, hubo amor, si, pero un amor egoísta y celoso que te llevó a enfrentarte a cada uno de los tuyos que buscaron su propio camino para andar en busca de la felicidad compartida y la entrega del amor de dos para ser uno.

La pena, esa pena que marchita una vida, es en esos momentos la única compañera que te acompaña en ese dolor de tan grande pérdida y no sabrás que hacer, solo recordar los días gratos, algunos felices, pero, eso te dará la capacidad de empezar a comprender que el amor  no tiene un dueño absoluto que de alguna forma somos inquilinos de un corazón que se alimenta de comprensión de entrega, de dedicación, de pasión, de romance y de total atención de lo que sienten a quienes más amas, y si no pagas con amor te dejan solo con el tuyo.

El amor es único y nos pertenece a todos por igual, amamos de tal manera y con tanta intensidad que la pasión que trae consigo te abruma tanto que te desbordas de tanto amor entregado como recibido, que lo haces tan tuyo pero no de los demás, hasta que ese desborde te ahoga en un apasionamiento que te va quitando la respiración y cuando sientes que se te va la vida y te quitan ese gran amor tuyo,  es cuando recién te das cuenta que no debió ser así, que debiste compartir al amar, que comprender la esencia en el amor de dos, es comprender el amor de la familia, que debe ser ahora y siempre, el amor de uno y el amor para todos y de todos, solo así volveremos a amar la vida, a la familia, a la compañera, a los hijos, con un amor real sincero y sin condiciones.

En un día como hoy, Hego Arrunátegui Espinoza

miércoles, 4 de noviembre de 2015

NO LO PENSÉ.

NO LO PENSÉ

En este mundo, en esta sociedad, los humanos somos tan impredecibles que hacemos desde que
nacimos en los albores de este mundo cosas tan inesperadas e inusuales que a veces o casi siempre
resultan positivamente, sin pensarlo mucho y a continuación decimos, ya vez sin mucho pensarlo las cosas resultan mejor. Parece increíble, pero,esto se ha venido haciendo durante tantos siglos que otro dicho se acuño cuando las cosas no salen tan bien, lo hice sin pensarlo, y fue a parar a la horca o a la cárcel.

Las experiencias y la sabiduría nos enseñaron que todo lo que hagamos tiene que venir precedido de una previa planeación de lo que vamos a ejecutar para que todo  lo que emprendamos den los resultados que nuestra planificación o que nuestros proyectos terminen bien y regidos por la práctica de la evolución de los conocimientos que son los que nos han dado hasta hoy el mundo moderno que tenemos.

La sociedad al ir avanzando a pasos agigantados va dejando detrás de cada década y cada siglo una gran huella que los demás debemos seguirla y plantar las nuestras para que la humanidad pueda cambiar y mejorar el mundo en que vivimos.
Aún a pesar de todo este avance y de esta gran revolución del conocimiento existen muchos hombres y mujeres que siguen viviendo apostando a los resultados sin realizar ningún tipo de planificación o de investigación de lo que vas a ejecutar poniendo en peligro a tantas personas que no saben como se hizo esto o aquello, si es seguro, creíble u honesto.

Como siempre decimos, somos humanos, y esto lamentablemente justifica los errores, porque, Oh! Dios! porque errar es humano, pero las cosas no tienen que ser así, aunque tratar de cambiar a alguien que dice, lo siento, pero, no lo pensé, es como querer subir al Everest con mocasines.

El hombre al encontrarse con tantas invenciones tanta ciencia y tecnología nueva empezó hacer uso de ella, pero, olvidando su propio desarrollo personal y arrastrando con el muchos prejuicios que no le han dado la plena capacidad de comprender la verdadera esencia, del ser humano. Seguimos viviendo siendo tan impredecibles que esto viene afectando desde hace mucho todas las relaciones  entre familias, padres, hijos, hermanos, amigos, vecinos, compañeros, casualmente por no pensar las cosas que van a decir o hacer.

