domingo, 30 de diciembre de 2018

UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD

        UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD


Cuando un año se va vemos como si se tratara de  alguien que se va de nuestras vidas, le damos un trato tan personal que decimos de él, que fue excelente , bueno o no, y empezamos ha hablarle  como si fuera nuestro confesor o a quien le decimos como nos fue y sobre todo como nos sentimos en nuestro interior después de cada experiencia pasada.


Hablamos del año que se va muchas veces quejándonos de no haber podido concretizar lo que en realidad quisimos hacer y no fue posible, hablamos con él  de tal manera que buscamos la forma de resumir los trescientos sesenta y cinco días que  tiene, y se nos hace difícil, pues en donde más nos concentramos es en aquellas cosas que no nos resultaron bien y que nos hicieron perder una gran oportunidad, una que duele en el alma, a la que le dedicaste todo tu esfuerzo, pero cuando en esa oportunidad no estas solo sino que depende de otras personas el que tu obtengas aquello por lo que luchas, entonces tu confianza empieza a debilitarte y te vas convirtiendo en una persona que se llena de decepciónes y dejas de luchar por que el poder del que no quiere que avances se interpuso entre tu y ese poder del otro o de los otros que te dijeron, alto, hasta aqui nomás, y entonces ves como tu mundo en ese instante comienza a derramar cada gota de sudor que te costo el esfuerzo desplegado para poder salir airoso de un gran reto planificado.


Ésta fue una oportunidad que se marchó por el camino andado y que se quedó en un recodo, quizá, esperando a otro caminante para irse con él, pero, sabemos que la vida no es sólo una oportunidad, sino que al pasar el tiempo y los meses de ese año que se va iras comprendiendo ya con más experiencia que debes mirar por todos lados para ver por donde viene el ventarrón que se llevó tus oportunidades y quién lo origino. Como se siente uno con eso, pues, terrible, te das cuenta que el año se va y  llevándose una oportunidad que te dejó con las ansias de no poder haber triunfado en algo que creíste que si podría lograrse y no fue así, porque alguien se interpuso en tu camino convirtiéndose en obstáculo  para tu avance.

Sin embargo, ese año que se va no solo se lleva oportunidades, sino que nos deja grandes bellas y hermosas experiencias donde muchas cosas nos salieron bien y fuimos felices por esos triunfos, pero, siempre quedará el sinsabor de lo no realizado y entonces recapacitamos, nos echamos los malos momentos a la espalda y decimos, no me rendiré tengo una segunda oportunidad que no me la dará nadie, sino que me la daré yo mismo y demostraré que todo es posible cuando recobramos nuestra propia confianza y empezamos por creer más en nosotros mismos, que se vaya este año pero, en este mismo me doy una segunda oportunidad para el siguiente y seguro que con nuestro esfuerzo cumpliremos esa promesa de mejorar para ganar y salir adelante.

Abra siempre gente que no quiere que triunfes, que no quiere verte avanzar, pero ante esto y por encima incluso de los errores que hayas cometido demostrarás lo equivocado que estuvieron aquellos que te pusieron piedras en el camino, y saldrás adelante haciendo un nuevo camino al andar y dejando las huellas que otros no han podido, solo por creerse los dueños del mundo y de las oportunidades que se dan y de las cuales se sienten dueños, sin saber que esto es solo una mera ilusión en su mente de soberbia y poder.


En el día trescientos sesenta y cuatro de un año: Hego Arrunátegui Espinoza


lunes, 24 de diciembre de 2018

DE PASADITA

                         DE  PASADITA


Nos resulta complicado muchas veces ponernos a recordar, reflexionar, meditar, cavilar, rememorar de pasadita sobre todo lo que nos pasó en un año, y se nos hace hasta tedioso volver a aquellos momentos que de alguna manera marcaron un año que se esta yendo, y es tedioso a veces porque el hacerlo nos lleva a instantes, o a largos días y semanas resolver algo que se nos presentó y que cubrió nuestro mundo de nubes tan grises o de días tan claros y soleados que nos han puesto en ambos extremos, unos con preocupación y temor y otros con abundante alegría rebosando en nuestro espíritu, que con solo atisbar un instante en el tiempo de lo que pasó nos hace suspirar tan profundamente porque esos momentos ya pasaron pero, que nos dejaron de pasadita una gran experiencia una buena, otra mas o menos y otra mala o muy mala, pero que al fin y al cabo son eso experiencias que nos sirven para ponderar cuanto de lo pasado ha impactado más en tu vida que te ha removido el cerebro en lo bueno y lo menos bueno.


En esta época en que los días se nos escapan más rápido es cuando mas queremos solucionar cosas o decir cosas que no pudimos decir a alguien o confesar algo que te molestó durante tantos meses que ahora vez la oportunidad de hacerlo y tratas de que así sea, pero estos días se pasan tan rápidos que si no te apuras o decides, todo quedará igual y pasara al siguiente año lo que debiste concluir en este, y que te falta para hacerlo? solo la decisión, el coraje y la oportunidad que ya la tienes para poder concretarlo, y de repente te animas y lo haces o lo dices, y entonces tu año que te fue no tan bueno, terminara con algo muy bonito porque fuiste capaz de enfrentar tu problema de cara a la vida  y de cara ante quién le debías un perdóname, un discúlpame, un lo siento, un te amo a morir, un ya no volverá a pasar, y te darás cuenta que así de pasadita le diste un vuelco a un año que no te fue de repente tan agradable y que te deja un poco triste, o recordarás los momentos mas gratos que desde ese instante los llamaras buenas experiencias y bonitos recuerdos.


