lunes, 28 de septiembre de 2015

EN LA ALEGRÍA Y LA TRISTEZA.

    EN LA ALEGRÍA Y LA TRISTEZA


En la sociedad humana el hombre tiene un sinnúmero de costumbres y tradiciones que nos distinguen en cada región o país de nuestro planeta y que las consideramos únicas. Son ellas las que nos permiten identificarnos cultural y etnicamente demostrándonos ante nosotros mismos la belleza de nuestras tradiciones y lo que significa ser humano.




Somos tan diversos pero a veces tan iguales que cualquiera sea el lugar a donde vayamos, conocemos de ese pueblo, lo más importante que los caracteriza, y es la alegría de como reciben a un foráneo demostrando con gozo a donde vayan, lo feliz que se sienten.



Hay alegría en todos los rincones del planeta, sea esta por un instante un día, tres, una semana todo el año, quizá, pero, esa alegría es la que nos hace vivir en equilibrio con nosotros mismos, con las  personas con quienes la compartimos, con la naturaleza que nos regala lo mas bello de sus paisajes y sobre todo ese calor de amistad y cariño que nos brindan a donde llegamos.



Dentro de toda esa diversidad cultural en que nos envuelve la idiosincrasia de cada pueblo y la diversión que implica un buen relajamiento dentro de todas las actividades laborables a las que nos dedicamos, encontramos en ellas muchas similitudes que nos permiten identificarnos como seres que mantenemos siempre los lazos de nuestra humanidad en nuestros genes y que deseamos con todas nuestras fuerzas que estos se sigan manteniendo por generaciones en cada uno de nuestros núcleos familiares. 



Aquello que nos une tan profundamente y que nos hace tan iguales como  cuando nacemos, es el matrimonio o la convivencia la que nos da la capacidad de amar y de respetar en cada uno de nosotros lo que sentimos y prometemos para mucho tiempo, o para toda la vida.



Los votos que cada pareja se dicen al momento de casarse o convivir son los mismos en todas partes del mundo, lo que  hace que nos sintamos parte de un solo y gigantesco pueblo, que en los votos que nos prometemos aceptamos uno que dice, te acepto como esposa o esposo, en la salud y la enfermedad, en la alegría y en la tristeza, y todos los demás votos que nos permiten ser parte de un mundo que quiere prevalecer a través de los siglos y en cada generación dejar nuestra huellas y que por ellas nos recuerden.



Sin embargo ocurre que así como nos prometemos amor para siempre y disfrutamos de nuestra alegría y felicidad, llega un momento en que esa alegría se nos esfuma de golpe o de a poco cuando uno de los dos contrayentes, marido o mujer, o alguno de sus hijos o hijas, enferma y nuestra preocupación se hace a veces tan extrema que tambien enfermamos y sentimos que nuestro corazón se parte por esto y nuestro hogar cambia aquí o en cualquier parte del mundo, queriendo de una parte que; nadie fuera de la familia se entere de este sufrimiento que padecen en ese hogar.



Cuando esto ocurre y las cosas empeoran, y  los amigos recién nos enteramos; muchos o pocos, vamos a consolar o confortar a la familia que pasa por esa situación dolorosa, vamos a visitarlos una vez, o dos, como si eso solo fuera una obligación; o lo que ocurre en los centros de trabajo, en que a veces no hay tiempo para ir a visitarlos o en su defecto a despedirse de aquella persona a quien conociste.



En este caso extremo, las personas no reaccionan igual cuando se trata de la alegría o felicidad cuando nos divertimos en grupo, con amigos, familiares o compañeros de trabajo o de estudios; en la mala salud, en este caso la situación es diferente, pues ya no esta la gente que te acompaño en todas tus actividades felices ni en los gratos momentos, sino, solo los que de alguna manera fueron más cercanos a uno, pero a veces ni ellos se acercan o te preguntan como  estas y lo visitas dándole la alegría con tu presencia.