Parece no creíble que entre la relaciones entre seres humanos todavía tengamos en nuestras prácticas cotidianas a la mentira,  como punta de lanza, para lograr un cometido y ser deshonesto sin más ni más, hemos adoptado la soberbia y el orgullo como una plataforma para impulsarnos en el mundo de los que lo hacen todo sobresaliendo por sus propios méritos, en tanto los otros hacen gala del ardid para demostrar su capacidad que no es sino otra cosa que un vil engaño. Cuando estas artimañas y malas practicas son descubiertas dicen siempre lo mismo, no lo pensé.

Igualmente ocurre en una relación de pareja, que por no pensar en lo que van ha realizar se cometen tantos errores que al final esta pareja termina no solo separándose sino, peleándose y si se vuelven a ver, ni se miran, ni se saludan como si nunca se hubieran conocido. Esto es terrible, porque la respuesta que se dá a terceros sobre lo que pasó, dicen, es que no pensé que las cosas iban a salir así, pensé que todo sería diferente, y por este no lo pensé, muchas personas terminan odiandose y odiando esa parte de su vida hasta el fin de sus días.

En un matrimonio las cosas suelen ser más trágicas, la decisión planeada, lo hijos a tener la educación que les darán, todo fue planificado, lo que falla, cuando un matrimonio se quiebra es no haber pensado en las formas los métodos de crianza en la autoridad y el autoritarismo en el hogar, que debieron tomarse en cuenta, pero no lo hicieron en el camino, porque no lo pensaron y se dejaron llevar por una corriente de liberalismo y autoritarismo que los sobrepasó, y en un punto de quiebre de tanto enfrentamiento, quebró ese matrimonio.

Es doloroso cuando esto ocurre, cuando ves que personas que antes eran tan unidas y amorosas consigo mismas y con sus hijos, los ves después en actitudes contrarias a esto, recriminando, peleándose de palabra, agrediendo psicológicamente, y el final, es el rompimiento, y cuando preguntas, te dirán, no lo pensé, no pensé que las cosas terminarían así, creí que todo lo estaba haciendo bien, pero no pensé que la familia es una unidad, pensé solo en mi mismo y en mis decisiones, y no pensé que mis malas decisiones terminarian con algo que empezó siendo un sueño de amor.

No lo pensé, creyendo todos que en la vida, las cosas vienen por si solas o caen por su propio peso, no es así, la vida nos va entregando en cada experiencia la lección de los pasos seguros y en donde pisar para no cometer un error dos veces, nos entrega en nuestro camino la seguridad y la templanza para enfrentar los obstaculos que tenemos que vencer, nos entrega la capacidad para ser nosotros mismos, para pensar libremente, para sentir amor por los tuyos y los demás y sobre todo la experiencia nos entrega la capacidad para actuar de manera correcta según estos preceptos y usar nuestra sabiduría en la culminación de una vida en la que si pensaste como debería ser.

En un día como hoy, Hego Arrunátegui Espinoza.








domingo, 1 de noviembre de 2015

EL DOLOR MÁS FUERTE QUE EL DOLOR.

           EL DOLOR MÁS FUERTE QUE EL DOLOR


El amor en el ser humano es tan grande y fuerte que por el damos todo  de 
nosotros para que nuestras familias se sientan felices y cómodas del esfuerzo que significa luchar por obtener algo que nos de esa satisfacción de sentirse amado. Es tan sublime que las palabras y los detalles  para demostrar cuanto amas nunca se agotan, pues, la creatividad y la originalidad con que demostramos ese amor es inagotable, impredecible, loco, agradable y superior a nuestras expectativas, que todo esto nos lleva a un solo camino, que es el de compartir con la persona que amas, toda tu vida.

