domingo, 1 de diciembre de 2013

EN EL AÑO VENIDERO.


EN EL AÑO VENIDERO


A veces pensamos que es difícil detenernos un momento al final de un año para poder hacer un balance, una síntesis, de todo lo que hiciste en un año. Todos tus aciertos así como todos tus errores, difícil porque no sabes, quizá, por donde empezar, porque salvo que seamos perfectos consideramos a veces que no hemos cometido muchos errores, en nuestro hogar, con nuestra familia, en los estudios o en nuestro trabajo.



Y es aquí en donde empieza la aventura de reconocer verdaderamente que fue lo que hicimos, bien o mal, acertado o errado, pero al fin de cuentas es lo que debemos aceptar por que ya esta hecho, y es casualmente este tipo de reflexión la que nos debe dar la pauta de lo vivido durante cada año que pasa.


En   muchos casos somos muy reticentes para aceptar que hemos cometido errores, que nos hemos equivocado, que hemos sido renuentes al cambio, y todo  aquello que nuestra soberbia y nuestro orgullo nos  han permitido aflorar por ser solamente seres humanos.


Ahora ya no podemos corregir lo que ya hemos hecho, pero si, podemos reconocer, que si nos equivocamos, que cometimos errores y esta en nosotros mismos corregirlos o enmendarlos, pero que a su vez este reconocimiento o aceptación sea tomado por los directamente involucrados, familia, amigos, compañeros de trabajo o de estudio, por jefes y maestros, como un gesto de valor para cambiar y mejorar.



Pero no se puede cambiar si es que cada uno de nosotros no tenemos el apoyo o la ayuda de quienes nos rodean, y que en lugar de poner obstáculos, nos ayuden a abrir nuevos caminos, para ver en el horizonte nuevas perspectivas que nos involucren a todos, en los cambios que necesitamos hacer para poder avanzar imprimiéndole eficiencia y calidad en lo que hacemos para sacar la  empresa que aceptamos manejar y para la cual vivimos.




No necesitamos críticos ni buscadores de errores, sino, personas que nos den su mano y su hombro para poder seguir adelante, todos y juntos. Esto se llama familia y se llama equipo, y si hay enfrentamientos en su interior, entonces no podemos contar ni con una familia ni con un equipo.


Debemos vivir y trabajar para consolidar nuestros valores como seres humanos y ser a la vez el ejemplo para otras personas, para, que cuando tengan el poder en sus manos lo sepan administrar correctamente en beneficio de todos los que luchan por salir adelante, para que sean hoy mejores que ayer, y mañana mejores que hoy.




Todos debemos aprender a vencer nuestras dificultades y ayudar a los demás a que las venzan sin necesidad de obstaculizar o humillar, sino animar y dejar que la creatividad el talento y la imaginación hagan su labor sabiendo que hay apoyo, reconocimiento y palabras hermosas por lo que hiciste, y a veces solo falta decir, lo hiciste bien, te felicito, gracias por tu ayuda....y empezaremos entonces a avanzar sin detenernos hasta lograr nuestra meta y seguir siendo los mejores, porque así nos lo hemos propuesto.


Siempre habrá en mi, un ferviente deseo de que el año venidero sea siempre mejor para ti.



En un día en el tiempo: Hego Arrunátegui Espinoza.




No hay comentarios:

Publicar un comentario