Nos hemos convertido en personas en donde el egoísmo en nuestro accionar y las cosas que haces para producir y sobrevivir son más importantes que las de aquellos que cayeron o se tropezaron en el camino a su destino. Pero sin embargo, todos los seres humanos dimos en su momento y en todos los lugares del mundo los votos de,  en la alegría y la tristeza, o en la salud y la enfermedad, pero fallamos en esto, y duele, y a mi me duele, como a muchos, por todos los que sufren perdidas o pasan por una enfermedad, y nos arrepentimos de ello, por no querer vernos sufriendo una pasión que no acabará hasta que la vida se acabe.



En la salud estamos con todos y nos juntamos, conversamos, trabajamos, nos divertimos,pero en la enfermedad, cuando faltas a tu colegio, Universidad, a tu trabajo, saben que no estas donde debes, pero no saben preguntar, por ti, por el hermano, el amigo, el compañero, de trabajo de estudios de tertulias; no, casi nadie pregunta, pero cuando regresas lo primero que te dicen es hola, que buenas vacaciones, que buena chamba tienes, otro día invita; cuando en realidad la ausencia fue por un accidente, un mal estado de salud, una enfermedad crónica, un fuerte evento de cefalea, un episodio cardíaco, y muchas otras que en estas circunstancias a  nadie le interesa, si fue duro, si sufriste o no; y lo que les incomoda es que faltaste, no estuviste en la exposición, en el trabajo asignado, en la reunión, y solo te critican por esto sin saber en realidad que es lo que te pasó.



Complicado mundo en el que vivimos en que nos olvidamos, de; en la salud y la enfermedad, en la alegría y la tristeza, votos que todos los sabemos y recordamos, pero ,que te enseñan a conocer quienes son los verdaderos amigos, compañeros y hermanos con los que si cuentas y con quienes estarás siempre a su lado, como ellos lo estarán contigo, en la alegría y en la tristeza, en la salud o la enfermedad.


En un día como hoy, Hego Arrunátegui Espinoza.





domingo, 20 de septiembre de 2015

LA VIDA QUE VAS PERDIENDO.

    LA VIDA QUE VAS PERDIENDO

Lo más hermoso que posee el hombre es la vida, y se le otorga por una única vez, y por esa vida que tenemos debemos aprender a utilizar cada segundo de ella para vivir y para entregar de nosotros lo mejor de nuestra capacidad y de nuestros sentimientos,


La vida lo es todo, es alegría, es amistad, es solidaridad, la vida es el producto del amor, pero la vida es tambien sufrimiento, dolor, temor, sufrimiento de muchas formas por no lograr lo que te propones, sufrimiento y dolor por alguien que perdiste, sufrimiento por amor no correspondido, sufrimiento por la falta de comprensión, sufrimiento porqué te entendieron mal, sufrimiento porqué tu palabra de aliento no penetró el corazón ni la razón de quien quisiste apoyar.


Todo esto es la vida, pero no sabría decir que es lo que más se vive de ella, la alegría de saber que existes, que eres feliz o el dolor del sufrimiento que nace muchas veces en tu corazón y que termina en incomprensión.

No se puede decir que es lo que más pesa, pero llegado el momento en que cada caso ocurre, sea positiva o negativamente, cada uno de ellos tiene su propio valor y su propio peso, pero, lo que daña y reciente el corazón es el sufrir, porqué no encuentras en los demás, esa comprensión y esa aceptación que tu quisieras tener por las cosas que haces por alguien y por muchos y que no te logran comprender.

Eso es dolor, sufrimiento, pero tambien es parte de la vida y por lo tanto debes vivir con ese dolor. Pero, es en cada  dolor, en cada sufrimiento que tu sientes o que tu lo causas, en que vas perdiendo un poco de tu vida, porqué ese dolor se va llevando de a poco tus lagrimas, te arranca el corazón, pero aún más doloroso es cuando dejan de creer en tí, por conveniencia, cuando alguien confió en tu palabra, te abrieron su corazón y luego por esas cosas que ha veces no comprendemos se defraudan convenientemente, y ese corazón que te abrió las puertas de sus secretos y de su vida, se vuelca en un torbellino de decepciones y se queda herido y tu no puedes hacer nada porque lo que empezó como algo muy hermoso en confianza, amistad, cariño, y lealtad, rodaron por las mejillas en lagrimas de dolor y decepción, porqué se pensó, que la vida era un constante ataque para que no puedas vivir como tu elegiste ser y como a ti te eligieron muchos.



