UN GRAN HÁBITO

                                                   UN GRAN HÁBITO

Todas las personas adolescente y adultos jóvenes, van viendo pasar los hermosos años de sus vidas viviendo a plenitud cada momento y experiencia que se les presenta, pero, es a estas edades en que deberían comprender que una caminata en solitario, el correr por las mañanas o la noche, igualmente en solitario, o sentado en un parque viendo el amanecer o el hermoso atardecer, deberían, deben hacerlo no solo por la salud física, sino también por la salud mental, he ir reflexionando sobre todo aquello que ocurrió el día anterior, o sobre las posibles soluciones de un pequeño o un gran problema, para, que con la claridad y frescura del día puedas sentirte muy relajado y puedas tomar esos inconvenientes en tu vida y repasarlos en tu mente para darles una solución siempre beneficiosa.

Una comprensión de lo que ocurre en tu vida analizada al aire libre, entre tu y la naturaleza, te deben ir dando con el tiempo una rutina, pero no una simple rutina sino que debemos entenderla como un buen hábito para reflexionar sobre nosotros mismos y sobre nuestro actuar ante las cosas que se nos presentan. El aire fresco de la mañana, o el olor a flores y hierba fresca del atardecer, son el mejor alivio para sentirte relajado y analizar tus preocupaciones con toda calma en tan bello escenario. Así de esta manera podrás aprovechar al máximo tu tiempo reflexionando y agradeciendo por todas las cosas buenas que te ha tocado vivir.

Una caminata solo, haciendo un recorrido urbano, te da la sensación de nunca haber pasado por ese lugar, porque lo vez con otros ojos y lo sientes diferente y con nuevas sensaciones, que te dan una gran vitalidad para pasar el mejor día habiendo sentido la naturaleza en tu alma que te ha regalado una gran calma y paz interior. Podrás haber pasado por ese mismo lugar decenas de veces, pero no, como ahora, observando cada detalle y sintiendo el vibrar de las voces como un canto y el olor de las comidas como la ambrosía mas deliciosa, que juntas todas ellas te darán la sensación de una gran calma y veraz con los ojos cerrados el universo entero con toda la belleza que encierra.

Caminar solo, como un hábito, para despejarte de todas  tus  inconveniencias, es el mejor regalo que nos podemos dar, hacerlo es muy sencillo, pues es solo cuestión de voluntad, y te hará sentir vivo, para andar un día mas en la vida.

En un día bello de sol como hoy: Hego Arrunátegui Espinoza.