domingo, 22 de marzo de 2015

CUANDO LLEGA EL OTOÑO.

CUANDO LLEGA EL OTOÑO

Caminamos por la vida cada día desde que nacemos, que llega un momento en que debes detenerte un poco porque tus pasos ya no son tan rápidos ni tus piernas son tan fuertes para seguir andando al mismo ritmo desde que diste el primero,

Se cansa nuestro cuerpo, pero nuestra mente quiere seguir andando aún, a costa del desgaste físico a que nos hemos expuesto durante muchos, pero, muchos años, valoramos los años que hemos andado, aprendiendo y conociendo los mas básicos conocimientos de las profesiones o el oficio al que nos dedicamos, pero aun lo mas valioso el haber tenido una familia por quien luchar, amigos con quien hemos compartido tantos buenos momentos que nos hicieron madurar para alcanzar hoy el nivel de sabiduría que son las experiencias vividas durante un largo tiempo de vivir y disfrutar de lo más valioso que tenemos, y es la vida.

Hemos aprendido a valorar la vida a través de todos nuestros actos y las decisiones que hemos tomado para que esta haya sido digna ante los ojos de los demás.

Cuando ya has formado una familia  y los hijos van formando la suya ves con orgullo que tu semilla, y tus huellas al andar pisaron fuerte ese camino que te toco transitarlo paso a paso, a veces lento y a veces rápido, como pensando que el camino y la vida se van haciendo cada vez mas cortos.


Nunca avizoras el final de un camino, solo andas y luchas por la vida para que te de los frutos de tu esfuerzo y de tu entrega a quienes seguirán tus pasos, no miramos nunca ese final del camino, pero, lo sentimos en cada paso que damos, cuando estos se empiezan a sentir lentos y caminas como contando cuantos mas deberás andar para llegar a ver solo un pedacito de ese final que siempre se pierde en el horizonte.

El camino de la vida no es tan lizo, es pedregoso que tus pies se hieren al pisar fuerte y sientes el dolor cuando quieres andar muy rápido, que cada tramo con el tiempo se te hace difícil, pues en el, encuentras las grandes piedras o las pequeñas que son los obstáculos que debes vencer para seguir adelante, pero a veces, es duro levantarse sin salir dañado, pero las ganas de seguir andando hasta alcanzar el final de este largo camino, te da el valor para levantarte y adolorido volver al camino ya no dando pasos largos sino, que parece que empiezas a contar hacia atrás, y tu andar se hace mucho, pero, mucho más lento.



No siempre logras obtener todo lo que ansiaste, ni albergar todo el cariño que quisiste, pues, a veces las decisiones no son las correctas, y en lugar de ser beneficiosas se convierten a veces en un martirio, en que te pasas el resto del camino, sin que avizores su final, tratando de componer o arreglar lo que mal salió.


Si embargo, lo que no puedes cambiar o arreglar en el paso del tiempo es lo que  vas sintiendo en cada paso que das, que estos se te hacen más duros de andar porque eres consciente que el camino que vas andando por fin encontrará en este otoño de tu vida la luz de un atardecer maravilloso, que por serlo quizá, pueda ser el último, entonces sabrás que el camino andado fue hermoso, y en lo que has dejado en ese transitar sera valorado por quienes seguirán tus pasos hasta poder alcanzar los tuyos, y te dirán entonces de lo maravilloso que fue vivir y de lo maravilloso que fue andar por un camino sin que nadie te ayudara a andarlo.

Dejaras cosas terminadas y otras no, serás recordado con cariño, pero, no con pasión, porque a veces no todas las cosas que emprendiste dieron el resultado esperado y fueron los otros los que no comprendieron la verdadera misión por la que viniste a este mundo.


El otoño llegó,  solo para brindarte una estadía digna de quien caminó tanto para ver, cuando vuelvas la mirada hacia atrás, que los obstáculos ya no están, las voces intimidantes, se fueron, te brindará este otoño la sabiduría de los años ganados y pasados  que serán como un libro que los tuyos y los demás lo leerán para saber cuanto diste de ti, por una humanidad que debe seguir cambiando.


En un día como hoy de otoño 22 de marzo del 2015: Hego Arrunátegui Espinoza - Edgardo Arrunátegui Espinoza, para el mundo.





viernes, 6 de marzo de 2015

LA DESHUMANIZACIÓN LABORAL

LA  DESHUMANIZACIÓN  LABORAL


En la sociedad actual sabemos que todos tenemos derecho al trabajo el cual esta refrendado en la Constitución del estado.

El trabajo  es un derecho pero también es una obligación para todos por que es la forma de vivir  en esta sociedad que a cambio de nuestra fuerza de trabajo manual o intelectual percibirán una remuneración  que es la que servirá para la manutención  de nuestras familias  y de nosotros mismos.