Este es el dolor que mata la ilusión de no querer se se haga algo más, y la mata por partida doble, primero en alguien y muchos que se estiman y que se quiere y luego la ilusión que se va muriendo en cada día en uno, porqué por esa ilusión de querer sanar uno y muchos corazones heridos y huérfanos de comprensión, he perdido un poco de mi vida, y en ese poco de vida que voy perdiendo se va yendo tambien para acabarse por siempre, la palabra fiel, sincera, la palabra de apoyo la que mitiga el dolor y ayuda a quién lo necesita.

He perdido un poco de mi vida solo en una ilusión en una fantasía de querer sanar un alma herida, y que no se hará realidad porqué han matado en mi y para siempre la confianza de uno y muchos corazones que se apoyaron en mí para escuchar una palabra de aliento y que confortara sus momentos difíciles.

En un día en este tiempo, Hego Arrunátegui Espinoza.

sábado, 19 de septiembre de 2015

LA CULTURA DEL MAL PENSAR Y DEL MAL DECIR

LA CULTURA DEL MAL PENSAR Y
DEL MAL DECIR

Todos hemos aceptado que no somos seres perfectos, pero, no todos aceptamos que cometemos errores y por lo tanto esto no merece una rectificación, porque el orgullo o la soberbia pesan más que una buena actitud de corregir lo que mal hacemos, o lo que mal decimos. Esto porqué de alguna manera pensamos que somos infalibles en lo que hacemos, que solo vemos el error en los demás, pero no vemos los errores en nosotros mismos y vivimos siempre con ellos sin importar que a veces o casi siempre herimos a personas que están a nuestro alrededor que son amigos, compañeros, vecinos y hasta familiares.

Estamos acostumbrados a pensar mal de quienes nos rodean, pero ese solo pensar cuando es transmitido a una segunda o una tercera persona ya no es pensar mal, sino que se convierte en un mal comentario hacia otras personas.

Pero tenemos que comprender que con solo pensar mal de una persona porqué nos "cayó mal", porqué no nos gustan sus "opiniones", porqué trabajan de una manera diferente a lo que nosotros "deseamos", porqué creemos que es "demasiado bueno" con todos o que es muy "amigable", muy "alegre", "muy estudioso", "demasiado intelectual, o que no actúa como ellos "quisieran", entonces, estamos juzgando a alguien que no merece calificativos ni adjetivos negativos de algo que esa persona no lo es.

Sin embargo si esto es solo lo que pensamos mal de una persona, entonces creemos, que si, podemos imaginarnos muchas cosas peores, cuando en realidad decimos las cosas de esas mismas personas, pero no a ellas, sino a terceras y así sucesivamente en que se va tejiendo toda una telaraña de comunicación sobre el juzgamiento de una persona; solo por que se nos ocurrió pensar mal de ella y por consiguiente los terceros se encargaron de decir las cosas mal de esa persona.

Resulta incomprensible, como aún en estos tiempos podemos permitirnos establecer toda una cultura dedicada al mal pensar para divulgar inventando, creando o intrigando de alguien que a veces "no nos cae bien". Pero, como esto no queda aquí nos permitimos alimentar esa cultura del pensar, también en una cultura del mal decir, aún cuando somos conscientes que estamos haciendo daño a quien no tiene la culpa de ser objeto de que alguien solo pensara mal de esa persona.

"Pienso que esta mal lo que hace", pienso que no debería hacer eso, pienso que no esta preparado, pienso que no tomo las medidas adecuadas, pienso que no merece lo que tiene, pienso que trabaja mal, pienso que debe renunciar, pienso que no es capaz, pienso que no debe preguntar tanto, y mil pensamientos más, pero solo son eso, pensamientos, pero que en realidad hacen un gran daño cuando se transmiten directamente a otras personas y se convierten en un mal decir de las cosas que ha veces o casi siempre hacemos bien, pero que a otras personas no les parece, porqué sencillamente no son capaces, de repente de tomar las decisiones que otros si toman, o las medidas que solucionan problemas que otros si las pueden tomar, pero alguien, aquel, del que se piensa mal, quizá no.