Hay amor en esta unión, en todas las cosas  que hacemos y que damos, que la lucha por amar aún más, nos hace esforzarnos y dar todo de nuestra parte para hacer aún más feliz a quien amas y amarás por siempre. Este es  un amor compartido al que nos entregamos con una pasión que desborda todos nuestros límites, pero que al fin de todo, nos hace sentirnos los más grandes seres por haber conquistado el amor de aquella persona que nos abrió su corazón a la vida y a la felicidad infinitas.

El amor es tan poderoso que al unir a dos personas les entrega la voluntad para que sea compartida, les entrega la decisión, para  avanzar y seguir construyendo, el amor entrega la plena confianza del uno en el otro, te entrega la absoluta certeza de tu lealtad y fidelidad, te entrega la capacidad de comprender y convertir el pensamiento de dos en uno solo, te entrega la felicidad de la vida nueva que  es el fruto de ese gran amor, te entrega el doble de felicidad cuando los hijos van llenando tu mundo de una gran pasión por verlos crecer y ser partícipes de cada día en que te entregan ese amor  infinito de hijos.


Ambos se desvelan el uno por el otro, pero, compartiendo todo como uno, pero, con el pasar de los años, algunas cosas van cambiando, cuando se te van acabando los detalles, los saludos las despedidas, los reconocimientos, los obsequios, cuando la pasión pasa a ser solo un recuerdo y las decisiones compartidas se convierten en ordenes de una parte y la rutina empieza por ir matando ese amor que empezó con una gran felicidad.


Al llegar a este momento, empiezan los reproches, muchas veces infundados, carentes de criterio y de amor, solo pides obediencia y que las decisiones que ahora son solo tuyas se cumplan a cabalidad, porque si hablamos del hombre, nos enseñaron que él es el jefe de la familia y el que debe mandar, craso error, así empieza a resquebrajarse la unidad de una familia y de una relación que una de las partes no comprende esa entrega de la pareja, por sacar adelante un hogar formado con sincero e infinito amor.


La pareja, es paciente, espera que esto pase cree y confía en su par, pero es tanta la humillación y la indiferencia a veces, que se soporta todo por el amor a los hijos y a lo que una vez fue la pasión de un gran amor. Los hijos crecieron y son testigos de ese  maltrato y no alcanzan a comprenderlo, y no es el caso en que él sea una mala persona, sino, que ha llevado arraigado durante años el mismo trato visto por el en sus propios padres y consciente o inconscientemente hace lo mismo. Existe amor en él, si lo hay, pero lo demuestra a su manera, y una muy mala manera, dando cosas materiales que a su criterio reemplaza al amor que ya no puede dar en un abrazo o en un beso.


Hay tanto amor entregado por la compañera que el solo hecho de ver a los hijos ya crecidos y con una educación, esto, no les abre los ojos de toda la entrega y toda la pasión que ha puesto en ese hermoso fruto y ese bello don de la vida que les dio. Pero, aún así, ella ya dejo de ser la persona más importante en el hogar y se convierte ante los ojos del varón en solo la persona que debe atenderlo y que debe tener todo listo para que el cumpla con sus obligaciones de trabajo, mas no con las obligaciones del hogar y el amor que debe entregar a quien es la mujer más abnegada de esa unión.


Sin embargo en esta vida, todo tiene un límite, el amor entregado que ya no es correspondido tiene su límite, el hecho de que ya no te tomen en cuenta, tiene su límite, la falta de comprensión, tiene su límite, el desamor, tiene su límite, la indiferencia, tiene su límite, la falta de atención a esa labor encomiable de ella, tiene su límite, y cuando todo llega a este gran límite y la pareja dice basta y rompe con este esquema y forma de vida, solo le queda una salida, la del retirarse del hogar, porque aún así, ni siquiera se  darán cuenta que ya no está, y cuando quieran algo y deseen pedirlo, ya no está quien les dio todo con amor y pasión por la unidad familiar.


