domingo, 12 de febrero de 2017

TRAICIÓN A LA PALABRA.

TRAICIÓN A LA PALABRA

Caminamos en esta vida con la seguridad que en cada año que ha pasado hemos adquirido una gran cantidad de conocimientos que se han transformado en especialidades que ahora, nos permiten plasmar todo lo asimilado en la visión que tuvimos de como iba a ser nuestra vida, con diversos conocimientos, pero tambien con el fortalecimiento de nuestros principios que le dan a cada acto que realizamos el valor que merece para lograr que la integridad, sea el norte que ilumine el camino de la vida que elegimos.



Se nos educa en casa, se nos educa en la escuela el colegio, el Instituto, la universidad, nos especializamos en una y otra profesión, formamos nuestras empresas o trabajamos para otros ofreciéndole nuestra experiencia y conocimientos, pero todo esto, respetando los derechos que nos asisten a todos como seres humanos, pues para esto existen leyes que protegen tanto a inversionistas, empresarios como a los trabajadores, el respeto es mutuo y de igual manera lo es tu  trabajo y tu productividad. Pero, así como existen leyes, existen tambien otros compromisos que solo necesitan de nuestra palabra para que sean aceptados, y el solo hecho de decir, te doy mi palabra, te lo prometo, es suficiente para todos los que viven con integridad en una sociedad que necesita reforzar sus valores y creer más en las personas.

Toda esta confianza que ponemos en alguien que merece todo nuestro respeto se lleva por un tiempo esa intranquilidad con la que vivías y te sientes confortado porque sabes que una palabra empeñada por alguien con mucha integridad, lo vale, y es esa la seguridad que tu has estado buscando para sentirte feliz de poder realizar algo que habías planificado.

Cuando obtienes un trabajo  y en las condiciones laborales te tratan con todas las de la ley, eso es bueno, pero cuando el empleador al margen de la situación legal, te promete que saldrás adelante y que tendrás todos los beneficios para vivir cómodamente, confías en esa palabra y te sientes satisfecho de lo que estas alcanzando y entregas todas tus energías en ser tan productivo  para devolver con tu esfuerzo la promesa ofrecida porque esta es palabra de honor.


 Todos tenemos sueños y luchamos por verlos realizados algún día, trabajamos duro para que esto sea así, te casas y sabes que debes tener tus comodidades para poder vivir y en lo primero que piensas es en tener un lugar propio donde hacerlo y eso es algo tan natural que esperas concretarlo con el fruto de tu trabajo, gran sueño que no es tan corto como el de una noche, sino que te va tomando dos tres cinco y mas años, y cuando ya han pasado muchos y has trabajado demasiado, recién te das cuenta que todo tu esfuerzo se lo dedicaste a la empresa para la cual trabajaste, que creció mucho logrando grandes éxitos, pero que se olvidó de ti, y no fue un simple olvido sino que te mantuvieron con la necesidad de trabajar para que solo sobrevivieras y entregaras todas tus energías al progreso de tu empleador, pero de tu propio progreso y beneficio, de eso, no se olvidaron, usaron de ti tus recursos, habilidades y conocimientos para explotarlos y crecer ellos, mientras tu sueño, y tus grandes sueños, empezaban a dormir en las arcas de quien te empleó para  decirte luego que no podrían ayudarte porque no estaba en sus presupuestos otorgarte aumentos o prestamos para hacer realidad uno de los  sueños de tu vida.


La vida esta llena de grandes decepciones, de otras frustraciones con las que tendrás que vivir, pero a un alto costo, creíste en tus valores, creíste en los principios y los valores de otros, pero, la traición a esa palabra y promesa empeñada se da tan fácilmente y se quiebra tan rápidamente que vulnera en ti tus propios principios y valores, porque empiezas a no creer en nada ni en nadie y te vas perdiendo a ti mismo y en lo que creías al depositar tu confianza en alguien que después faltó a ella sin ningún tipo de escrúpulos y dejándote en la más terrible orfandad, porque no solo confiaste en una persona sino que fueron muchas y de esas muchas la mayoría traicionó sus principios y sus valores solo por un aprovechamiento personal y un lucro desmedido que les brindará las más extremas comodidades, pero, nunca la felicidad, porque de ella no podrán disfrutar jamas, mientras existan personas cuyos sueños no se han podido hacer realidad.

En un día como hoy: Hego Arrunátegui Espinoza.













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