jueves, 31 de diciembre de 2015

UN DÍA DEL AÑO

UN  DÍA  DEL AÑO


Todos los días de un año llevan consigo una serie de tareas que nosotros mismos nos hemos obligado a realizar para llevar adelante la vida y andar por  los caminos que nos ayudaran a dejar las huellas que necesitamos plasmar sobre la existencia nuestra en este mundo.





Cada día la vida nos entrega experiencias diferentes que planificadamente o no las vamos aprovechando para ir madurando con cada una de ellas. Muchos de estos días se convierten en momentos difíciles de enfrentar porque la vida no nos entrega las cosas como un regalo maravilloso, sino que esta viene con ciertas dificultades que debemos enfrentar con dureza para sentirnos después de esto con la tranquilidad que necesitamos para seguir andando en esas veinticuatro horas de un día que se nos hizo difícil.




Un día del año, solo un día del año necesitamos para poder visualizar en él todo lo ocurrido en trescientos sesenta y cuatro días y aunque parece imposible, si lo hacemos, y recordamos cada uno de ellos desde la fiesta de bienvenida de ese año pasando por todas las semanas y meses del año, pero, a veces recordarlo así de esa manera nos trae una serie de sentimientos que nos sacuden el corazón y mucho más por los dolores del alma, los de las decepciones, las frustraciones, los desamores, los dolores de las partidas sin regreso de quienes amamos y hemos amado, los dolores de las malas interpretaciones y de las malas decisiones, los dolores por el perdón que no hubo, todo este dolor es lo que viene primero en ese único día del año que nos hace sentirnos tristes, muy tristes y muy adoloridos.




Solo necesitamos un día del año para volver a sentir en nuestro corazón lo felices también que hemos sido, los logros que hemos obtenido, el amor que hemos renovado, el amor ganado, los amigos que nos han acompañado y con quienes hemos disfrutado de momentos que serán inolvidables. Todos estos momentos que ahora ya son recuerdos son los que en un solo día del año los vemos pasar por nuestra mente, y nuestros sentimientos se dividen en dos tipos de lágrimas que llenan nuestros ojos , por la felicidad lograda y disfrutada y lo otro, por lo más doloroso, el amor que se fue, que te dejó sin decir palabra, la partida de por siempre de un amigo, de un familiar, todo ese dolor se junta en un solo día del año en que tu pecho tiembla y erupciona  porque tanto la felicidad y el dolor serán parte de los recuerdos tristes y alegres que quedaran en nosotros, y que los hemos sentido tan profundamente en un solo día del año.





Se llora por que tenemos aún en nuestro pecho y en nuestra mente la esperanza de que todo lo pasado en los nuevos días irán cerrando poco a poco las heridas y calmando el dolor del alma para volver a ser nosotros mismos con las ganas tremendas de vivir y seguir luchando para tener una vida llena de amor paz y felicidad que llene nuestro espíritu y alegre nuestra alma. 






En un día como hoy 31 de diciembre 2015: Hego Arrunátegui Espinoza





miércoles, 30 de diciembre de 2015

INTENSA Y APASIONADAMENTE.


       INTENSA  Y  APASIONADAMENTE



Todos nosotros vivimos y enfrentamos la vida de muchas formas según las circunstancias que se nos presentan para poder sentirnos alegres contentos y felices, para ir pasando los días sin que nos demos cuenta que el tiempo pasa entregándonos una serie de retos que los asumimos de manera entusiasta, porque para ello se nos dio la vida que tenemos para vivir en concordancia con todas las personas que nos rodean y que son parte de nuestro mundo.

Nunca nadie sería capaz de dar la bienvenida a un nuevo día con un humor y una negatividad tan fuerte que eso determinaría que en ese día las cosas no le resulten como las habías planeado o para realizar las cosas que debías hacer para ese momento, muy por el contrario lo seres humanos tenemos un humor envidiable bueno y positivo que nos permite agradecer por el día que nos toca levantarnos y vivir, ese es un buen inicio para una persona que siente la alegría de la vida en cada uno de sus poros y que por su sangre corre la energía que le da el entusiasmo y las ganas de pasar un día estupendo compartiéndolo y disfrutando de el haciendo lo que le gusta, siendo uno mismo           y así disfrutar de la compañía de todos irradiando con su buen humor la intensa y apasionada vida que le esta tocando vivir.


Cada persona al ser ella misma vive de tal manera que siempre va a poner en cada acto que realice, cada labor pendiente y cada trabajo del día, el entusiasmo que la caracteriza como tal, porque esa es su forma de encarar las cosas con una energía que la vitaliza y que la tiene sincronizada con la adrenalina que fluye de su interior, esto le esta permitiendo amar las cosas que hace y se siente tan bien que todos los resultados de las cosas que realiza le salen muy bien.

