El ser humano vive siempre a la espera que las oportunidades que se le presentan para salir adelante en su camino y a una vida digna y sin problemas, sean de las mejores y adaptadas a su gusto, si esto fuera así, donde quedaría el esfuerzo el sacrificio y la perseverancia en conseguir algo si creemos que todo es tan sencillo, como esperar sentados a que vengan las oportunidades sin hacer nada por conseguir atraerlas, y esta es una manera de ver las cosas.
Que manera de pensar que podemos tener todas las oportunidades solo para nosotros en forma individual dejando a los demás en espera y sin que no nos interese el bienestar del resto.
Que manera de obsesionarnos con ser mejores que los demás haciendo alarde de nuestra capacidad para estudiar sin ver que otras personas no tuvieron las mismas oportunidades de éxito.
Que manera de no entender que un ser humano en un trabajo tambien puede estar laborando enfermo, y como no produce lo adecuado solo pensamos que no encaja en nuestro cuadro y sin preguntarle como se siente lo aislamos sin darle ninguna oportunidad de exponer su situación.
Que manera de amar con tanta obsesión que nuestro amor nos permite creer que tenemos a una persona al lado nuestro para que nos sirva permanentemente y creernos que somos dueños de sus decisiones.
Que manera tenemos de amar con tanta pasión que nos olvidamos que tenemos una familia, y que amamos más nuestro trabajo que la razón de ser del tener una familia.
Existen decenas de maneras de ver el mundo desde las diferentes perspectivas que se nos presentan, y en todos estos casos esas maneras que son todas nuestras propias manifestaciones personales, nos dan una ubicación en la sociedad y la forma como nos comportamos en publico, para de una manera ser socialmente admitidos.
Las maneras que tenemos de pensar, entender, comprender como nos manifestamos, nos dan a cada uno una identidad propia que tiene que ver con la actitud que tenemos ante nuestros semejantes y la forma como se desarrolla o se pone en practica algo.
Que manera tan especial tenemos de decir las cosas, que cuando ya nos conocen, no se espera nada más de lo que siempre pensamos de una persona, a quien identificamos no solo por lo que dice, sino, que conocemos, sus gestos, expresiones y movimientos que identifican su accionar y nos hace entender que dirá, de repente cosas no tan buenas o de repente buenas, pero, que sin embargo con su manera de tratar nos adelantamos a lo que viene después.
Que manera de amar y tenerte, que manera de llevarte siempre en mis pensamientos, queriendo ser dueño de tus sueños, que manera de mirarte si en tus ojos solo hay fuego que quema y no consume mi alma enamorada, que manera de sentirte cada vez que tus manos se enlazan con las mías, que manera de pensar en ti y no olvidarte un solo segundo, que manera de recordarte junto al parque donde nos extasiábamos mirando el verdor que lo bañaba, que manera de recordar las locuras que son parte de nuestra vida y vivir con ellas deleitándonos.
Que manera de sentir, cuando escribes algo que te apasiona y te inspira en todos los momentos de tu vida, ésta es una forma de expresar lo que llevamos dentro, y que, la única manera de decirlo es solamente decirlo, sentirlo y amarlo.
En un día como hoy lunes de primavera del 2019: Hego Arrunátegui Espinoza
