En el desarrollo humano, llegar a la etapa de la
adolescencia, a veces representa un buen reto para los padres y maestros que
tienen que enfrentar comportamientos diversos, de parte de sus hijos y alumnos
que buscan casi siempre su propia identidad mediante experiencias que resultan
muy atrevidas o desafiantes.
Para
quienes estamos en la obligación de orientar y educar a este sector de jóvenes
que nacen a una nueva vida, creemos que debemos empezar por saber comunicarnos
y escuchar a los jóvenes que quieren descubrir y experimentar tantas cosas al
mismo tiempo, que las dificultades son las que encuentran primero como parte de
un conocimiento que quiere ser aprendido casi forzosamente y que les representa un buen
reto, porque para los adultos a veces nos resulta un tanto difícil comprender
los estados de animo y las diversas reacciones y opiniones de los jóvenes ante
los problemas mas cotidianos que se les presentan.
Cada
uno quiere ser un líder, un caudillo y piensa que el mundo le pertenece y que no necesita
de nadie para enfrentar todos los problemas que se derivan de los estímulos que
se van presentando en su desarrollo.
Pero cuándo hay comunicación y dialogo
permanente creemos que podemos integrarnos a ese espíritu joven sin necesidad
de imponer nuestros puntos de vista, sino que debemos aprender a escucharlos y comprenderlos para que puedan tener en nosotros una mano amiga y una palabra de
aliento que los ayude a tomar sus propias decisiones basadas en la objetividad
de los hechos.
Así
como ellos van llegando a esta etapa de adolecer de todos sus experiencias,
también a la vez van disfrutando de una hermosa primavera, que va viendo
florecer en ellos los mejores logros y la superación de sus dificultades, hasta que aprendan a vencerlas.
La
juventud es entusiasmo, es energía y vitalidad, y deben saber sacarle el mejor
provecho posible para que puedan construir los mejores cimientos para una vida
digna y sana.
Vivir
como jóvenes les va a permitir vivir la vida intensa y apasionadamente porque
eso es lo que les da la vida, para que la disfruten poniéndole pasión a todas
las cosas que emprendan, pero de una manera sana, sin herir a nadie con su
comportamiento ni dañar la imagen que como jóvenes les esta costando levantar,
porque al ser ustedes los mejores arquitectos de su vida, deben aprender que el
diseño de su visión de futuro debe ser el mejor para que la vida que les toque
vivir en el futuro sea la mejor, porque empezó con una hermosa primavera en
donde vieron florecer su hermosa juventud.
En un día en el tiempo: Hego Arrunátegui Espinoza. 02 de julio del 2013
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