Esto, que cada persona le imprime a su vida es pasión, es ese entusiasmo que le ponemos a cada cosa que hacemos en muchos casos con un sentimiento muy vehemente que se manifiesta en la intensidad con que lo vives y haciendo las cosas que te gusta hacer, eso es pasión y esa es la forma en que debemos aprender a vivir, intensa y apasionadamente cada momento de nuestra vida para que esta tenga el sabor y el color de los bellos amaneceres y los mas hermosos atardeceres que nos dejan en la retina la pasión de ver tan maravilloso espectáculo.


Muy por el contrario aquellas personas que no le ponen ganas a las cosas que realizan o la profesión que eligieron y se limitan en todo aspecto de manifestar su entusiasmo por sus logros, no se ven ni se sienten quizá, felices, el que no vive con pasión cada momento de su vida, no vive en si, uno debe ser libre de hacer lo que le plazca hacer, por que se siente feliz, feliz de vivir, de amar, de trabajar, de de entregar su tiempo para ayudar a otros, de dar un abrazo para sentir las calidez del ser humano cuando lo necesite o no, eso es vivir con pasión por que hay un momento para todo, de ser libre para bailar cuando sientas ganas de hacerlo, si quieres gritar, grita, si quieres cantar, canta, si quieres llorar, de alegría, llora, si quieres reír, ríe y ríe hasta el cansancio porque tienes las ganas de hacerlo y nadie te lo puede prohibir, eso es vivir y es vivir intensa y apasionadamente cada momento de tu vida. Así de esta manera alimentarás más tu capacidad de ser, de sentir de pensar y de actuar para vivir una vida saludable y agradable para ti y para los demás.

Vive intensa y apasionadamente, estudiando, trabajando, amando, divirtiéndote, y sentirás que eres otra persona con un ánimo y unas ganas tremendas de ser feliz y hacer feliz a quienes te rodean, y al resto del mundo!




En un día como hoy de diciembre: Hego Arunátegui Espinoza.



domingo, 27 de diciembre de 2015

EL AMOR UNILATERAL.

           EL  AMOR  UNILATERAL


El amor nace con cada uno de nosotros y se nos prodiga desde el momento mismo de la concepción, no queda en ningún instante fuera de nuestra vida, muy por el contrario cada día va sumando más amor que se nos da y que lo damos por la misma razón de querer y amar a quienes nos prodigaron este hermoso don.



Nunca el amor es parte de una sola persona, uno se ama a si mismo para desarrollar su autoestima y tener fe en si mismo pero fe tambien en los demás, pero ese amor que sentimos todos siempre lo entregamos a alguien primero a nuestros padres hermanos y familia y después a quienes empezamos a querer como amigos y a quien empezamos a querer para amar no solo por un momento o por un corto tiempo, el amor siempre es compartido y por lo tanto es un amor de dos que se compenetran en sus vidas para no ser dos sino uno solo, ese es el amor de  dos y el amor de amar a quien quieres con pasión.


Este es un amor que va madurando en el tiempo y que en el se ven los frutos de un amor comprometido  y en que los votos personales se mezclan en una poesía de pasión para cumplir con las promesas de ser el uno para el otro en todas las circunstancias y apoyarse en todos los momentos de su vida en los días buenos y en los difíciles, estos son los votos que hacen  realidad los sueños más anhelados de quienes se aman y se unen para toda la vida. 



Los frutos del amor van haciendo con el tiempo que el compromiso sea una entrega casi absoluta a la vida de dos personas a las que se van sumando una más y otra más hasta ser una familia en que el amor es compartido por todos y los buenos momentos se van sumando a los que no son tan buenos y que generan según su intensidad algunas desavenencias que en muchos de los casos son salvables por el concurso de ambos padres, pero hay algunos otros problemas que llevan mucho más tiempo en ser comprendidos por ambos, pero que sin embargo deja un poco de desilusión cuando la solución solo es impuesta por uno de los dos y no por los dos.

Los frutos del amor, los hijos, al ir creciendo y madurando se van percatando que las vida en común de la familia ya no es como antes en que todos los problemas se solucionaban sin mayor preocupación, pero, ahora ya no es así, son los enfrentamientos entre ambos los que van determinando que los progenitores discutan por dar una solución cuando los dos tienen  pareceres opuestos y el enfrentamiento y las propias contradicciones se van agudizando hasta convertirse en antagónicas y el choque entre ambos es inminente dando lugar a una situación que se hace insostenible por un desacuerdo y una falta de comunicación que ambos han dejado atrás para dar paso a desavenencias casi irreconciliables.

