viernes, 13 de octubre de 2023

EN TU LUCHA POR LA VIDA.


 

            EN TU LUCHA POR LA VIDA

Hay algo siempre en los seres humanos que nos impulsa a seguir adelante, enfrentarnos a todo para lograr conseguir lo que ansiamos y ese algo que a veces no lo podemos definir, está en nuestra razón para poder llevar adelante nuestras vidas y en el deseo firmemente que tenemos para lograr ser los mejores en todo lo que nos proponemos hacer.



En esta etapa de tu vida, tu como un adolescente y joven que recién empiezan por seguir estudiando, debes anteponer a todas tus debilidades, una voluntad férrea para enfrentar todos los obstáculos que se te presentan en el camino que has elegido, hasta lograr tu realización personal.

Debes anteponer firmeza en tus actos que tienen que ir dirigidos a formar las bases sólidas de tu futura vida, basadas en principios y valores que te permitan entender que, en tu visión de futuro, está la motivación, la voluntad, el esfuerzo, el sacrificio y la lucha permanente para lograr conseguir lo que te has propuesto realizar.

Debes convertirte ahora en ésta etapa de tu vida, en un luchador constante de todo aquello que deseas lograr, luchar y batallar constantemente hasta lograr encontrar el camino del éxito, porque, esta es la misión que te has trazado en tu vida y tú la has aceptado, y por lo tanto te queda continuar bregando en esta lucha que debe ser la batalla de un "guerrero" que tiene la motivación suficiente para lograr ganarle a la vida un espacio, donde puedas vivir y aplicar los frutos de tu éxito.

En este deseo de superación permanente debes lograr encontrarte a ti mismo para que puedas comprender, que solo tú serás capaz de lograr salir adelante, cuando le imprimas a tu vida un motivo para vivir dentro de la gran voluntad que tienes, para lograr ser algún día el mejor. 

Que tus deseos de superación no solo sean un pensamiento, sino, un hecho en el camino de tu vida.

 

En un día en el tiempo, 22 de septiembre del 2013: Hego Arrunátegui Espinoza

 

 

EN LA ALEGRIA Y LA TRISTEZA

 

       EN LA ALEGRÍA Y LA TRISTEZA

En la sociedad humana el hombre tiene un sinnúmero de costumbres y tradiciones que nos distinguen en cada región o país de nuestro planeta y que las consideramos únicas. Son ellas las que nos permiten identificarnos cultural y étnicamente demostrándonos ante nosotros mismos la belleza de nuestras tradiciones y lo que significa ser humano.


Somos tan diversos, pero a veces tan iguales que cualquiera sea el lugar a donde vayamos, conocemos de ese pueblo, lo más importante que los caracteriza, y es la alegría de como reciben a un foráneo demostrando con gozo a donde vayan, lo feliz que se sienten.



Hay alegría en todos los rincones del planeta, sea esta por un instante un día, tres, una semana todo el año, quizá, pero, esa alegría es la que nos hace vivir en equilibrio con nosotros mismos, con las personas con quienes la compartimos, con la naturaleza que nos regala lo más bello de sus paisajes y sobre todo ese calor de amistad y cariño que nos brindan a donde llegamos.

Dentro de toda esa diversidad cultural en que nos envuelve la idiosincrasia de cada pueblo y la diversión que implica un buen relajamiento dentro de todas las actividades laborables a las que nos dedicamos, encontramos en ellas muchas similitudes que nos permiten identificarnos como seres que mantenemos siempre los lazos de nuestra humanidad en nuestros genes y que deseamos con todas nuestras fuerzas que estos se sigan manteniendo por generaciones en cada uno de nuestros núcleos familiares. 


Aquello que nos une tan profundamente y que nos hace tan iguales como cuando nacemos, es el matrimonio o la convivencia la que nos da la capacidad de amar y de respetar en cada uno de nosotros lo que sentimos y prometemos para mucho tiempo, o para toda la vida.


