sábado, 18 de enero de 2014

LOS GRITOS DEL SILENCIO


                   LOS GRITOS DEL SILENCIO


En todas las etapas de nuestra vida pasamos por una serie de cambios que nos permiten ir renovando en nosotros nuestra forma de pensar y de actuar para sintonizar con el cambio que se va produciendo en la sociedad por todos los avances que se experimentan en todos los aspectos de nuestra vida.




Es extraordinario cuando después de tanto tiempo, y en silencio, nacemos y vemos la luz del mundo, y el silencio deja de serlo y se convierte en una gran manifestación de amor, del grito de la vida que hace al silencio admirarse por tan estentóreo llanto que nos dice a todos, aquí estoy he nacido.

En nuestra vida que la andamos todos los días, vamos viendo en cada persona, momento, o lugar una gran cantidad de situaciones que a la vista son muy agradables, por ver a gente muy feliz, pero, también observamos que muchas otras tras una una forma agresiva de trato, no dicen nada y solo nos queda pensar en la debilidad de aquellas personas que así, responden a esa agresión, solo con el silencio, sin que sus labios logren pronunciar palabra alguna.



Vemos estas situaciones no solo en los lugares por donde andamos, sino en los lugares que pensamos deben ser agradables para nosotros, como nuestra escuela, nuestra universidad, nuestro centro de labores, nuestras empresas, allí se observan también muchas situaciones en donde la persona es agredida no solo con palabras sino, también con actos y actitudes que te dicen, estas mal, no haces las cosas bien, no mereces un buen calificativo, o estas bien con tu sueldo no exijas más. En todas estas situaciones, muchas de las personas involucradas en ellas no tienen una respuesta, y es el silencio el que les dice, no puedes hacer nada, así es la vida.

Es decepcionante cuando ante tanta injusticia, no haya en muchos una palabra de respuesta que permita que todo lo malo que nos acecha pueda cambiar, pero, no siempre han tenido que ser las cosas así, sino, que la historia nos ha enseñado que los seres humanos hemos luchado siempre por cambiar las cosas para poder sentirnos escuchados en nuestras exigencias de una mejor vida para cada uno.


Cuando ya el ruido del mundo se va acallando y no hay voces en las calles que digan lo que sienten, entonces seremos testigos de todos los gritos del silencio guardado por mucho tiempo en nuestros corazones, y saldrá por fin la voz y la palabra para decir basta, basta ya de tanto abuso, hasta aquí les permitimos a quienes dominan todos nuestros estados de animo y nuestros sentimientos, al no permitirnos avanzar, no más, y es entonces que el grito de uno se convierte en el grito de muchos, y el grito de muchos se convierte en el grito de todos, si, de todos los que hemos guardado silencio tanto tiempo, para decir, es nuestro momento, nuestra hora, y los gritos del silencio se escucharan hasta el espacio para decirle al mundo que más de la tercera parte de sus habitantes no se siente contento con el trato que nos están dando nuestros gobernantes, de repartir la riqueza de la tierra en forma desigual.


Queremos un mundo sin diferencias, queremos un mundo en donde los desheredados de la riqueza que producimos, seamos parte del mundo que si disfruta el tener lo que todos ansiamos, la libertad de sonreír, de gozar, de gritar nuestra felicidad sin que no nos falte nada y poder dejar en nuestros hijos la herencia de un mundo con igualdad, sin discriminación y con pleno derecho a la libertad de disfrutar de todo lo que producimos. Entonces los gritos del silencio ya no lo serán porque han gritado como en cada nacimiento nuestro, y ese grito es el grito de la felicidad de amar a la vida y amarla con la libertad con que nacemos y en igualdad de condiciones.

En un día como hoy: Hego Arrunátegui Espinoza




No hay comentarios:

Publicar un comentario