jueves, 14 de diciembre de 2017

INQUILINOS DE ESTE MUNDO

INQUILINOS DE ESTE MUNDO

Amanecemos todos los días pensando en muchos casos que somos dueños del mundo, que podemos hacer todas las cosas que se nos ocurran sin que nadie pueda interferir en lo que hacemos, fantaseamos en que podemos hacer tantas cosas que hasta podemos manipular a las personas mismas que dependen de nosotros diciéndoles que estamos tan mal materialmente que no hay recurso para apoyar  ni cubrir tus necesidades, nos volvemos poderosos pensando que esto lo podemos hacer, obtener mas ingresos a costa de los demás que luchan por salir adelante para mejorar sus vidas y las de su familia.
Sin embargo esto lo pensamos, pero, cuanto de este pensamiento que nos invade se empieza por hacer realidad, cuando estamos en un mundo que no es nuestro que solo somos aves de paso, e inquilinos de este mundo, que si no cancelamos  el compromiso contractual nos veremos en la calle tratando de recuperar todo lo perdido, pero con una nueva experiencia, que no somos dueños de nada que todo nos es prestado como en la casa de un inquilino, que no es propietario del inmueble que habita.

De igual manera debemos considerar que a nivel global solo somos inquilinos de este mundo que nos presta su tiempo y su espacio para vivir, pero que con el tiempo, aún siendo propietario de tantas cosas, al partir de este mundo, se queda sin nada y solo nos daremos cuenta que fue un inquilino de este mundo que solo le presto todo lo que disfruto y acumulo, pues al final de su vida se queda sin nada.

Somos inquilinos de este mundo y no queremos darnos cuenta que nada es nuestro todo tiene un tiempo de contrato y que al final de este debes devolver todo lo que adquiriste por que no te quedas sin nada y adonde vas no llevas nada, pero sin embargo no siendo este mundo nuestro nos creemos dueños de el y asumimos la libertad de poder hacer todo lo que se nos plazca siendo indiferentes a casi todo, al dolor humano, a los que  no son ni siquiera inquilinos y que no tienen tierra que los ampare y que al final de nuestros días todos son conscientes que solo pagaron su alquiler y que ahora les toca desalojar el lugar y el mundo en que vivieron, aun debiendo pagar el alquiler por haber vivido en este mundo.

Somos inquilinos de este mundo y no abusemos de quienes como nosotros también lo somos, para que puedan comprender que ser inquilino es ser humano y que por lo tanto merecemos el respeto por nuestra humanidad.


En un día como hoy, Hego Arrunátegui Espinoza