Todos debemos luchar contra esta "cultura" del mal pensar y del mal decir, porqué deteriora las relaciones interpersonales  y la relaciones en las instituciones, empresas, negocios, colegios, universidades, barrios y hogares a los que uno pertenece.

Esta "cultura" no puede prosperar en una sociedad como la nuestra que esta luchando por encontrar el lugar que le pertenece en el camino del desarrollo económico,  social y personal como seres humanos.

Debemos evitar  pensar mal de las personas y por el contrario atrevernos a decir lo que esta mal frente a uno y todos, dando soluciones acertadas y opiniones que merezcan ser escuchadas, desechando de ellas el egoísmo y el protagonismo que siempre nos acompaña.

Cada quién, es responsable delas decisiones que toma, como también es responsable de rectificar o subsanar en lo que se equivocó, enmendando su actitud, cambiando su criterio y escuchando las opiniones positivas de los que si desean mejorar para cambiar el estado actual de lo que ocurre en un momento determinado, y así ser mejores seres humanos en el camino que debemos transitar hacia el comienzo un buen futuro.

En un día en el tiempo, como hoy, Edgardo Arrunátegui Espinoza.





viernes, 11 de septiembre de 2015

LA INDOLENCIA HUMANA

LA INDOLENCIA HUMANA



La humanidad somos  todos lo seres humanos que poblamos este planeta que es nuestro hogar y que llamamos Tierra. De el hemos salido ha habitarlo para  ahora después de miles de años demostrarnos que tenemos todas la capacidades para poder tratarnos como iguales ante todos nuestros semejantes en cualquier parte de este mundo.

Hemos desarrollado todas nuestras inteligencias que nos permiten comprender a otro ser humano en todas sus capacidades, en la capacidad de Ser, de Pensar de Sentir y de Actuar, y por todas ellas estamos imbuidos para poder dar de nosotros todo lo mejor de nuestra humanidad y de nuestras capacidades para comprender a un mundo que cada vez se aleja más de su propia humanidad, a pesar del gran avance humanístico y tecnológico que nos permite tener muchas herramientas para poder comunicarnos, compenetrarnos y comprendernos en todas nuestras fortalezas y debilidades.


Durante siglos hemos sido una sociedad humana solidaria con todos los seres humanos que han pasado por una serie de catástrofes naturales o producidas por el hombre, pero, nunca hasta ahora hemos dejado de lado a quien necesita de nosotros para tenderle una mano de ayuda cuando la necesidad y el dolor nos llama. 


Tenemos un sentido de humanidad y de solidaridad que nuestra ayuda a quien la necesita a un nivel de país, se da, pero, otra solidaridad es la que se hace muy personal cuando un ser humano es arrebatado de sus derechos o una calamidad o un problema personal lo afecta de tal manera que al no poder tener los recursos para su solución recurre a la solidaridad de sus semejantes.
El ser humano se ha convertido en estos últimos siglos en un ser mucho más egoísta e individualista, en donde el máximo interés son solo sus obligaciones personales y su gran ego por satisfacer  sus propias necesidades sin importarle lo que ocurra a su alrededor que hiere a muchas personas a las cuales no le s toma ni el más mínimo interés.

El dolor humano se manifiesta en nuestra sociedad de miles de maneras y formas, desastres, muertes accidentales, provocadas, por salud, por venganza, por maltrato, por pobreza, abandono humano, agresiones delicuenciales, enfrentamientos con muertes y secuelas de daños personales. Estos son los mas frecuentes y sobre todo los que merecen de nuestra ayuda y solidaridad, aun cuando se trata de nuestros vecinos, nuestros amigos, nuestros compañeros, nuestros familiares. 


Hace mucho tiempo, ante estas calamidades humanas, nuestro amor a la humanidad nos hacía correr en ayuda de estas personas, pero, ahora, en estos tiempos actuales parece que nuestra humanidad ahora se llama en miles de casos, indiferencia, y sobre todo indolencia humana, aquella que mira el dolor  de los que sufren y no hace nada, miran y pasan de largo, porque mientras no seas tu, no importa, esa es la filosofía de esta época, la tremenda indiferencia al dolor humano, a la injusticia, al que vez tirado y tu mano no lo levanta, al que vez sufriendo por un dolor físico o mental, solo miras y pasas, así sea tu vecino, tu compañero y muchas veces tu amigo o familiar, sencillamente, somos indolentes.