Cuando te preparas para desarrollar alguna actividad que te sirva luego para obtener trabajo o formar una empresa, te preparas con esfuerzo y gusto por es lo que has elegido para toda tu vida. Aunque después uno elija  prepararse en otra especialidad, esto te permite tener más conocimientos para desarrollar mucho más tus aptitudes y habilidades y demostrar que tienes talento para varias actividades, de las cuales uno se sentirá orgulloso y satisfecho porque es lo que le gusta hacer.
El trabajo dignifica al hombre, es la expresión mas hermosa que hayamos leído o escuchado, y es verdad, el trabajo nos hace ser dignos de lo que hacemos y dignos ante nuestra familia, ante los demás, y dignos porque con nuestro trabajo aportamos al desarrollo del país.

Esto es todo lo teórico bonito acerca del trabajo, pues sabemos que la realidad es otra. Pues solo hablaremos de los que si tienen trabajo y como a veces el tenerlo resulta toda una pesadilla esta termina o por enfermarnos o por renunciar porque este se hace tan insoportable. Pero debemos entender que al tener un trabajo tenemos dos tipos de contradicciones, sin contar la que tenemos con nosotros mismos, una con nuestros empleadores y otra con nuestros compañeros de trabajo. Cualquiera de estas contradicciones que se haga antagónica y no se superen  llevarán a un claro enfrentamiento.

En la coyuntura actual sabemos que el tener un trabajo ahora es casi un privilegio. Y es casualmente por esto que  muchos empleadores no han asumido realmente lo que es tratar de administrar los  recursos humanos, sino que los usan  en muchos  casos como peones para poder disponer de su trabajo a su antojo y poder desplazarlos de una sección a otra o a cualquier sucursal a veces como una forma de “castigo”.
Nos preguntamos ¿pero donde empieza realmente a deshumanizarse la relación laboral existente en un centro de trabajo?
Creo que no hay un punto de quiebre en esto, por que todos sabemos  que si trabajamos para alguien siempre lo hará  para percibir ganancias y para lucrar.  Esto no es un delito pues es parte del sistema. Pero cuando empezamos a sentirnos incómodos o nos incomodan  en nuestro trabajo personas o hechos entonces el gusto que sentimos por el trabajo se convierte de a poco en un malestar hasta llegar muchas veces a odiar lo que antes querían y para lo que te  habías preparado.

El inicio de este malestar puede empezar de abajo en la estructura laboral o de arriba cuando la dirección que se le da a la empresa no es una orientación de trato agradable y de indicaciones u órdenes laborales justas sino que estas se dan verticalmente sin tomar en cuenta la opinión o criterio del trabajador que casi siempre hace uso de su creatividad para moldear la indicación dada y mejorar el resultado que se espera de esta orden de trabajo.
La deshumanización laboral se da en este sentido cuando tu no cuentas  sino solo para conseguir un fin. No importa tu salud, tu estado de ánimo por el trato, no importa la persona sino lo que se le ordena que haga.

Empieza a vislumbrarse entonces  una política de trabajo de laborar por temor y no por responsabilidad o cariño a lo que le gustaba hacer.
¿Pero quien imprime este temor? Obviamente que viene de arriba como comúnmente conocemos a los empleadores, los jefes inmediatos, quienes implementan esta política del miedo, acosando a cada instante, diciendo, terminaste, ahora has esto, tanto demoras, o de lo contrario  te quedas sin trabajo.
Y ¿por qué deshumanización? Porque el trabajador empieza a perder su dignidad aceptando los maltratos verbales, el acoso laboral, y las humillaciones de quienes se espera casualmente sean verdaderos líderes empresariales.

A veces la resistencia del trabajador a este trato es responder ante este tipo de actitudes, pero con el riesgo de ser aislado, humillado reubicarlo a puestos menores o sencillamente no tener que hacer, teniendo un “trabajo “o sencillamente despedirlo.
Encontramos entonces que la humillación dentro del trabajo hecha por los empleadores y efes inmediatos, hace eco del personal y son los propios compañeros de trabajo los que siguen con esta “táctica” sacada no se de que planeamiento estratégico, el que se observa cuando no es uno el acosado o marginado.