Cuando el silencio se instala en un hogar la comunicación se muda a sus cuarteles de invierno, cada uno de los progenitores


empieza por ir haciendo las cosas y resolviendo los problemas cada quien por su lado chocando constantemente sin encontrar un solo momento de conciliación, viene entonces la separación mental de quien ha sido tu compañero o tu compañera durante muchos años, pero cuando uno de los dos empieza por buscar un acercamiento se da con la sorpresa que la otra parte ya no se encuentra en el seno del hogar y en forma unilateral decidió marcharse sin explicación alguna, dejando casi en el abandono a la familia que prometió en sus votos proteger hasta que la muerte los separe.


Se fue, sin saber adónde y sin saber el gran vacío que ha dejado en ese hogar que una vez formó con tanto amor, un gran vacío de falta de amor de comprensión, un vació de preocupación de donde estará, donde se quedará, y aunque lo más común es que se vaya a la casa de sus padres esto casi siempre no es así, no cambiaría esa nueva libertad para estar nuevamente atado al hogar paterno, aunque solo le queda esperar al que quedó atrás, esperanzas, estás se van esfumando cuando el tiempo va pasando y te das cuenta que ese amor ya no volverá porque quiso convertirse en un amor unilateral que tomo la decisión de partir, ser libre y sin explicar razones para componer y reconciliar el amor que se quedó en el hogar con un gran vacío que nadie nunca podrá llenar.

En un día de diciembre del 2015 como hoy: hego Arrunátegui Espinoza.













miércoles, 23 de diciembre de 2015

EL PERDÓN, POR NAVIDAD.

EL  PERDÓN,  POR  NAVIDAD.


Los seres humanos buscamos incansablemente la felicidad en cada día de nuestras vidas, la encontramos de una y mil formas, pero, aun así, la seguimos buscando para poder ser más felices de lo que ya somos, y esa forma de seguir buscando un momento que defina esa hermosa sensación de sentirnos alegres y conformes con lo que hacemos se hace infinita, toda vez, que cada momento feliz ya no nos satisface, sino que deseamos una felicidad diferente, la de los sueños más anhelados, aquella que esta al alcance de nuestras manos pero, que no llegamos a tocarla.


Esa constante búsqueda de la felicidad nuestra nos hace ser personas que solo pensamos en nuestra felicidad y nos olvidamos en muchos casos de todos los que nos rodean y que esperan que tu encuentres esa felicidad para que todos en cada mundo personal lo seamos. Esa forma de ser es ese egoísmo que nos hace alejarnos de las personas que más amamos y no nos permite compartir algo tan hermoso como sentir la alegría en los demás y en uno mismo.


El egoísmo, la soberbia, el orgullo, son los que no permiten en cada uno de nosotros que podamos compartir los momentos felices en nuestros hogares, en nuestros centros de estudios y nuestros centros de trabajo, porque queremos que la felicidad sea solo nuestra, y al no compartirla rechazamos de una u otra manera a quienes están a nuestro lado apoyándonos siempre 


y dándonos el calor de su amor, un amor al que no queremos abrirnos pues  preferimos vivir en nuestra burbuja y disfrutar solos lo que nos hace felices.



Muchas veces pensamos que hacer feliz a una persona es tan sencillo que es suficiente darle un regalo para que se sienta dichosa, pero esto no es así, la verdadera felicidad radica en el corazón de cada uno de nosotros, y somos felices porque nos tenemos los unos con los otros y por que nos tenemos tu y 

yo, papá y mamá, hermano y hermana, amigo y amiga, abuelos y nietos, compañeros y compañeras  de trabajo, la felicidad es cada momento que compartimos y no solo eso, sino es cada momento en que nos vemos y sabemos que estamos bien, eso nos hace felices, y más aún cuando compartimos cada éxito y cada logro que cada uno de nosotros va obteniendo en el transcurso de los días vividos, ser feliz, porque tu madre lo es, porque tu hermano lo es, porque tu amigo lo es , eso es lo esencial en las formas que tenemos de sentir amor por la felicidad de todos y esos momentos los hacemos inolvidables.


Sin embargo si seguimos mirando el otro extremo de los que pecan por su egoísmo y su soberbia, aquellos que han herido sentimientos por no tomar en cuenta el amor que se les brinda, a ellos debemos enseñarles que en cada mes de diciembre recordamos el nacimiento de Jesús, por quien abrimos nuestros corazones en un gran sentimiento de amor y de humildad que es lo que nos enseño desde la forma en que vino al mundo, esa humildad con la que vivió y predicó y es lo que nos hace compartir en ese día el sentimiento más grande 

de entrega que los seres humanos hemos visto a través de los siglos y ese gran ejemplo de humildad es lo que nos debe permitir ahora, el corregir nuestros errores y aprender a pedir perdón a quienes hemos ofendido.