Esta indiferencia e indolencia esta convirtiendo al ser humano en despreciable, porque pudiendo ayudar, preguntar solamente, te sientes bien, estas seguro, te puedo ayudar, no lo hace, sabiendo que la otra persona pide auxilio en silencio, hasta que este se hace permanente y una vida se va. Pasaran por ti no uno sino decenas de estos casos, pero como no eres tu, que importa, pero, llegará el momento en que te toque pedir ayuda y entonces no encontrarás la mano amiga o solidaria aquella que tu negaste a tantos, y entonces el dolor vendrá a ti y la indiferencia de los demás y su terrible indolencia colmaran tu mente y colapsarás sabiendo que nadie te ayudó. Aún así, despertarás en la cama de un hospital o de una clínica con médicos a tu alrededor esperando que despiertes y saber que sigues con vida.

Lo que si sabemos es que aún existe mucha gente que si pregunta, que si te ayuda, que si te apoya, que si te da su mano para levantarte, pero son aquellos que tienen un corazón muy grande que todavía ama a la humanidad y no serán nunca ni indiferentes ni indolentes, ojalá nos encontremos con ellos el día en que los necesitemos y entonces nuestro amor a la humanidad y a nuestros  semejantes volverá y volveremos a vivir.

En un día como hoy, Hego Arrunátegui Espinoza.
11 de septiembre del 2015







miércoles, 2 de septiembre de 2015

EL PODER FEMENINO.

                 EL PODER FEMENINO


En todo el planeta cada nacimiento de un nuevo ser humano viene precedido de una larga espera en que los progenitores disfrutan felices de una vida diferente a la cotidiana, ya no pensando en forma individual ni en pareja como matrimonio, sino que empiezan a pensar por tres cuando es la primera vez que una mujer trae a este mundo  un niño o una niña, recibiendo la madre por este acontecimiento  todos los cuidados y el amor que acompaña esta llegada.


Un nacimiento en que la madre como tal le significará darle a su niño la alimentación diaria y también en convertirse en la primera maestra de su hijo. Esta es una tarea muy difícil que se ha repetido durante todos los siglos en que tenemos poblando este planeta.

No recuerdo cuando ni en que tiempo se empezó a celebrar cada año que iba cumpliendo el que recién ha venido al mundo y ya va creciendo, pero en la generalidad de los matrimonios recordamos el día en que nació nuestro niño y le hacemos una pequeña fiesta en donde cada invitado lleva un presente para recordarlo que en un día como ese, el nació. Pero donde queda la madre que lo trajo al mundo, en un segundo plano? es obvio, pero quien celebra más este hecho es el padre, en donde el considera que lo más importante de ese día es su hijo quien cumple un año más de vida.

Podemos deducir entonces que esta celebración de cumplir un año más de vida debe haberla creado el papá para que su familia y sus amigos recuerden que un día como ese nació su primogénito, aunque la historia remonta este acontecimiento desde los primeros hombres, fueron los griegos quienes lo hacían con una torta y velas encendidas a su alrededor. Pero la heroína aquí es la mujer, la esposa, la madre, la hija, que es quien nos da el regalo de la vida.


La mujer durante el avance de la humanidad ha dado vida a todas las grandes mentes de nuestro planeta quienes le han dado al mundo todos los avances científicos y tecnológicos para disfrutar ahora en esta época en la que ahora vivimos, de todos los descubrimientos, inventos y de todas las creaciones de las grandes  mentes de nuestro tiempo.


Esta es la mujer, la gestora de nuestras vidas  y de estos siglos la que ha sido puesta en un segundo plano ante la predominancia del hombre y de la fuerza de su ímpetu y de su físico, el que ha impuesto condiciones a su tarea de mujer, como madre, esposa, para ser  encargada de las labores domesticas y de la crianza de los hijos. Una  situación difícil, porque a ellas se les negó el derecho a la educación, exceptuando a aquellas casas reales en que la mujer era pareja de los reyes por conveniencia.

