Los humanos somos seres muy especiales, tenemos sentimientos que por un
lado nos hacen sentir que vivimos en una gran familia, en la cual incluimos a
nuestros compañeros, amigos y gente especial. Pero al mismo tiempo también nos
sentimos egoístas, soberbios , superiores a todo el mundo, y apara lograr esto,
en la realidad no medimos lo que hacemos y nuestra vida se convierte en un
ataque casi permanente hacia las personas que nos rodean para poder mantener
ese estatus de diferencia que nos permita controlar esa cuota de poder y dominio
que queremos ejercer ante los demás.
Sin embargo esta posición egoísta que nos da de repente un poder ante los demás, en lugar de lograr una aceptación, vamos obteniendo poco a poco un rechazo, que a veces no nos damos cuenta y vamos agrediendo con nuestras actitudes a quienes comparten con nosotros un lugar en el trabajo, un lugar en nuestros hogares, y una gran amistad.
Preferimos a veces mantener esta actitud y no cambiar, porque nos hemos acostumbrado "a ser así y porque quizá así logramos mantener nuestra obstinada posición, resistiéndonos a cambiar para mejorar, ¿pero es difícil cambiar, cuando hemos sido tanto tiempo soberbios, orgullosos en nuestro diario actuar? para muchos creo que si, porque, cuando tomamos la firme decisión de cambiar , no lo hacemos "de la noche a la mañana" como quisiéramos sino que este cambio al ser sistemático tiene que ir enseñándonos día a día, que al ir conociendo a las personas en sus verdaderos sentimientos de cariño, amistad y entrega, estas nos están dando las lecciones de vida que nunca aprendimos y que nos hicieron alejarnos con nuestra conducta de imponer, y no comprender; de los verdaderos amigos, familiares y compañeros con quienes compartimos nuestra vida
Cuando nos damos cuenta que la vida esta llena de gente que desea
apoyarnos, ayudarnos y motivarnos, a veces, no queremos entender que si existe
gente solidaria, buena con un gran sentimiento de ayuda y comprensión hacia los
demás y que desean estar al lado de todos para compartir los momentos mas
gratos que se puedan pasar en el trabajo, el colegio, la universidad, la casa o
el barrio.
Pero que es compartir, sino el dar de nosotros lo mejor de nuestros
sentimientos hacia los demás, compartir un momento de ayuda en el trabajo, en
los estudios, compartir el alimento, el pan , como lo hizo Cristo, compartir un
momento de alegría, compartir también nuestras penas para buscar un consuelo en
quienes nos rodean. Compartir es mas, es
entregarse a dar lo mejor de ti mismo, sin esperar nada a cambio, compartir es
dar cariño, porque la vida al ser también alegría y amor nos permite entregar
de nosotros este sentimiento para hacer que la felicidad nos invada y sentirnos
seguros con quien estamos y confiados que compartiendo nuestras alegrías y nuestras penas no estamos solos sino que
hemos encontrado lo mas hermoso en nuestras vidas que es la alegría de
compartir.
En un día en el tiempo, hace diez años: Hego Arrunátegui Espinoza, 25 e junio 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario