jueves, 4 de julio de 2013

INCERTIDUMBRE


                      INCERTIDUMBRE

Como estas, que te pasa, estas bien  que tienes, son preguntas que nos suenan familiares por que las hemos escuchado de muchas personas, familiares, amigos, compañeros, vecinos, pero sin embargo no siempre respondemos sobre lo que nos pasa, y nuestra  respuesta es siempre, estoy bien, no tengo nada, no pasa nada, pero, la situación siempre o a veces es otra, llevamos "la procesión por dentro" es lo que nos decimos, es un sufrimiento personal único, que no deseamos que nadie se entere, por que estamos mejor así, sufriendo a nuestra manera un calvario producido por un hecho que no queremos enfrentar y nos refugiamos en nuestro interior a sufrir, sabemos que nos hace daño, pero queremos eso, sufrir, ver por nosotros mismos la salida a nuestro problema para saber hasta donde llegamos y ser de esta manera lo suficientemente hombres o lo suficientemente mujeres, para sacarnos el problema de encima.


Pensamos muchas veces que no necesitamos de nadie para que nos ayude a caminar un poco en esta vida y al interiorizar nuestros problemas le damos la oportunidad a la desilusión,  a la frustración, a la decepción, al desencanto, para que hagan trizas nuestra voluntad y nos obligue a seguir internándonos más en nuestra mente, y  la realidad ya no existe, solo, las respuestas que nosotros mismos nos damos en nuestros pensamientos, sin darnos cuenta que estamos entrando a un abismo que nos tiende sus manos para abrazarnos a ese mundo que nos quita nuestra esencia y la capacidad de ser nosotros mismos para hacernos débiles, sin voluntad,  transformándonos en otra persona y cayendo en lo nunca quisimos, la depresión.

Esta situación nos genera una incertidumbre que no sabemos como controlarla, hasta que se vuelve en una gran incertidumbre, y es entonces que en lo mas profundo de tu sufrimiento buscas salir de ese estado para dejar de sentir pena por ti mismo y recurres a lo que esta dentro de ti en lo más profundo de tu mente y luchas por alcanzarla, es esa voluntad que perdiste y con ella la motivación y el coraje de volver a ser tu mismo. Es difícil llegar a ser tu mismo nuevamente cuando quieres solucionar las cosas por ti mismo sin pensar en las demás personas que siempre te preguntaron, que te pasa, que tienes, estas bien, ahora esas personas están allí  pero, no puedes llegar a ellas, hasta que te des el coraje suficiente para ir escalando las paredes de ese abismo que te entrego a la sumisión y a la derrota por no confiar en quienes te aman de corazón.

Cuando empiezas a perder determinación en las cosas que tienes que hacer, debes recurrir a quienes más quieres para que puedan aliviar en ti tus preocupaciones, y sobre todo llenar ese vacío de la expectativa en que podrías hacerlo todo tu solo. Las cosas no resultaron así y pensaste que nadie era necesario para poder ayudarte en los problemas que te acechaban y que al final hicieron mella en tu espíritu y determinación y te crearon una gran incertidumbre al no saber ya que hacer en una situación de por si muy difícil.
La incertidumbre nos genera duda, y cuando nos sentimos indecisos, todo nos ataca y nuestro cerebro no tiene defensas, por que tu se las quitaste. La vida nos da todas las herramientas para poder enfrentar todo tipo de problemas, pero, nunca estamos solos, están los demás, los amigos, los familiares y compañeros que pueden comprendernos y darnos una luz en nuestro andar para asumir las cosas con mayor objetividad y teniendo en cuenta que no estamos solos.

En un día como hoy: HegoArrunátegui Espinoza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario