miércoles, 3 de julio de 2013

A MARÍA ...POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS.

        A MARÍA...POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS

Nadie hay mas protectora en este mundo, que nuestra madre. Para ella no existe el hijo malo, es el amor encarnado en una mujer, que todos, en los momentos de angustia, miedo o peligro siempre la nombramos por que sabemos que esta siempre a nuestro lado.

También sabemos que nuestra madre única  aquella que vio a su hijo sufrir paso a paso camino al calvario, nos dio una gran lección de amor, de sacrificio, de resignación ante el sufrimiento de su hijo. Y es por ello que nosotros también amamos a esa madre eterna que late en el corazón de muchos seres humanos por que su amor y misericordia son tan grandes que mitigan el dolor de los que sufrimos por diversos motivos.

A ella recurrimos cuando recordamos a nuestra madre y a ella le oramos para que la mantenga siempre sana y alegre, aún a pesar de los hijos que a veces se olvidan de ella.
Pero allí esta ella, para comprender el dolor y el sufrimiento de los que padecen, de alguna pena, un desencanto, una desilusión  una pérdida, y ella esta allí para ayudarnos, para comprendernos por que ella es nuestra madre eterna, nuestra madre de todos los días y sus noches, nuestra madre a quién le   pedimos que ruegue por nosotros los pecadores, ahora en todos los días de nuestra vida y también en la hora de nuestra muerte, porque ella estará allí, esperándonos para acogernos en su seno con toda su inmensa bondad.

A María de los pobres, a María de los pecadores, a María de los desamparados, hoy le pedimos que mire hacia nosotros y que pueda ver en nuestros niños, jóvenes y adultos lo que estamos perdiendo y que nos cuesta mucho aceptar, estamos perdiendo nuestra amistad, nuestra comprensión, nuestra solidaridad, nuestro amor hacia los demás, estamos perdiendo nuestra lealtad, nuestra honestidad, nuestra veracidad y cerrándole el paso a todo lo contrario, solo para vivir para nosotros mismos sin importar a quienes pisoteamos o que espaldas nos sirven de apoyo para escalar posiciones, nos falta madre mía más comunicación, entendimiento, comprensión, saber escuchar y dar aliento.

Te pedimos a ti María, madre nuestra nos ayudes a encontrar el camino de la comprensión, del amor de la humildad de la misericordia, del perdón para ser gratos a tus ojos y para que siempre estés a nuestro lado.
A ti Madre maría, que nos das el amor y que rogarás por nosotros por los siglos de los siglos, te pedimos, no nos abandones y danos una muestra de tu infinita bondad y misericordia para ser uno con todos y para ser uno con tu espíritu.

Gracias María Santísima por ser nuestra Madre, guía y compañera, por los siglos de los siglos.

En un día, en el tiempo: Hego Arrunátegui Espinoza

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