Los votos que cada pareja se dicen al momento de casarse o convivir son los mismos en todas partes del mundo, lo que  hace que nos sintamos parte de un solo y gigantesco pueblo, que en los votos que nos prometemos aceptamos uno que dice, te acepto como esposa o esposo, en la salud y la enfermedad, en la alegría y en la tristeza, y todos los demás votos que nos permiten ser parte de un mundo que quiere prevalecer a través de los siglos y en cada generación dejar nuestra huellas y que por ellas nos recuerden.

Sin embargo ocurre que así como nos prometemos amor para siempre y disfrutamos de nuestra alegría y felicidad, llega un momento en que esa alegría se nos esfuma de golpe o de a poco cuando uno de los dos contrayentes, marido o mujer, o alguno de sus hijos o hijas, enferma y nuestra preocupación se hace a veces tan extrema que también enfermamos y sentimos que nuestro corazón se parte por esto y nuestro hogar cambia aquí o en cualquier parte del mundo, queriendo de una parte que; nadie fuera de la familia se entere de este sufrimiento que padecen en ese hogar.


Cuando esto ocurre y las cosas empeoran, y los amigos recién nos enteramos; muchos o pocos, vamos a consolar o confortar a la familia que pasa por esa situación dolorosa, vamos a visitarlos una vez, o dos, como si eso solo fuera una obligación; o lo que ocurre en los centros de trabajo, en que a veces no hay tiempo para ir a visitarlos o en su defecto a despedirse de aquella persona a quien conociste.


En este caso extremo, las personas no reaccionan igual cuando se trata de la alegría o felicidad cuando nos divertimos en grupo, con amigos, familiares o compañeros de trabajo o de estudios; en la mala salud, en este caso la situación es diferente, pues ya no está la gente que te acompaño en todas tus actividades felices ni en los gratos momentos, sino, solo los que de alguna manera fueron más cercanos a uno, pero a veces ni ellos se acercan o te preguntan cómo  estas y lo visitas dándole la alegría con tu presencia.

Nos hemos convertido en personas en donde el egoísmo en nuestro accionar y las cosas que haces para producir y sobrevivir son más importantes que las de aquellos que cayeron o se tropezaron en el camino a su destino. Pero, sin embargo, todos los seres humanos dimos en su momento y en todos los lugares del mundo los votos de, en la alegría y la tristeza, o en la salud y la enfermedad, pero fallamos en esto, y duele, y nos


duele, como a muchos, por todos los que sufren pérdidas o pasan por una enfermedad, y nos arrepentimos de ello, por no querer vernos sufriendo una pasión que no acabará hasta que la vida se acabe.


En la salud estamos con todos y nos juntamos, conversamos, trabajamos, nos divertimos, pero en la enfermedad, cuando faltas a tu colegio, Universidad, a tu trabajo, saben que no estás donde debes, pero no saben preguntar, por ti, por el hermano, el amigo, el compañero, de trabajo de estudios de tertulias; no, casi nadie pregunta, pero cuando regresas lo primero que te dicen es hola, que buenas vacaciones, que buena chamba tienes, otro día invita; cuando en realidad la ausencia fue por un accidente, un mal estado de salud, una enfermedad crónica, un fuerte evento de cefalea, un episodio cardíaco, y muchas otras que en estas circunstancias a  nadie le interesa, si fue duro, si sufriste o no; y lo que les incomoda es que faltaste, no estuviste en la exposición, en el trabajo asignado, en la reunión, y solo te critican por esto sin saber en realidad que es lo que te pasó.


Complicado mundo en el que vivimos en que nos olvidamos, de “En la salud y la enfermedad, en la alegría y la tristeza” votos que todos los sabemos y recordamos, pero, que te enseñan a conocer quiénes son los verdaderos amigos, compañeros y hermanos con los que si cuentas y con quienes estarás siempre a su lado, como ellos lo estarán contigo, en la alegría y en la tristeza, en la salud o la enfermedad.

 

 

En un día como hoy, 22 de junio del 2022 Hego Arrunátegui Espinoza.

 

 

 

 

 

jueves, 12 de octubre de 2023

PENSANDO UN DÍA.