Entonces ocurre que el caos y la desesperación se apoderan de ese hogar que tenía a una hermosa mujer frente a él y que la indiferencia y el encierro en las cuatro paredes de la casa se convierte en la libertad tan ansiada y en el deseo de demostrar que puede salir adelante, sola, demostrando todas sus capacidades entregándose a trabajar sin que nadie sepa donde se encuentra, para así demostrar al machismo enraizado en esta sociedad y en ese hogar, que ella es capaz de vivir su propia vida porque ya dio la vida en sus hijos y le asiste el derecho a ganar su propio lugar en este mundo.


Después de esto, la incomprensión, la indiferencia, las ordenes, las salidas solo algunos fines de semana o nada, la falta de detalles, el amor olvidado, el beso de despedida, el abrazo por el amor dado, el agradecimiento por los hijos, tornan el hogar en un mundo vacío en donde la esperanza de volverla a ver se hace tan lejana, que recién puedes comprender, no por ti mismo, sino con ayuda profesional, lo que ha pasado con ese gran amor que conquistaste para amar toda la vida.


La otra cara de la moneda, en donde se alojaba la soberbia, el orgullo, la indiferencia, quedaron derrotadas por el amor que se marchó sin ser correspondido ni siquiera por los hijos, a quienes su mundo dentro de su propio hogar se convirtió en un infierno, que la comprensión y el amor que renacerá logrará unir nuevamente, pero, que solo será decisión de ella que verá que las lágrimas que se vierten por tan querida ausencia demoraran de repente en apagar el fuego del infierno algún día.


Después de este golpe tan fuerte de la separación, el dolor se convierte en el alimento del alma, porque se comprendió que todos los errores cometidos fueron tan reales que recién un corazón se abrió dejando la puerta abierta para que el amor ingrese de nuevo y pedir perdón un millón de veces hasta que el aliento ya no de más y ese corazón soberbio vaya cerrando su puerta esperando que su único amor lo detenga y acepte el perdón y el arrepentimiento que sigue nadando en un mar de aguas de tantos días que cayeron de unos ojos que no quisieron ver el  verdadero amor y sintiendo por ello, un dolor más fuerte que el dolor.

En un día como hoy, 01 de noviembre del 2015 Hego Arrunátegui Espinoza.







LO QUE CALLAMOS



               LO QUE CALLAMOS


Andamos por la vida siguiendo nuestro camino sin darnos cuenta

   que estamos rodeados de tanta gente, que en  su propio 

mundo habitan muchas cosas negativas y que no se  dan 

cuenta del daño que esto les hace, hasta que al hablar 

con terceras personas que observan tus temores y tus 

miedos a decir lo que te pasa, ven que algo te ocurre y 

que en muchas oportunidades nos parece que ya es muy tarde

para una solución, y tu vida se convierte en un infierno de 

pesadillas, por no haber confiado en quienes te aman y 

estiman y que siempre tuvieron una palabra de aliento, 

pero, que no quisiste agradecer por el mismo temor de 

haber callado tanto que tus miedos son más fuertes que

que el aliento que recibes.  

Callamos de una y mil formas desde que somos niños y 

pasamos por cada etapa de nuestro desarrollo con el 

silencio de lo que nos ocurre, y sufrimos 

silenciosamente por cada cosa que nos sucede que dejamos 

 que esto consuma día a día nuestra existencia, 

convirtiéndonos luego por acción de instinto en 

personas calladas que solo buscan no salir tan heridos 

por todas las cosas que te hacen daño y que van 

minando tu vida, sin poder encontrar una  

salida para  decir lo que te está pasando.


Cuando callamos ante una agresión, verbal, física, 

psicológica y la alojamos en nuestro corazón, esto 

termina por hacernos duros y no permite que tus nobles 

sentimientos se manifiesten de manera positiva porque, 

ya estás hecho al dolor y la respuesta por callar es 

devolver una palmada de aliento o un sentimiento de 

amor en una respuesta agresiva o un acto que causa 

dolor a quien desea ayudarte,  causándote un dolor más 

fuerte en tu propio interior.


