domingo, 30 de abril de 2017

COINCIDIENDO

COINCIDIENDO

En un bello atardecer observando los diversos colores desde naranja a rojo en combinación con el cielo, se puede apreciar lo más bello que el termino de un día nos puede dar, solo belleza, que todos podemos ver en un atardecer y que cada quien lo admira como la hermosura más extraordinaria que se puede apreciar en cada día de tu existencia.

Vemos extasiados tanta belleza que la asociamos a cada instante de nuestra vida, y en ella vemos pasar el tiempo sin detenernos un solo minuto, no a ver como se gasta este, sino, que la vivimos experimentando y experimentando como queriendo vivir tan de prisa y aprender lo que otros ya han vivido, y admirado,y llorado, gozado y sufrido, solo por ser felices y encontrar en cada día de nuestra vida la fuerza y la energía que nos mueve  a seguir aprendiendo para saber más de lo que el futuro nos tiene preparado.

Pareciera que esto nos ocurre solo a unos cuantos, pero no es así, pues de alguna manera coincidimos buscando, la alegría, el canto, la risa, un abrazo, que nos lleve al camino que conduce a la felicidad, que es lo que buscamos en cada día de nuestra vida, dejando en ellos nuestra entrega, nuestro esfuerzo, nuestra dedicación a lo que queremos ser y como nos deben ver para abrir las puertas de un nuevo amanecer y esperar que el atardecer nos arrulle y nos enamore en cada día buscando el camino de la felicidad eterna.

Todos queremos buscar la felicidad, y  en ese esfuerzo nos encontramos deambulando de un lado al otro hasta que alguien detiene tu inusual caminar para  mirar a quien llamó tu atención y que hacía lo mismo que tu, buscar, siempre buscando, y que es, la coincidencia de dos personas buscando quizá lo mismo, no la felicidad de uno, sino la felicidad de dos que haga la vida  más bella como la de un atardecer, no con la alegría de uno, sino con la alegría y la sonrisa de dos  envueltos en una fantasía que embriaga el ambiente con el aliento y las sonrisas de dos que ahora suman tres y cuatro y seis y mas, compartiendo la felicidad de un momento que se hace eterno en una bella tarde coincidiendo con la alegría que todos ansiamos disfrutar para sentirnos vivos en un mundo que no quiere dejar de sentir que la alegría esta en tu espíritu y que este es libre de hacer sentir, que las coincidencias no son mas que excusas para compartir todo lo bello que tenemos como seres humanos, el derecho de ser felices  y si coincidimos en algo, debemos compartir el momento y hacerlo eterno para que la felicidad sea ahora  de todos.


Si todos pudiéramos hacer coincidir nuestros esfuerzos en una meta común e hiciéramos de nuestros sueños una realidad para ser felices, la coincidencia de ser como tu, de pensar como  tu, de sentir como tu y de actuar como tu, ya no seria eso, sino sería la comunión de muchos para lograr una humanidad que realmente responda a todos nuestros esfuerzos por ser solidarios y amar con la libertad que tiene el pensamiento para hacernos humanos claros y objetivos, amando a cada uno en la capacidad que tiene para dar la mano a quien de repente no pudo avanzar como tu y de esta forma encontrar la razón que nos hace ser humanos y tener una razón para vivir.

Tenemos un futuro que debemos forjarlo desde este presente, habiendo sembrado en el pasado las semillas que debemos cuidar y regar cada  día para que en la cosecha podamos recoger el fruto de todos nuestros esfuerzos y de esta manera seguir coincidiendo en una sola meta, en un solo rumbo, en un solo camino, para hacer de nuestra familia, nuestra sociedad y de nuestro mundo, un lugar seguro en donde podamos vivir en paz y  amando todo lo bueno que tiene nuestra humanidad.

En un día como hoy: 20 de abril del 2017 Hego Arrunátegui Espinoza