                 PENSANDO UN DÍA


Mucho tiempo ha pasado desde que alguna vez pensé, qué hacer de mi vida, y cuando mis alas se hicieron ya fuertes para volar, no lo hice, pues de alguna manera se aferraban a mi cuerpo para no surcar el gran espacio que me esperaba para descubrir y conocer.

Podemos hablar de todas las cosas buenas que uno ha imaginado que puede ser su vida. En tu mente pasan los años en milésimas de segundo pensando en un instante lo que puede ser tu vida en cinco, diez, veinte, cuarenta años en el futuro, y te vez de todas las formas en sueños que hayas tenido y de las fantasías que alborotan tu mente cuando piensas en ti.

 

Todos soñamos con tantas cosas hermosas dibujando un futuro que puedes vivirlo en la realidad, pero, que te significara un gran despliegue de energía, para poder concretar, no solo tu visión, sino, tus sueños y tus fantasías.

He pensado en mi tantas veces que no recuerdo tan bien, cuando fue el momento que cuestioné todo lo que existía y del porque de esta vida que me entregaba a tan difíciles conjeturas de lo que podía ocurrir cuando los años vayan pasando.



Pensando en mí, no me di cuenta sino hasta muchos años después que no era yo el preocupado de mi existencia, sino, preocupado de la existencia y la vida de los demás, llena de caminos por donde veía a cientos de almas andar de un lado al otro sin encontrar un rumbo definido. Esto es lo que cambió en mi la manera de ver las cosas en esta vida en que eres consciente que los demás valen mucho más que tú mismo, y que tu misión, por llamarla, así ya estaba escrita de alguna manera.

En la razón de los demás primero, fue que he llevado mi vida por caminos intransitables para otros, pero, se convirtieron en caminos rectos cuando las palabras disipan la niebla y permite que los demás vean el camino que debieron andar hace mucho.

He vivido así, y en este pensamiento mío marque un ideal, un ideal de vida para mí y para quienes han sido parte de mi mundo, haciéndoles ver que la luz que ilumina un camino no es la de una vela o la del sol, sino, es la luz que emana de la fuerza espiritual del amor de tu corazón y que te da la voluntad y el deseo de ser y hacer lo que la realidad te ha mostrado tan duramente.

Pensando en mí, encontré un gran mundo en donde los que llegan y lo habitan se van de el cuándo se han encontrado a sí mismos, y sabiendo que hacer con la vida que se les ha otorgado. Vivirán para dar más de sí mismos y hacer de este mundo una humanidad justa que vea en la luz del universo, el camino que nos toca andar todavía.

 

En un día como hoy: 04 de diciembre del 2013 Hego Arrunátegui Espinoza.

 

 

 

martes, 10 de octubre de 2023

LO QUE NOS SEPARA.

 

              LO QUE NOS SEPARA

Vivimos en un mundo que nos da todo lo que necesitamos para vivir, pero no como el que soñamos, en este mundo no todos nacemos con las mismas habilidades ni destrezas, cada quien va desarrollando con el tiempo aquello que lo va a diferenciar de los otros, unos con su esfuerzo heredado por su habilidad y otros desarrollando aún más esas habilidades preparándose para ello en lugares especializados, en donde pueden ir solo los que por herencia material así lo han logrado.

 En este mundo también se nos da la oportunidad, a todos, de tener lo que siempre ha sido casi una fantasía, y esta se hace realidad en cada noche en que los sueños nos invaden y hacen convulsionar nuestro ser dándonos todo que hemos deseado solo en una noche, haciéndonos las personas más felices de todas las que conocemos. Pero al despertar y sentirnos tan alegres y realizados nos damos contra la pared y volvemos a la realidad de todos los días, aquella que nos dice que es hora de salir a trabajar y dedicarnos a lo que es esa habilidad que se nos ha entregado a cada uno de nosotros.

