domingo, 12 de enero de 2014

ESAS PEQUEÑAS DIFERENCIAS.


          ESAS PEQUEÑAS DIFERENCIAS


Vivimos en un mundo que nos cobija de tal manera que al darnos todo, solo tenemos que recoger, explorar, perforar, pescar, cosechar, todo lo que nos permite vivir y construir con nuestro trabajo el mundo que necesitamos para hacer de nuestras vidas lo que como seres humanos siempre hemos aspirado tener, un albergue y paz para avanzar y tener mayores comodidades dentro de las oportunidades que se nos presentan y ser mejores en cada día.


Nos educaron diciéndonos que todos tenemos las mismas oportunidades para salir adelante, pero desde que empezamos a estudiar, esas oportunidades no las encuentras siempre en tu camino, sino que debes buscarlas para que te abran las puertas primero para una buena educación y luego a buscar como seguir sobreviviendo.


En este mundo que se nos presenta muy fácil el vivir, no vemos la realidad, sino, hasta el momento que algo nos hace ver que este mundo no es aquel que nos dijeron, en el que todos teníamos las mismas oportunidades, sino, que salvo algunas pequeñas "diferencias" todos tenemos que luchar por salir adelante.


Son casualmente esas pequeñas diferencias que todos a veces queremos esconderlas las que hacen del nuestro un país con mucha desigualdad, o sea que no todos tenemos las mismas oportunidades para vivir, para estudiar, para trabajar, para aliviarnos de nuestros males, en fin, esas pequeñas diferencias que así se nos ha dado por llamarlas para sentirnos aliviados un poco de las culpas que tenemos por ser parte  de este sistema  que nos hace acentuar esas diferencias para alejarnos más de aquellos que no son como  "nosotros".


Sin embargo si vemos las cosas desde otra perspectiva, desde donde  las ven los que sienten esas diferencias, ellos las sienten y las ven tan dolorosamente que en el tiempo se han convertido en una gran desigualdad, que los ha separado en una tremenda  brecha social, con quienes manejan los medios que permiten educarte, darte trabajo, formar una pequeña empresa ambulante, y los que venden las mercancías que nos permiten sobrevivir.



Esas pequeñas diferencias que nos separan son las que transforman nuestro país en muchos sectores de producción, que en la necesidad de tener todas las cosas que cada familia y cada individuo necesita, vende todo su esfuerzo por una escasa remuneración que solo lo convierte en una persona descontenta por no haber tenido o aprovechado las oportunidades que se le presentaron en un momento  de su vida, tal y conforme se lo dijeron.



Por consiguiente debemos deducir que por esas pequeñas diferencias tenemos un país que no es unido, ni tan solidario, solo porque en esa gran desigualdad que existe, casi  nadie te tiende una mano para ayudarte, sino, que te enfrentas solo a un mundo que hace añicos todo tipo de esperanza que puedas albergar en tu corazón. Así de esta manera no podemos construir un país unido, sino, que nos enfrentamos cada día con el dolor de esas pequeñas diferencias, que hacen de la desigualdad un país discriminador en todos los aspectos.




Que esas pequeñas diferencias que nos enferman y que a la vez nos separan, las podamos comprender en todo el sentido de su realidad y que aunemos esfuerzos en no seguir profundizándolas, sino, que aprendamos de ellas  acercándonos a quienes son diferentes a nosotros, por cuestiones de origen, educación, formación, color de piel, para tratarlos mejor y evitar que esas pequeñas diferencias nos sigan consumiendo poco a poco como país y nunca sentir que somos parte de una verdadera nación.



En un día como hoy 12 de enero del 2014: Hego Arrunátegui Espinoza 





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