Esa vida no ha sido para que ellas sigan en ese segundo plano, pues,
con su gran labor y la experiencia de cada día la mujer empezó a comprender que su rol era mucho más importante en esta sociedad que empezó por decir alto! pero a veces en silencio, oponiéndose desde sus propios hogares y barrios, a seguir permitiendo que el hombre y la sociedad las humille.
La mujer comprendió que el permanente acoso para que haga  todo lo que al hombre y a la sociedad se le antojaba que hiciera, debería terminar, y las palabras basta ya! se empezaron a escuchar una y otra vez, de casa en casa de barrio en barrio de país en país. Entonces empezó su lucha por los derechos civiles de las mujeres.

Todo el dolor contenido por siglos se empezó a manifestar en las calles los mercados y las plazas, una exigencia que tenia la fuerza y la contundencia de un huracán y con el apoyo de aquellas mujeres que escribían sobre esta liberación, se fue acentuando el poder de la mujer en esta sociedad mundial que la había marginado de los problemas y soluciones que le competían como  parte de un mundo que las había marginado durante mucho tiempo.

La mujer dijo, basta ya! al maltrato, a la humillación, a la marginación, al abuso, a la agresión verbal y psicológica, al acoso diario y permanente que la mantenía sin poder expresar todo lo que sentía y pensaba, exigía su derecho a la educación y su inserción al mundo, que empezaba a cambiar con las revoluciones industriales en donde ellas eran un soporte importante en el desarrollo de la maquinaria y la tecnología y de una clase de trabajadores que eran conscientes de su labor en la sociedad.

El mundo trató de cambiar ante esta nueva mano de obra laboral e intelectual, pero se resistió, solo para hacer de la entereza y perseverancia de la mujer una lucha más frontal con aquellos estados que no darían un paso atrás en las reclamaciones civiles de las mujeres. El camino de esta liberación femenina se había llenado de obstáculos, porque el hombre no dejaría fácilmente el camino libre para  que las mujeres exijan que sus derechos sean tan iguales como los de los hombres.

La igualdad de derechos, sonaba como una autentica revolución, y fue tanto el ímpetu de esas valerosas mujeres que hicieron tambalear al hombre y a la sociedad que veían en ellas a un gran rival, que nunca retrocedería y que su movimiento que era mundial, se había convertido en una gran revolución del genero que nos dio la vida y que nos enseño a amar las cosas justas y correctas desde pequeños.

Esta lucha no duró años ni décadas, han sido siglos, pues la mujer logró con grandes sacrificios la obtención de  derechos a los que antes se le negaba, el derecho a la educación, a un trabajo remunerado, a un trato justo e igualitario en la sociedad política. La mujer aceptó este triunfo, pero, al sentir que habían ganado mucho y al empezar a experimentar una libertad con iguales derechos que los hombres, cejaron en su lucha y se incorporaron a esa sociedad que antes las había marginado adaptándose ahora al comportamiento del hombre, aquel ser machista, que todavía miraba con recelo a toda mujer que estudiaba lo mismo que ellos, que tenían el mismo trabajo que ellos, que compraban las cosas que ellos antes se las daban. 

Allí quedo el recelo varonil, y la decisión de la mujer de educarse para ser mucho más capaz y tomar su propio camino se hizo realidad, y empezaron a ser líderes en creación de empresas, negocios, asumiendo muchos puestos que los hombres antes tenían y los hicieron suyos delante de sus propias caras. 

A raíz de todo esto la mujer dejó de luchar y se conformó con lo que había logrado, y poco a poco le fue dejando al hombre una puerta por donde ingresar para que ese machismo logre recuperar su "dominio"ese poder que había perdido ante ese otro genero que era la mujer.
Este hombre empezó a usar su fuerza física, empezó a levantar su voz más fuerte, empezó por hacer de la mujer su propiedad haciendo que dependa económicamente de el, empezó por pagar bajos sueldos y salarios y así dio inicio a su contraataque contra la mujer que había retrocedido en su lucha por una igualdad de géneros.