Callamos ante una decepción, ante una ofensa, ante la 

amenaza de un despido laboral, ante el dolor que te 

causa el problema de tu amigo o tu hermano, callamos 

cuando el dolor nos hace llorar, o cuando herimos a 

alguien sin quererlo, cuando te esfuerzas tanto por 

hacer las cosas bien y nadie te dice, que bien, te felicito 

lo hiciste excelente, callamos cuando enfermamos, 

cuando no podemos emitir una opinión por temor a que 

nadie piense como tú, callamos cuando amas tanto y 

solo se dan cuenta que existes cuando dejas de vivir.
callamos tantas cosas en nuestra sociedad que él solo hecho de 
levantar tu voz de protesta ante cualquier situación, solo, obtienes como respuesta una tremenda represión 
por gritar en voz alta lo que piensas. Voltaire dijo, “No 

comparto lo que dices, pero lucharé hasta mi muerte 

por tu derecho a decirlo” y ese es el derecho que 

tenemos todos de no callar ante todas las cosas que 

nos suceden, porque el mundo ha estado preparado y lo 

sigue estando para escuchar todas las voces, sean 

estas personales o sociales para lidiar con todos 

aquellos que cansados de callar explotan y convierten 

su temor en una revolución personal y social que a 

veces nadie puede detener hasta que tu voz es callada 

por la fuerza de los que no quieren cambiar.


Debemos seguir aprendiendo a no callar nada y decir 

las cosas que piensas y sientes, pues de esta manera te 

liberarás de tus miedos y liberarás a tu mundo de la 

carga de no decir nada por ser simplemente 

condescendientes con los demás.


Hablemos ahora o perderemos para siempre el sentido 

de libertad  que tenemos para gozar del albedrío que los 

reclamos, protestas y las ideas nos han dado para existir en un mundo que debe ser más comprensivo. 





En un día como hoy, 01 de noviembre del 2015: Hego Arrunátegui 

Espinoza.

lunes, 28 de septiembre de 2015

EN LA ALEGRÍA Y LA TRISTEZA.

    EN LA ALEGRÍA Y LA TRISTEZA


En la sociedad humana el hombre tiene un sinnúmero de costumbres y tradiciones que nos distinguen en cada región o país de nuestro planeta y que las consideramos únicas. Son ellas las que nos permiten identificarnos cultural y etnicamente demostrándonos ante nosotros mismos la belleza de nuestras tradiciones y lo que significa ser humano.




Somos tan diversos pero a veces tan iguales que cualquiera sea el lugar a donde vayamos, conocemos de ese pueblo, lo más importante que los caracteriza, y es la alegría de como reciben a un foráneo demostrando con gozo a donde vayan, lo feliz que se sienten.



Hay alegría en todos los rincones del planeta, sea esta por un instante un día, tres, una semana todo el año, quizá, pero, esa alegría es la que nos hace vivir en equilibrio con nosotros mismos, con las  personas con quienes la compartimos, con la naturaleza que nos regala lo mas bello de sus paisajes y sobre todo ese calor de amistad y cariño que nos brindan a donde llegamos.



Dentro de toda esa diversidad cultural en que nos envuelve la idiosincrasia de cada pueblo y la diversión que implica un buen relajamiento dentro de todas las actividades laborables a las que nos dedicamos, encontramos en ellas muchas similitudes que nos permiten identificarnos como seres que mantenemos siempre los lazos de nuestra humanidad en nuestros genes y que deseamos con todas nuestras fuerzas que estos se sigan manteniendo por generaciones en cada uno de nuestros núcleos familiares. 



Aquello que nos une tan profundamente y que nos hace tan iguales como  cuando nacemos, es el matrimonio o la convivencia la que nos da la capacidad de amar y de respetar en cada uno de nosotros lo que sentimos y prometemos para mucho tiempo, o para toda la vida.