 La realidad, esa bendita forma en que llamamos a toda la existencia que vemos cada día nos obliga a realizar todo aquello que nos de sustento para nuestras familias.  Es aquí, que de esta realidad vemos con una mejor visión las distancias que separan a los grupos de personas, familias y sociedades, desde la forma en que vistes, lo que pienses, lo que tienes, lo que has logrado para convertirte en una gran persona que llama a todos sus días según las circunstancias; felicidad, felicidad, de tener adonde llegar, donde alimentarse, donde dormir, sin que nadie pueda atentar contra esa felicidad ganada.

Sin embargo, no todas las personas se levantan de la misma manera ni tienen adonde ir, ni son dueños del lugar donde comen ni el de donde duermen, pero, si todos soñamos con lo mismo con ser felices y no sufrir, que es lo que determina que todas las personas no tengan las mismas cosas que las demás, que es todo aquello que nos separa y que nos hace enfrentarnos los unos con los otros, porque los sueños al ser todos iguales nos darían una perfecta vida, pero, no es así, la vida nos separa de mil formas que no nos permite ponernos de acuerdo en las cosas que son comunes para todos, por ejemplo, el agua que tomamos todos los días, nos sustenta por igual a todos, pero no todo lo que comemos es igual, ni todo lo que vestimos tampoco, así como todo lo que deseamos, ni todo lo que pensamos.


 Nos separan tantas cosas, que al abordarlas siento una gran decepción al ver que en cada una de ellas existe una gran cuota de egoísmo, un egoísmo que lo hemos sembrado en nosotros mismos, en nuestros hijos, en nuestras familias, en nuestros vecinos, en nuestros semejantes, que ya no alcanzamos a distinguir quién es quién en esta maraña de cosas que nos separan y que por lo cual se nos hace muy duro encontrar el camino en donde todos los caminos se junten para andar juntos la visión de nación que han tenido los pueblos que nos legaron este país, este territorio y esta Patria que necesita de todos para convertirnos en una nación con un solo norte y con una sola visión del mundo para poder encontrar ese camino de unidad, paz y felicidad, que elimine por siempre todas las cosas y las desigualdades que nos separan desterrando primero el egoísmo de nuestros corazones.

 

Que no se nos parta el alma nunca, por este sufrimiento que nos separa, de ver todos los días tantas injusticias, personales, nacionales, laborales y globales, y no poder hacer nada, confluyamos todos en una lucha real y consciente que nos lleve a comprendernos, para, que la intolerancia no sea parte de nuestro diario vivir, sino, que en cada batalla que demos por desterrar la desigualdad, gritemos victoriosos todos juntos porque habremos encontrado el camino que nos echará a andar hacia un nuevo amanecer y un nuevo destino.



 

En un día como hoy 09 de octubre del 2014: Hego Arrunátegui Espinoza.

 

lunes, 9 de octubre de 2023

EL DOLOR DE LA VIDA.


 

                 EL DOLOR DE LA VIDA

En los largos años que van pasando y cuando ya eres adulto, te vas dando cuenta que el tiempo pasa por cada uno de nosotros de distinta manera y vemos en cada ser humano una serie de actitudes y reacciones que solo comprendemos porque pensamos que corresponde a la personalidad de cada uno.

 Vemos las cosas pasar de un extremo al otro y en cada uno de ellos tienes los mismos o parecidos problemas, o porque tienes muchas cosas materiales y recursos económicos, o porque no los tienes y te cuesta mucho el poder obtenerlos.

 En estas dos situaciones nos damos cuenta del dolor que se siente cuando algo te falta o cuando algo que tienes no sabes que uso darle, y sientes un dolor tan fuerte que te sientes impotente al no poder encontrar una salida.

 Lo que sentimos por esto son dolores que no los buscamos, sino, que las circunstancias nos empujaron a ellos, nos hacen sentir que la vida duele cuando no nos enfocamos en el meollo del asunto y que nos hace sentir adoloridos. Es verdad, pero, lo que siempre viene a nuestra mente, es decir, el dolor de la vida que duele y cuesta el vivirla, la sientes y mucho, y uno se da cuenta que ese dolor está allí, lo sientes y lo vez, por tener mucho o por tener poco, o nada, pero, es un dolor que se siente y te abruma sobremanera.


