EL SIGLO QUE LES DEJAMOS

                          EL SIGLO QUE LES DEJAMOS

Los adultos, padres, maestros, orientadores, tutores, en algún momento de nuestra madurez nos preguntamos, ¿que les dejamos a esta nueva generación? y la respuesta a esta pregunta creo que ha sido sólo de esperanza y de buenos deseos, pero también creemos que nuestras enseñanzas, nuestros consejos y orientaciones han desarrollado en estas nuevas generaciones la capacidad para construir los cimientos para un mundo nuevo en donde los niños y jóvenes del presente tengan en su futuro las bases principistas y los valores que necesitan para poder acceder a un mundo nuevo dentro de una tecnología nueva.

Todos hemos contribuido para que ustedes los niños y jóvenes puedan ir desarrollando sus capacidades y que el desarrollo de su inteligencia pueda ser puesta a prueba en forma permanente para lograr que sean personas mejor preparadas ante la exigencia del mundo actual.

Desde este frente que representamos como educadores y padres, nosotros estamos logrando cumplir con nuestra misión de dejarles una preparación científico humanística que les va a permitir sentar las bases para que puedan tomar en su momento el timón de su vida y el timón de nuestro país, que ahora los necesita tanto, como los talentos de esta nueva generación emprendedora, para poder vivir algún día sin sobresaltos y sin tensiones y con la certeza de la labor cumplida.

Creemos que estamos haciendo lo  correcto para decirles a todos ustedes, niños y jóvenes de esta generación, que les estamos dejando un siglo nuevo para que puedan realizar todos sus sueños y fantasías, y que nosotros sus padres y maestros no hemos podido quizá cumplir, porque nos empeñamos en hacer que ustedes tengan las mejores herramientas para que sean mejores seres humanos.

Que en este nuevo siglo, del cual ya hemos avanzado un paso, tengamos las mejores satisfacciones de ver que han sido y son los mejores hijos, los mejores alumnos, y los mejores ciudadanos para construir de esta manera un país nuevo sin desigualdades y marchar juntos hacia el encuentro de un nuevo amanecer.

En un día en el tiempo: Hego Arrunátegui Espinoza