CAMBIO DE ACTITUD
Vivimos en un mundo en donde la lucha por sobrevivir se hace tan cotidiana que se ha extendido a todos los ámbitos del quehacer humano. Luchar para buscar tu propio espacio te va a implicar enfrentarte a una serie de obstáculos que solamente los podrás superar cuando cambie tu actitud respecto de como ves lo que ocurre desde tu perspectiva. Una actitud diferente para un cambio diferente, que significa dejar atrás una serie de prejuicios que venimos arrastrando como lastre a lo largo de los años, generación tras generación.
La intriga que elabora confusión y desestabiliza emociones, la suspicacia que pone en duda la credibilidad y la transparencia de nuestros actos, la envidia que hace daño y perjudica porque no se lucha por lograr obtener lo que se envidia, la mentira, propiciadora de falsa imagen y de una "verdad" fantasiosa que construye castillos en el aire, el chisme, el rumor y la murmuración que desconoce amigos, destruye reputaciones y "crea enemigos", son parte de ese lastre que debemos dejar en el pasado y rescatar de cada uno de nosotros las cualidades que nos hacen ser diferentes para emprender el único camino por el que debe transitar el nuevo ser humano, el de la superación de la Humanidad.
Debemos tratar con insistencia de no buscar defectos en los demás y resaltarlos, sino que debemos aprender a valorar en ellos sus cualidades y sus virtudes minimizando lo negativo, para que de esta manera podamos ver florecer en los demás los mejores logros humanos.
Todos los principios y valores formativos que cada ser humano posee deben estar siempre por encima de cualquier iniquidad porque están sustentados en una formación moral y espiritual muy sólida que han sabido darnos nuestros padres y que por lo tanto debemos rescatar porque son el sustento de nuestra propia vida y consciencia.
Hacer prevalecer las cualidades y las virtudes por encima de nuestros defectos nos va a permitir ir mejorando en nuestra condición de vida para encontrar en forma definitiva el espacio que nos corresponde en este mundo y aprender a vivir mejor y en comunión con nuestros semejantes.
En un día en el tiempo, Hego Arrunátegui Espinoza.
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