domingo, 8 de octubre de 2023

EL MAESTRO EN EL TIEMPO.


 

                             EL MAESTRO EN EL TIEMPO

 

 

Desde que conocemos el mundo civilizado, siempre hemos sabido que han existido personas que enseñan a otras personas.

Estas personas que siempre han tenido aprendices, discípulos, alumnos, han impartido sus conocimientos aprendidos por  practica, descubrimientos, inventos, creatividad, pero, conocimientos que les han permitido tener a personas con grandes deseos de aprender, superarse, para al mismo tiempo desarrollarse a nivel  personal y obtener mejores logros para su comunidad su pueblo o su país.

 

Estas  personas que han existido en todas las épocas en algún momento de la historia de la humanidad  los llamaron maestros porque eran “prácticos en una materia y la manejaban diestramente”, o los que eran aprobados en un oficio o que lo ejercían públicamente, ellos eran los maestros, los que pusieron primero sus ganas de aprender, de enseñar y le pusieron a este nombre el noble espíritu de la vocación , naciendo así finalmente tan humanitaria profesión que seguirá existiendo hasta cubrir el universo entero de aprender, enseñar y aprender de todos los conocimientos.


 

Es el maestro de todos los tiempos, y en todos estos tiempos estará también  por los siglos de los siglos  nuestro gran guía y único maestro Jesús  que hoy le pedimos envié sus bendiciones a todos los maestros de este presente y a los maestros en formación,   para que siguiendo sus  enseñanzas puedan entregar todo su conocimiento, todo su amor, toda su humildad a preparar a los niños y adolescentes que tienen en sus manos y  que deberán ser una generación nueva, pujante y  que forme nuevos líderes para que sean los nuevos pastores en nuestra patria.

A las maestras y maestros de todos los tiempos, el deseo  es, que sigan siendo siempre tolerantes, pacientes, afectivos con sus discípulos y que puedan ver en ellos no solo una alumna o un alumno, sino que vean  a través de ellos el futuro con el cual una vez ustedes también soñaron. Gracias por su dedicación como maestros, como padres y madres, porque   eso son para nuestros niños y jóvenes, trátenlos como tales porque están poniendo cimientos de un buen futuro para nuestras familias y para nuestra hermosa, y querida patria.

Sean siempre maestros y amen lo que hacen. Ser maestro no sólo es una vocación, es sentimiento, pasión y el deber intenso de formar para cambiar.

 

 

        HEGO ARRUNÁTEGUI

                         

               


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