Es la Navidad la que nos da un momento en nuestras vidas para poder reconciliarnos con nosotros mismos y con todos aquellos a quienes hemos faltado de palabra u obra, para poder abrazarnos nuevamente y que el perdón se sienta vibrar en nuestros corazones y que la felicidad se convierta en parte de cada minuto de la vida que disfrutamos por el solo hecho de tenerla y de vivirla, porque tuvimos la oportunidad de decir perdón, perdóname, por mis faltas, por mis errores a quienes amamos y a quienes ahora llevaremos en nuestros corazones cada segundo de nuestra vida, porque ese perdón fue aceptado con humildad para poder vivir una vida diferente aquella que Jesús nos enseño para vivirla en paz en comprensión y en unión con todos a quienes amamos y respetamos, por hoy y siempre.



En un día como hoy:  Hego Arrunátegui Espinoza.




domingo, 13 de diciembre de 2015

UN FIN DE AÑO Y UN NUEVO COMIENZO.


UN FIN DE AÑO Y UN NUEVO COMIENZO

El tiempo, ese tiempo al que todos estamos ligados como un cordón umbilical, es ese tiempo que va determinando en su paso por nuestra vida que es lo que hacemos o dejamos de hacer, como llegamos y como disponemos de el para no sentirlo tan pegado a nuestra vida, es estar esperando siempre que los días los meses y los años vayan pasando, pero, sin estar tan pendiente de el, ese tiempo que nos dice qué debemos hacer y como, en todo aquello que está en nosotros para continuar en un camino en el que solo debemos avizorar éxito, y que lo tengamos, depende del tiempo que le dediquemos a ese gran reto que es la vida.



Ese tiempo que tanto nos preocupa que pase, que no pase, o que se detenga, seguirá pasando indefectiblemente sin que podamos hacer nada, solo el ir aprendiendo en como lo utilizamos y en cómo lo invertimos para que el mismo nos de la satisfacción de haber logrado algo con una buena inversión de dedicación y perseverancia en un tiempo calculado para su realización.


Planificamos lo que debemos hacer para doce meses, pensando en que todo debe salir bien, y nos dedicamos a ello con tanta pasión que llega ese momento maravilloso en que no nos damos cuenta del tiempo, ese tiempo que va pasando porque ya no pensamos en el, sino, solo en el interés de lo que nos hemos propuesto realizar y no pensamos en nada más. 
En este transitar nos encontramos con diversas situaciones que nos ayudan a mejorar lo que vamos haciendo o en su defecto esto se nos complica haciendo que nuestra pasión tropiece con el obstáculo que nos hace volver al bendito tiempo que nos llevará a continuar con lo planeado, y siempre decimos, pero, no tenemos más tiempo, el tiempo se nos agota, es tiempo de terminar ya, y punto, y nos dedicamos a perseverar hasta que el tiempo nos sorprenda con el último mes del año y decimos, ya no hay tiempo.

Sin embargo al reflexionar nos damos cuenta que si hemos avanzado bastante en nuestra planificación del año que empieza por irse, para unos será un fin de año pero será también un nuevo comienzo de algo que continuará su camino y que verá sus resultados en el siguiente. Nada está perdido, es un año que se acaba, pero con la satisfacción de haber conseguido muchas cosas positivas, hemos avanzado y nos hemos alimentado de esas experiencias que nos permitirán corregir errores y ser mejores en cada año. A veces es duro y frustrante el no lograr el cometido que te propusiste y nos derrumbamos por ello, pero, cuando nos damos cuenta que lo que nos falto fue tiempo, entonces decimos, todavía tenemos tiempo, y las energías positivas vuelven de nuevo a nosotros y nos proponemos seguir luchando hasta obtener los logros que planificamos en un nuevo año.



Las experiencias que pasamos en un año cuando las recordamos en este ultimo mes, nos ponen en un estado emocional muy sensible, porque es aquí en donde nos decimos, debí hacerlo de esta otra manera, hubiera sido mejor, claro es posible esto, pero, nos damos cuenta que estas experiencias nos han regalado madurez, aquella que nos servirá para ir mejorando en nuestras capacidades y aumentar mucho más nuestras fortalezas. Es duro transitar por este camino que elegimos, hay triunfos y también muchos obstáculos que no nos permiten avanzar y lo planeado se quedó allí en ese año que se va yendo y que quisiéramos que se terminé ya, para que aquello que no hemos logrado se quede solo como un recuerdo y será para nosotros un fin de año y un nuevo comienzo.



En un día como hoy de diciembre, Hego Arrunátegui Espinoza.