 Sabemos que venimos a la vida con el dolor de nuestras madres para que veamos la luz del mundo, y ese dolor ellas nunca lo olvidan y nosotros tampoco, es por eso quizá, que la vida en si es dolor, y lo sentimos así porque todo lo que obtengamos nos cuesta un gran trabajo y nos hace felices, pero, sentimos dolor también por los demás que no pueden lograr lo que se proponen y eso también duele, porque pueden ser nuestros amigos o familiares.

 Es por eso que el dolor de la vida radica en recordarnos que todas las cosas no vienen fácil,  sino que nos cuesta obtenerlas, pero, cuando obtenemos mucho y queremos más es cuando te pierdes en ese dolor de no saber ya que hacer con tanto, cuando hay muchos que sufren por tener algo de lo que tú lo consideras un excedente, y tu propia soberbia y egoísmo no te permiten extender una mano para ayudar.

 Son esos dolores los que te hacen fuerte, uno para luchar por obtenerlos y lo otro el luchar por no caer en la abundancia que te abruma, porque consideras que eso es felicidad, porque, ya lo tienes todo.

 El dolor de la vida, no es el dolor de vivir, sino el aprovechar las oportunidades y esforzarnos por obtener lo que ansiamos y vivir con el deseo de una felicidad que solo es un paliativo hasta poder realizarnos en todo lo que nos proponemos.

 

En un día como hoy: Hego Arrunátegui Espinoza, 9 de octubre del 2016

 

 

domingo, 8 de octubre de 2023

EL MAESTRO EN EL TIEMPO.


 

                             EL MAESTRO EN EL TIEMPO

 

 

Desde que conocemos el mundo civilizado, siempre hemos sabido que han existido personas que enseñan a otras personas.

Estas personas que siempre han tenido aprendices, discípulos, alumnos, han impartido sus conocimientos aprendidos por  practica, descubrimientos, inventos, creatividad, pero, conocimientos que les han permitido tener a personas con grandes deseos de aprender, superarse, para al mismo tiempo desarrollarse a nivel  personal y obtener mejores logros para su comunidad su pueblo o su país.

 

Estas  personas que han existido en todas las épocas en algún momento de la historia de la humanidad  los llamaron maestros porque eran “prácticos en una materia y la manejaban diestramente”, o los que eran aprobados en un oficio o que lo ejercían públicamente, ellos eran los maestros, los que pusieron primero sus ganas de aprender, de enseñar y le pusieron a este nombre el noble espíritu de la vocación , naciendo así finalmente tan humanitaria profesión que seguirá existiendo hasta cubrir el universo entero de aprender, enseñar y aprender de todos los conocimientos.


 

Es el maestro de todos los tiempos, y en todos estos tiempos estará también  por los siglos de los siglos  nuestro gran guía y único maestro Jesús  que hoy le pedimos envié sus bendiciones a todos los maestros de este presente y a los maestros en formación,   para que siguiendo sus  enseñanzas puedan entregar todo su conocimiento, todo su amor, toda su humildad a preparar a los niños y adolescentes que tienen en sus manos y  que deberán ser una generación nueva, pujante y  que forme nuevos líderes para que sean los nuevos pastores en nuestra patria.

A las maestras y maestros de todos los tiempos, el deseo  es, que sigan siendo siempre tolerantes, pacientes, afectivos con sus discípulos y que puedan ver en ellos no solo una alumna o un alumno, sino que vean  a través de ellos el futuro con el cual una vez ustedes también soñaron. Gracias por su dedicación como maestros, como padres y madres, porque   eso son para nuestros niños y jóvenes, trátenlos como tales porque están poniendo cimientos de un buen futuro para nuestras familias y para nuestra hermosa, y querida patria.

Sean siempre maestros y amen lo que hacen. Ser maestro no sólo es una vocación, es sentimiento, pasión y el deber intenso de formar para cambiar.

 

 

        HEGO ARRUNÁTEGUI

                         

               


EL AMOR DE UNO, ES EL AMOR DE TODOS.



