LA DESHUMANIZACIÓN LABORAL
En
la sociedad actual sabemos que todos tenemos derecho al trabajo el cual esta
refrendado en la
Constitución del estado.
El trabajo es un derecho pero también es una obligación
para todos por que es la forma de vivir
en esta sociedad que a cambio de nuestra fuerza de trabajo manual o
intelectual percibirán una remuneración
que es la que servirá para la manutención de nuestras familias y de nosotros mismos.
Cuando te preparas para desarrollar alguna actividad que te sirva luego para obtener trabajo o formar una empresa, te preparas con esfuerzo y gusto por es lo que has elegido para toda tu vida. Aunque después uno elija prepararse en otra especialidad, esto te permite tener más conocimientos para desarrollar mucho más tus aptitudes y habilidades y demostrar que tienes talento para varias actividades, de las cuales uno se sentirá orgulloso y satisfecho porque es lo que le gusta hacer.
El trabajo dignifica al hombre, es la
expresión mas hermosa que hayamos leído o escuchado, y es verdad, el trabajo
nos hace ser dignos de lo que hacemos y dignos ante nuestra familia, ante los
demás, y dignos porque con nuestro trabajo aportamos al desarrollo del país.
Esto es todo lo teórico bonito acerca del
trabajo, pues sabemos que la realidad es otra. Pues solo hablaremos de los que
si tienen trabajo y como a veces el tenerlo resulta toda una pesadilla esta
termina o por enfermarnos o por renunciar porque este se hace tan insoportable.
Pero debemos entender que al tener un trabajo tenemos dos tipos de
contradicciones, sin contar la que tenemos con nosotros mismos, una con
nuestros empleadores y otra con nuestros compañeros de trabajo. Cualquiera de
estas contradicciones que se haga antagónica y no se superen llevarán a un claro enfrentamiento.
En la coyuntura actual sabemos que el tener
un trabajo ahora es casi un privilegio. Y es casualmente por esto que muchos empleadores no han asumido realmente
lo que es tratar de administrar los
recursos humanos, sino que los usan
en muchos casos como peones para
poder disponer de su trabajo a su antojo y poder desplazarlos de una sección a
otra o a cualquier sucursal a veces como una forma de “castigo”.
Nos preguntamos ¿pero donde empieza realmente a deshumanizarse la relación laboral existente en un centro de trabajo?
Creo que no hay un punto de quiebre en
esto, por que todos sabemos que si
trabajamos para alguien siempre lo hará para percibir ganancias y para lucrar. Esto no es un delito pues es parte del
sistema. Pero cuando empezamos a sentirnos incómodos o nos incomodan en nuestro trabajo personas o hechos entonces
el gusto que sentimos por el trabajo se convierte de a poco en un malestar
hasta llegar muchas veces a odiar lo que antes querían y para lo que te habías preparado.
El inicio de este malestar puede empezar de
abajo en la estructura laboral o de arriba cuando la dirección que se le da a
la empresa no es una orientación de trato agradable y de indicaciones u órdenes
laborales justas sino que estas se dan verticalmente sin tomar en cuenta la
opinión o criterio del trabajador que casi siempre hace uso de su creatividad
para moldear la indicación dada y mejorar el resultado que se espera de esta
orden de trabajo.
La deshumanización laboral se da en este
sentido cuando tu no cuentas sino solo
para conseguir un fin. No importa tu salud, tu estado de ánimo por el trato, no
importa la persona sino lo que se le ordena que haga.
Empieza a vislumbrarse entonces una política de trabajo de laborar por temor
y no por responsabilidad o cariño a lo que le gustaba hacer.
¿Pero quien imprime este temor? Obviamente que viene de arriba como comúnmente conocemos a los empleadores, los jefes inmediatos, quienes implementan esta política del miedo, acosando a cada instante, diciendo, terminaste, ahora has esto, tanto demoras, o de lo contrario te quedas sin trabajo.
Y ¿por qué deshumanización? Porque el
trabajador empieza a perder su dignidad aceptando los maltratos verbales, el
acoso laboral, y las humillaciones de quienes se espera casualmente sean verdaderos
líderes empresariales.
A veces la resistencia del trabajador a
este trato es responder ante este tipo de actitudes, pero con el riesgo de ser
aislado, humillado reubicarlo a puestos menores o sencillamente no tener que
hacer, teniendo un “trabajo “o sencillamente despedirlo.
Encontramos entonces que la humillación
dentro del trabajo hecha por los empleadores y efes inmediatos, hace eco del
personal y son los propios compañeros de trabajo los que siguen con esta
“táctica” sacada no se de que planeamiento estratégico, el que se observa
cuando no es uno el acosado o marginado.
Cuando se aprende a humillar a ignorar, a
acosar, a bajar la autoestima del trabajador, a insultar, a dudar de la
capacidad de quien trabaja, cuándo se aprende a no tener en cuenta lo que
siente ese recurso humano, cuándo se aprende a no interesarse de los problemas
que aquejan al trabajador en sus aspectos personales, cuándo se aprende a
escuchar los rumores y a creer en las intrigas, entonces es cuando la verdadera
deshumanización laboral empieza. Ya no eres un recurso para la empresa sino un
peón o alguien en quien desahogar las
frustraciones, y cuando te encuentras débil y expuesto por todo esto, empieza
el otro padecimiento, el del compañero de trabajo, que aprovechando esta
situación,”hecha mas leña al fuego”,denigrando, diciendo lo mal que estás y
sacando provecho de esto busca entonces hacerte a un lado de cualquier manera
para ocupar tu cargo o por lo menos estar bien con los demás “haciendo leña”
del árbol ....que todavía no cae. Es aquí también en donde el compañero de
trabajo empieza el camino de deshumanizarse, a olvidarse de sus propios
sentimientos hasta conseguir lo que quería, deshacerse de los obstáculos
humanos para poder ascender, o en todo caso no compartir responsabilidades,
sino el deseo de quedar solo y ser el único quizá, qué pueda hacer bien el
trabajo asignado a expensas de aquel a
quien ayudó a minimizarlo, marginarlo hasta colocarlo contra la pared. No
importa que piense, qué sienta ese compañero de trabajo, el fin es separarlo de
todo lo que hace, lo que sabe y lo que podría hacer mejor sin importar los
medios que se usen, DESHUMANIZACION LABORAL? claro, sí los sentimientos no
cuentan , sino solo el puesto que vas a ocupar
y la ascendencia que tendrás con
tus empleadores.
Así de esta manera va ocurriendo con los diferentes ejecutivos
de área, de departamento, de sección, siendo el mal trato el mejor ejemplo para
ellos, pues parece que aquél que mas agresivo se presenta, el que mas presiona,
el que no entiende razones, el que más acosa, es el más escuchado por los de “arriba”
los gerentes y jefes inmediatos, siempre y cuando lo tenga bien informado de
todo lo que ocurre y manteniendo así el status de temor con el que dirigen la empresa, ¿Reingeniería del siglo? Investiga, vívela y lo sabrás.
HEGO ARRUNATEGUI ESPINOZA 06 de marzo del2015
Esto de minusvalizar al empleado es un táctica muy antigua. Al bajar la estima y la confianza en una persona, esta queda presa del empleador porque se juzga sin condiciones de buscar otro empleo mejor o hacer su propio emprendimiento. De esta manera, el empleador o quien lo representa puede someterlo sin riesgo a que, un buen dìa, se encuentre sin empleado eficaz. Gracias
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