martes, 12 de septiembre de 2017

LA INTOLERANCIA

                    LA INTOLERANCIA

Los años pasan, las décadas pasan y los siglos pasan, pero lo que no puede pasar y va quedando en el tiempo son todos los prejuicios que venimos llevándolos en nosotros mismos y que van aflorando cada vez que la oportunidad se da para expresar una opinión o dar una respuesta a algo o de algo que es contrario al criterio común que se  tiene de lo que ocurre a nuestro alrededor.



Prejuicios terribles que no nos permiten mantener un nivel de convivencia que mejore nuestras vidas y que nos de un espacio de comunicación para resolver los conflictos que mantenemos entre seres humanos. Cómo podemos vivir en una sociedad en donde se te margina por el color de tu piel, por tu situación económica, por el lugar de donde procedes, con todo este tipo de discriminaciones no podemos avanzar en un consenso para cambiar nuestra actual situación y enrumbarnos hacia el progreso y por ende en la aceptación de una cultura que nos haga mirar al mundo y su gente como iguales ante sus ojos, para poder convivir en paz y desarrollo junto con todas las naciones del orbe.



Nos convertimos en intolerantes, por qué no aceptamos las tradiciones y costumbres de los demás, por el simple hecho que esas personas  no aceptan ni soportan las opiniones que son contrarias a las de el. La intolerancia es intransigencia, capricho, obstinación, porfía, tozudez, simplemente por que no aceptamos  ni respetamos a las personas que poseen una manera de pensar diferente, por lo que esto se convierte en un anti valor que nos nos permite convivir como lo deseamos los seres humanos.




Vivimos entre intolerantes en todos los caminos y calles de nuestro mundo, y tenemos respuesta para todos ellos, pero, ocurre que vemos,  que a veces son más, y no tenemos la iniciativa suficiente para enfrentarlos con la verdad de la razón y nos limitamos a ser simples escuchas de todo lo negativo que se nos puede decir cuando se nos discrimina porque no soportan que pensemos que existe un mundo en que sus habitantes se respetan entre si y no son diferentes en sus pensamientos  ni opiniones y no se fijan ni juzgan su procedencia ni su forma de pensar, sino que se aceptan respetando cada quien con tolerancia la actitud de las  personas que en su capacidad respetan las opiniones , las actitudes las ideas de las personas que nos rodean y de todos los demás, aunque nunca coincidan con las que cada uno tenemos.


Lo fundamental de la tolerancia  es el respeto que debemos tener a todo aquello que es diferente de lo propio y que es nuestro, es ponerse en el lugar de los demás para sentir lo que el otro piensa y siente y poder comprender  en su verdadera dimensión el por qué se muestran tan alejados de los que no somos como ellos, pero, que de alguna manera en esta comprensión que queremos tener de su actitud esta la lucha permanente por hacer que esto cambie y que nos aceptemos cada uno como somos, como pensamos y como sentimos, así cambiaríamos y seríamos un mundo diferente.


En un día como hoy: Hego Arrunátegui Espinoza