Cuando se aprende a humillar a ignorar, a acosar, a bajar la autoestima del trabajador, a insultar, a dudar de la capacidad de quien trabaja, cuándo se aprende a no tener en cuenta lo que siente ese recurso humano, cuándo se aprende a no interesarse de los problemas que aquejan al trabajador en sus aspectos personales, cuándo se aprende a escuchar los rumores y a creer en las intrigas, entonces es cuando la verdadera deshumanización laboral empieza. Ya no eres un recurso para la empresa sino un peón  o alguien en quien desahogar las frustraciones, y cuando te encuentras débil y expuesto por todo esto, empieza el otro padecimiento, el del compañero de trabajo, que aprovechando esta situación,”hecha mas leña al fuego”,denigrando, diciendo lo mal que estás y sacando provecho de esto busca entonces hacerte a un lado de cualquier manera para ocupar tu cargo o por lo menos estar bien con los demás “haciendo leña” del árbol ....que todavía no cae. Es aquí también en donde el compañero de trabajo empieza el camino de deshumanizarse, a olvidarse de sus propios sentimientos hasta conseguir lo que quería, deshacerse de los obstáculos humanos para poder ascender, o en todo caso no compartir responsabilidades, sino el deseo de quedar solo y ser el único quizá, qué pueda hacer bien el trabajo asignado a expensas de aquel  a quien ayudó a minimizarlo, marginarlo hasta colocarlo contra la pared. No importa que piense, qué sienta ese compañero de trabajo, el fin es separarlo de todo lo que hace, lo que sabe y lo que podría hacer mejor sin importar los medios que se usen .DESHUMANIZACION LABORAL?, claro, sí los sentimientos no cuentan , sino solo el puesto que vas a ocupar  y la ascendencia que tendrás  con tus empleadores.

Así de esta manera  va ocurriendo con los diferentes ejecutivos de área, de departamento, de sección, siendo el mal trato el mejor ejemplo para ellos, pues parece que aquél que mas agresivo se presenta, el que mas presiona, el que no entiende razones, el que más acosa, es el más escuchado por los de “arriba” los gerentes y jefes inmediatos, siempre y cuando lo tenga bien informado de todo lo que ocurre y manteniendo así el status de temor  con el que dirigen la empresa, ¿Reingeniería  del siglo? Investiga, vívela y lo sabrás.

HEGO ARRUNATEGUI ESPINOZA 06 de marzo del2015


 

  

domingo, 1 de marzo de 2015

CUENTA CONMIGO

    CUENTA  CONMIGO


Vivimos en un mundo tan tecnificado, que todos estamos comunicados de alguna manera, por la tecnología, y todos los medios que nos dan las técnicas de información y comunicación que cada asunto de interés nacional o internacional que ocurra estará a nuestro alcance en el momento que éste esta sucediendo.


 Hemos avanzado tanto en este campo de la comunicación, que la forma de interlacionarnos entre amigos, se ha convertido de presencial a virtual, un grato saludo por un buen día, un saludo por tu cumpleaños, un saludo por el día de la patria, y así en todos los momentos importantes en que la sociedad y
tu educación te obligan a comunicarte.


Hemos dejado atrás, el beso del saludo, el abrazo cálido y sincero, el apretón de manos, el reírnos a carcajadas frente a frente, hemos dejado también algo que nos es muy importante, el buscar a un  amigo para contarle nuestros problemas, para, que te puedan escuchar y recibir una buena palmada, una recomendación, una palabra de aliento, y un abrazo sincero que te digan que cuentas con esa persona para todo, así como te lo dicen.

Cuando recurres a un amigo o un familiar para pedir una ayuda espiritual, o quizá, material, antes de la tecnología, este era un asunto de personas que se hablaban frente a frente, y se trasnmitian sus penas y sus pesares, en donde un abrazo, casi siempre era suficiente, porque lo único que queríamos era que se nos escuchará para desestresarnos y relajarnos para poder ver con mayor objetividad nuestros propios problemas, en donde, el cuenta conmigo, se convertía en una esperanza de solución que te tranquilizaba.



El solo decirle a una persona cuenta conmigo, eso te daba tanta seguridad, que te esforzabas tanto, que solucionabas tus inconvenientes con la confianza que te daban aquellas personas en las cuales te apoyabas.

Sin embargo, en estos tiempos de tanta tecnología en comunicación, ya no puedes escuchar de quien te hablaba tan sinceramente, el cuenta conmigo, ya no, todo cambió, ahora solo interesa trabajar y trabajar para hacer más dinero, tener lo que siempre has soñado, moverte en tus círculos sociales, como el que lo tiene todo y nada ni nadie necesita, para hacer así, su vida a su manera.


El cuenta conmigo, ya no lo es más, solo son ahora, dos palabras en tu teléfono celular, un correo electrónico, una comunicación virtual o un aviso por cualquier red social en Internet, que no te comprometen en nada. 


El cuenta conmigo significa una expresión dada con honor y responsabilidad, es la esperanza del que la está perdiendo, es el apoyo moral del deprimido, es la salvación espiritual del que se siente solo y aislado, es la mano generosa que extiendes al que te pide ayuda, al que lo perdió todo, a esa persona que necesita de una palabra que conforte sus momentos difíciles, de una mano que lo ayude a levantarse, de un abrazo que le diga aquí estoy, de aquella que no se echa atrás cuando de un amigo se trata, son  las que todavía existen, solo búscalas y mantén tu esperanza que las encontrarás, no serán los mismos, pero ganaras nuevos amigos con una esperanza y un gran corazón. Puedes contar conmigo.

En un día como hoy,  01 de marzo del 2015 Hego Arrunátegui Espinoza.