Si quieres que tu año acabe bien, entonces debes apurarte en saber e indagar que fue lo que dejaste inconcluso, a medias o no realizable aun,  pudiendo hacerlo, pero que por necedad lo dejaste de lado, ahora pues de pasadita tomate el animo suficiente y el valor  para analizar lo que te ocurrió y subsanar en estos pocos días que quedan siempre los fines de año, para resolverlos y ser feliz por la solución que le darás, y así vivirás con un gran entusiasmo alegría y felicidad los últimos días de un año que no debes odiar porque te enseñó que todo tiene solución y que sólo depende de ti para que todo cambie de un mal año a un buen año que nos deja experiencias que nos harán madurar mucho más, así, solo de pasadita.

A pocos días de terminar un año más: Hego Arrunátegui Espinoza


martes, 11 de diciembre de 2018

LA CASA DE LOS VIEJOS

LA CASA DE LOS VIEJOS

La vida es tan maravillosamente hermosa que cuando llegamos a este mundo ingresamos por la puerta de un lugar que llamamos casa y que le decimos hogar. Poco a poco vamos adquiriendo esa sensación de estar ligados a algo que es tan grande como ese deseo de vivir, y esta sensación  nos la van obsequiando nuestros padres quienes con un infinito amor nos van guiando paso a paso por el largo camino que debemos transitar, nos entregan tanto cariño que el lazo que nos sigue uniendo es como el cordón umbilical que nos mantendrá con vida dentro de ese hogar al que siempre volverás, porque siempre estará allí en ese lugar adonde llegaste y que empezó a radicar eternamente en tu corazón, la casa tu hogar, la casa de papá y mamá, la casa de los viejos, y entonces sabremos que adonde vayamos siempre habrá un lugar donde llegar, y ese es un hermoso sentimiento, ese sentimiento de seguridad el saber que alguien siempre te  va a recibir con mucho amor en ese lugar que se llama hogar.



El tiempo que va pasando va acentuando en cada uno de los hijos su estrecha relación con el hogar en el cual viven, es una armonía  que sincroniza el amor filial y la responsabilidad de irse comprometiendo con la estabilidad de este bello lugar, todos estamos pendientes el uno del otro, si estamos bien, si nos sentimos bien, si nos falta algo, todo esto danzando en esta armonía de amor sublime entre los hermanos y nuestros padres que siguen luchando por nosotros y preparándonos para que el futuro no nos golpeé.



Cada uno mientras va creciendo empieza por ir forjando su propio destino, unos trabajan , otros estudian y esto para beneplácito de papá y mamá que siempre esperan nuestro regreso para almorzar o cenar todos juntos fortaleciendo así nuestros lazos de amor entre la familia que ha crecido casi sin darnos cuenta. 



El tiempo pasa y cada uno va saliendo de casa de papá y mamá , una nueva familia formada, y otra más y otra, hasta que solo van quedando los recuerdos de una vida hermosa que transitó durante varias décadas dejando huellas que nunca se podrán borrar porque no están en el suelo que pisamos, sino que viajaron al corazón de cada uno de los hermanos para desde allí seguir viviendo al ritmo de los latidos que originó cada experiencia vivida en ese hogar maravilloso que nos vio crecer.                    Llega el momento en que la casa se va quedando sin hijos y sin hermanos y sólo queda papá y mamá en su casa, nuestra casa, la casa de los viejos, en donde se siente una soledad que aturde y la tristeza de ver a los viejos, solos,  nos parece que no es justo, que no puede ser posible eso, una gran familia y ahora solo quedan ellos esperando que volvamos con nuestras propias familias a visitar la casa que fue y que será siempre nuestro hogar.                            



Pasamos el día en casa y al final,  veo en los ojos de mamá tristeza en la despedida, es doloroso salir de casa así, abrazarnos, besar la frente aún tersa de mamá y el abrazo fuerte de papá, vuelvan pronto nos dicen y los nietos abrazados a ellos como queriendo quedarse, pero al final salimos con una gran pena sabiendo que ellos se quedan solos, y eso estruja el corazón llenando nuestros ojos de lágrimas hasta que nos perdemos en la vereda del camino tantas veces andado.                       



 El tiempo sigue pasando y llegan los nietos y los bisnietos alegrando mucho más la casa nuestra y plasmando en el recuerdo gráfico los momentos que serán el futuro de la historia familiar, y que cada uno de ellos irán contando en su tiempo esa historia de la cual ya son parte y que nunca olvidarán. Como nunca olvidaré la partida de papá y mamá de su casa para ir a la eternidad dejándonos un gran legado en nuestros hijos sus nietos y bisnietos y viendo desde lejos la casa de todos, la casa de ellos, la casa de los viejos que se queda vacía sin su presencia, sin su amor, con solo los viejos recuerdos que aún transitan por sus habitaciones y pasadizos más los susurros que se escuchan entre las paredes de todas las cosas que allí se conversaron. Así ha quedado la casa vieja, la casa de papá y mamá, la casa de los viejos, que hoy extrañaré más que nunca, porque ya no será nuestra, pero volveré a pasar por ese barrio por esa calle tantas veces transitada solo para verla y escuchar de lejos esos susurros que todavía me llaman y que extrañaré cada vez una y mil veces, una y diez mil veces, porque ese fue mi hogar en donde fui feliz y lloré por tanto amor recibido, y que ahora ya no será la casa de los viejos, porque se puso a la venta, y el mayor precio que tiene ahora, son las lágrimas que allí derrame por ser feliz al lado de mis viejitos.


En un día como hoy de tantos sufridos: Hego Arrunátegui Espinoza