Los votos que cada pareja se dicen al momento de casarse o convivir son los mismos en todas partes del mundo, lo que  hace que nos sintamos parte de un solo y gigantesco pueblo, que en los votos que nos prometemos aceptamos uno que dice, te acepto como esposa o esposo, en la salud y la enfermedad, en la alegría y en la tristeza, y todos los demás votos que nos permiten ser parte de un mundo que quiere prevalecer a través de los siglos y en cada generación dejar nuestra huellas y que por ellas nos recuerden.



Sin embargo ocurre que así como nos prometemos amor para siempre y disfrutamos de nuestra alegría y felicidad, llega un momento en que esa alegría se nos esfuma de golpe o de a poco cuando uno de los dos contrayentes, marido o mujer, o alguno de sus hijos o hijas, enferma y nuestra preocupación se hace a veces tan extrema que tambien enfermamos y sentimos que nuestro corazón se parte por esto y nuestro hogar cambia aquí o en cualquier parte del mundo, queriendo de una parte que; nadie fuera de la familia se entere de este sufrimiento que padecen en ese hogar.



Cuando esto ocurre y las cosas empeoran, y  los amigos recién nos enteramos; muchos o pocos, vamos a consolar o confortar a la familia que pasa por esa situación dolorosa, vamos a visitarlos una vez, o dos, como si eso solo fuera una obligación; o lo que ocurre en los centros de trabajo, en que a veces no hay tiempo para ir a visitarlos o en su defecto a despedirse de aquella persona a quien conociste.



En este caso extremo, las personas no reaccionan igual cuando se trata de la alegría o felicidad cuando nos divertimos en grupo, con amigos, familiares o compañeros de trabajo o de estudios; en la mala salud, en este caso la situación es diferente, pues ya no esta la gente que te acompaño en todas tus actividades felices ni en los gratos momentos, sino, solo los que de alguna manera fueron más cercanos a uno, pero a veces ni ellos se acercan o te preguntan como  estas y lo visitas dándole la alegría con tu presencia.



Nos hemos convertido en personas en donde el egoísmo en nuestro accionar y las cosas que haces para producir y sobrevivir son más importantes que las de aquellos que cayeron o se tropezaron en el camino a su destino. Pero sin embargo, todos los seres humanos dimos en su momento y en todos los lugares del mundo los votos de,  en la alegría y la tristeza, o en la salud y la enfermedad, pero fallamos en esto, y duele, y a mi me duele, como a muchos, por todos los que sufren perdidas o pasan por una enfermedad, y nos arrepentimos de ello, por no querer vernos sufriendo una pasión que no acabará hasta que la vida se acabe.



En la salud estamos con todos y nos juntamos, conversamos, trabajamos, nos divertimos,pero en la enfermedad, cuando faltas a tu colegio, Universidad, a tu trabajo, saben que no estas donde debes, pero no saben preguntar, por ti, por el hermano, el amigo, el compañero, de trabajo de estudios de tertulias; no, casi nadie pregunta, pero cuando regresas lo primero que te dicen es hola, que buenas vacaciones, que buena chamba tienes, otro día invita; cuando en realidad la ausencia fue por un accidente, un mal estado de salud, una enfermedad crónica, un fuerte evento de cefalea, un episodio cardíaco, y muchas otras que en estas circunstancias a  nadie le interesa, si fue duro, si sufriste o no; y lo que les incomoda es que faltaste, no estuviste en la exposición, en el trabajo asignado, en la reunión, y solo te critican por esto sin saber en realidad que es lo que te pasó.



Complicado mundo en el que vivimos en que nos olvidamos, de; en la salud y la enfermedad, en la alegría y la tristeza, votos que todos los sabemos y recordamos, pero ,que te enseñan a conocer quienes son los verdaderos amigos, compañeros y hermanos con los que si cuentas y con quienes estarás siempre a su lado, como ellos lo estarán contigo, en la alegría y en la tristeza, en la salud o la enfermedad.


En un día como hoy, Hego Arrunátegui Espinoza.