 

EL AMOR DE UNO, ES EL AMOR DE TODOS

 

El amor llena el mundo de vida y lo hacemos tan nuestro y tan de todos que

llega un momento en nuestra vida que amamos a todos por igual. El amor es

un solo sentimiento pero que tiene una serie de matices, y por ello amamos

en cada etapa   de nuestras vidas con un amor que nos parece diferente,

pero cuando empezamos a sentir el paso de los años nuestro amor se va


convirtiendo en un sentimiento mucho más sublime, porque les pertenece a

todos los que forman parte de ese mundo que hemos creado a nuestro

alrededor.  Y cuando el tiempo nos permite reencontrarnos con cada persona

que paso por nuestra vida, ese amor que fue una vez tan individual, se ha

convertido ahora en un amor pleno, lleno de una riqueza espiritual profunda

que se funde en un abrazo cálido y hermoso, en donde el silencio habla en 

nuestros corazones inundándonos de ese nuevo amor maravilloso que ahora

les pertenece a todos, porque supieron entregarlo en el momento justo.

Amemos cada momento de nuestras vidas y los detalles que nos dieron el

valor y la honestidad de entregar los más bello que irradiamos en nuestro

mundo, el amor que les pertenece a todos.

 

HEGO ARRUNÁTEGUI


viernes, 6 de octubre de 2023

SER DIPLOMÁTICOS.

                                       

                        SER DIPLOMÁTICOS

 

En todos los países existen embajadores que forman parte de una delegación diplomática, pero, ¿qué es la diplomacia?  no es otra cosa que el poner en práctica el sentido común y la comprensión entre las relaciones con los países, cuando usamos la palabra y decimos, "hazlo en forma diplomática" esto significa que debemos ser cuidadosos y comprensivos en el trato que debemos tener con personas que son intolerantes, o para atenuar una situación incómoda.

 

Si un país envía a un embajador, busca a uno que es de carrera y sabe todo sobre la diplomacia, que es carismático, respetuoso, un buen ser humano, para tener las mejores relaciones con el país en donde ha sido destacado y sobre todo con sus ciudadanos. Cuando se quiebran los principios básicos de la diplomacia se resquebrajan las relaciones entre dos países porque se considera que un embajador no supo respetar su propia condición de diplomático y no tuvo el sentido común ni la comprensión para manejar una situación difícil.

 

Cuando se llega a esta situación, un pequeño problema se convierte en un gran problema porque no se supo actuar "con diplomacia" o con sentido común ante una situación en que un embajador se envuelve en un incidente que es aislado y que genera un problema entre estados.

Esto es lo que nos pasa a todos los seres humanos en una sociedad que trata de salir adelante poniendo por encima de todo los principios y valores que guían nuestra vida, tratando en todo momento de plasmar en la realidad toda la cultura de un país que nos ha enseñado que el respeto como valor es lo que debe prevalecer en toda persona.

 

Un embajador, por ejemplo, debe ser respetuoso de las costumbres y creencias del país en que se encuentra y respetar los derechos que le asisten a las personas, pero si este embajador, no respeta su condición y su comportamiento agrede a las personas de este país, entonces este diplomático no debería continuar ejerciendo su labor para la cual fue asignado y debe ser retirado del país al que agredió.

 



Ser "diplomático" se puede ser, pero, no podemos esconder la realidad en la que nos movemos y el trato que damos a los demás, debemos decir las cosas de una manera frontal para poder entender lo que las demás personas nos quieren explicar sin necesidad de usar la violencia verbal que es un modo de agresión que nos afecta a todos. No podemos esconder lo que estamos viendo y encarar un mal acto es llegar a un diálogo que nos permita encontrar soluciones a todos los problemas que se nos presentan sin necesidad de ser tan diplomático para esconder de alguna manera una situación real que nos perjudica, para así dar paso a la hipocresía y no enfrentar un problema que sólo el diálogo lo puede resolver directamente sin tratar de esconder la falta que se ha cometido, no seamos “diplomáticos” seamos siempre directos.

 

En un día como hoy viernes de tranquilidad, 06 de octubre del 2023
  
Hego     Arrunátegui Espinoza.