YO SOY ADULTO MAYOR
En esta vida caminamos tanto y en ese trayecto vamos aprendiendo de a poco, como dejar huellas más profundas de las que pisamos, cuando andamos y pasamos de una experiencia a otra. Aprendemos de todas las cosas que se nos presentan y vemos, pero, nunca dejamos de caminar, porque en este camino de la vida es necesario andar, pisar firme y dejar que las huellas vayan haciendo un camino del cual partirán también otros, para recoger los frutos de esa experiencia del que anduvo antes que tu.
Caminamos tanto que a veces sin darnos cuenta el tiempo hizo su trabajo y nos muestra en el horizonte hasta donde podemos llegar, y nos detenemos solo un instante para dar vuelta y mirar que tan largo fue tu camino y que tan profundas han sido tus huellas para que se puedan ver y decirte con orgullo, veo mis huellas en este camino como surcos que he ido haciendo con cada paso que he dado, otros sembraran en esos surcos y los adornarán con semillas que otros verán germinar y los demás serán quienes cosechen los frutos de la experiencia de tan largo caminar.
La vida ya casi se pasó, y nos hemos hecho viejos, viejos pero de tanto andar y de tanto dejar para todos, porque se que algún día dejaremos de hacer surcos y solo nos limitaremos a cosechar lo que otros, los viejos, han hecho en ese viejo camino; entonces llegará el momento de sentirnos con una gran felicidad sabiendo que nuestras huellas han dejado su rastro en un camino que lo hicimos con esfuerzo, dedicación y amor, para, los nuevos, que ahora cosechan y disfrutan de esa entrega que nos dejaron los viejos, nuestros abuelos y padres, y entonces diré, yo soy viejo, y allí están mis huellas; y partiré feliz.
En un día como hoy, recordando el día del Adulto Mayor: Hego Arrunátegui Espinoza.
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