En todos los estratos sociales pasaba lo mismo y en el hombre empezó a despertar su machismo y su dominio, para, manipular a la mujer que se encontraba ya desarmada sin la beligerancia de sus luchas anteriores por un mayor reconocimiento en una sociedad que la había apartado de todas las decisiones del desarrollo de una nación, con el apoyo de gobiernos que les daban migajas en una gran campaña proselitista en donde ellas en masa solo obedecían.


A partir de ese momento empezó un nuevo calvario para la mujer, el hombre, el caballero, el amigo, el enamorado, el esposo, salieron del letargo de muchos años para demostrar su hombría y su dominio, acosando, maltratando física, verbal y psicológicamente a la mujer a quién las leyes no la amparaban ni protegían. El respeto hacia ellas empezó a perderse y la mujer ha entrado en un estado de sumisión al no denunciar a estos hombres que empezaron a amenazar su vida hasta que ella aceptara todo de parte de el, los maltratos los golpes, las humillaciones y las amenazas que si se iba o lo dejaba, al final "no seras mía ni de nadie" y con el tiempo ante la respuesta categórica y valiente de la mujer, ella decidió poner fin a una relación en donde en muchos casos los hijos eran su fortaleza, pero el "caballero" cumplió su amenaza y las muertes, los feminicidios empezaron a ser la primera plana de los medios de comunicación.


La mujer al haber retrocedido en la lucha por sus derechos, también retrocedió en el trato con sus pares, empezando otro enfrentamiento en donde una mujer ataca a otra mujer, el sentido de género se perdió y el hombre ha sabido aprovechar muy bien esto en todos los aspectos, pues ellas tienen salarios bajos, no se les respeta en su hogar, ni en la calle, en sus trabajos ni en sus barrios, pues, todos buscan aprovecharse de este momento de retroceso de la mujer para sacar beneficios con las manos manchadas de sangre por los golpes y sembrando el terror en todos los niveles de nuestra sociedad.


Ahora ha llegado el momento en que la mujer deberá gritar nuevamente, basta, ya! y salir a las calles y levantar su voz de protesta para que las nuevas leyes que se han dado en el mundo se cumplan y las protejan a ellas y a sus hijos. Los hombres conscientes y los que están al lado de sus compañeras y que son un solo puño, acompañaremos y seguiremos al lado de ellas caminando para que todo este martirio que ellas pasan desaparezca por siempre del mundo en que vivimos, porque no hay padre ni hermano ni hijo que no haya sufrido con sus familiares estos vejámenes del cual solo la mujer los experimenta y no habla de ello hasta que las cosas se ponen difíciles.


Mujer no permitas que el hombre al que tu diste vida, te quite la tuya, o que te humille, o que te golpee, y abuse de tu condición, tu tienes la fortaleza, la capacidad, la entereza para unir fuerza con todas las mujeres, limando primero todo lo que las separa para unirse en un solo puño y marchar nuevamente por las calles antes recorridas para hacer prevalecer su condición de mujer, de madre dadora de vida y el sitio de prevalencia que les corresponde en esta sociedad, tengan la seguridad que miles y millones de hombres estamos con ustedes y marcharemos a su lado para que todo este amedrantamiento, maltratos y muertes cese de una vez por todas. Ustedes tienen un gran poder en sus manos que divididas no lo podrán disfrutar, es el poder de su género de su coraje de su lucha constante por sacar adelante a sus hijos, es el poder de la perseverancia, es el poder femenino que no se arredra ante nada, ustedes son la inspiración del mundo para salir adelante en la conquista de un mundo nuevo y de una nueva humanidad que reconozca la igualdad entre hombres y mujeres en la construcción de un mundo nuevo y un hombre nuevo que tenga la visión de un mundo en donde la capacidad y entrega de las mujeres será el cimiento en la edificación de una nueva sociedad. Mujeres sean una luz en un nuevo amanecer con ustedes dirigiendo este planeta que les pertenece, porque, son las madres de todos los seres inteligentes que existimos y vivimos en el.


En un día como hoy, 02 de septiembre del 2015 Hego Arrunátegui Espinoza.