ANTES QUE EL AÑO ACABE.

                ANTES QUE UN AÑO ACABE

Cuando nos preparamos hace algunos años para recibir el año dos mil y luego el advenimiento del tercer milenio, lo hicimos con la más grande expectativa que nos pueden dar nuestras emociones al ser protagonistas de algo muy especial, un año nuevo, un nuevo siglo, un nuevo milenio. Esto ha sido una experiencia que nos ha permitido ser muy reflexivos acerca de todos los logros y avances que ha obtenido la humanidad, en el campo científico tecnológico, como en el desarrollo del ser humano como tal.

Pero, si queremos colocar en una balanza estos dos  tipos de desarrollo, nos daremos cuenta que el avance más significativo lo encontraremos en el desarrollo científico y tecnológico, y esto a todos nos consta porque, somos protagonistas de esta época y sabemos con lo que contamos.

Pero nuestra reflexión debe entonces enfocarse, en el otro aspecto,que es el desarrollo del ser humano, y debemos preguntarnos, cuanto hemos avanzado en este sentido, si seguimos siendo los mismos seres humanos de siempre, la  respuesta a esta reflexión esta  en cada uno de nosotros, analizando, si en realidad hemos dejado de ser agresivos, soberbios, tiranos,orgullosos de lo negativo, anti solidarios, fabricantes de la exacerbación de nuestro ego, deshonestos y todo lo que empaña nuestro avance social y humano.

Si somos conscientes que al analizarnos nosotros mismos en nuestro desarrollo personal, observamos que aún mantenemos, todo o parte de este lado negativo, de ser así, entonces nuestra reflexión, deberá estar encaminada a entendernos y comprendernos mejor, a conocernos más, hasta que podamos desterrar de nosotros todo lo negativo que tenemos hasta convertirnos en verdaderos seres humanos, en donde, el respeto, el honor, la dignidad, la lealtad,la solidaridad, la comprensión, el amor hacia los demás, sean parte cotidiana de nuestra vida en comunión con todos los demás seres humanos.

Esperemos que en este nuevo año que viene lo recibamos con un nuevo cambio en nuestras actitudes y en nuestros corazones y que podamos comprender más a nuestros semejantes y no ser indiferentes ante el sufrimiento y el dolor, sino, que aprendamos al lado de todos ellos a seguir luchando por la paz, la comprensión, la armonía y la solidaridad en nuestros hogares, para ser dignos de ser llamados, seres humanos aprendiendo a compartir nuestros logros y ser solidarios abriendo nuestros corazones para quien nos necesita.

En un día en el tiempo, 27 de octubre del 2013: Hego Arrunátegui Espinoza.