LA AGONÍA DEL TIEMPO
Siempre hemos pensado que existe algo que nos va marcando la pauta de la ruta que nos hemos trazado en ese largo canino de la vida que nos ha tocado transitar, vemos en cada día de ella como ese algo, se presenta ante ti y no se detiene ningún instante para por lo menos recapacitar que ya esta allí, solo,llega y nos obliga de una manera intolerante, a seguirlo y andar a la par de su propia exigencia poniéndonos espacios y momentos de vida, que debemos ejecutarlos tal y conforme el lo dictamina según nuestras propias necesidades para seguir subsistiendo.
Estamos ligados a un espacio pero que no solo nos permite tener la capacidad de andar por el y disfrutar en donde estemos, sino, que ese espacio no tendría razón de ser sin la compañía mas grata del tiempo que es el que determina cuanto inviertes de el, para cada cosa que emprendas hacer o realizar. Son demasiadas las expresiones que tenemos respecto del tiempo que siempre hemos querido, amarlo, abrazarlo, dedicarle nuestras mas bellas frases que a veces todo eso se pierde, cuando recordamos una frase que desdeñosamente viene a nuestra mente, "oh, no se como matar el tiempo" y si el te escuchará de veraz, creo que le daría valor a tus palabras.
El tiempo no es sino, una medida para realizar las cosas que planificamos, lo que pretendemos realizar en ese espacio que nos pertenece, en el cual podríamos deambular por el, toda la vida, sin tener le menor certeza cuando acabará todo ese andar si no habláramos tan mal a veces del tiempo. Aunque se suele no hablar mucho de el, estamos siempre limitados, pegados, dependientes de el, pero tambien somos agradecidos, cuando decimos, "que bien tuve tiempo suficiente paro todo" y nos sentimos felices por que supimos conjugar el espacio y el tiempo.
No todo el tiempo vas a tener lo que tu quieras o vas ha hacer lo que tu quieras, es lo que decimos a veces a otras personas y nos lo decimos a nosotros mismos, porque es el, el que tiene toda nuestra vida en sus manos, hacemos o dejamos de hacer algo, cuando lo tenemos a el, dispuesto a apoyarnos en todos nuestros buenos planes o no , si estos planes no son tan buenos o no son bien planificados. El tiempo que pasamos en esta vida es el que va determinando con su paso, lo que seremos en ese tiempo, uno futuro, pero, para que lo sepamos aprovechar debemos prepararnos y tener casualmente el tiempo justo para realizar y concretar lo planificado.
Muchos seres humanos viven pendientes del tiempo, otros hacen lo que deben hacer en un tiempo previsto y lo cumplen sin necesidad de estar tan pendientes del tiempo. Existen cosas que se hacen en tan corto tiempo, que pensamos , por que nos preocupamos cuanto demoremos si esta en nuestra capacidad aprendida que este tiempo solo radica en nuestra mente y trabajamos en función de el, con las habilidades aprendidas y heredadas de quienes nos dieron la vida.
Cuando dejamos de trabajar o de hacer todas las rutinas de un solo día, es allí en donde el tiempo nos parece hacerse visible, pues, vemos como se pasa un minuto, y ese conteo se hace tan largo, que nos damos cuenta que en diez segundos nos pueden transmitir una idea, una emoción,dar una información, ver imágenes que nos transmiten algo, nos saludan y preguntan por nuestra familia y respondemos en ese corto espacio de tiempo. Si eso ocurre en tan solo diez segundos, entonces podemos presumir que toda nuestra vida puede durar solamente un día y hacer en el todo lo que el tiempo nos permita, puedes empezar por ser niño, y ver en ese día toda tu niñez, tu adolescencia tu adultes, tu realización personal y profesional, ver crecer y educar a tus hijos, hacerte viejo y abuelo, y al final del día habrá terminado tu vida, tal y conforme la soñaste.
El tiempo que tenemos agoniza todos los días, en cada tarde y en cada noche, sufrimos por tratar de vivir al máximo de todas nuestras expectativas, queremos ser casi perfectos en todo, pero al final de todo, es el tiempo, ese que agoniza todos los días, el que determina hasta donde puedes llegar en ese día, es el, que al llegar la noche y agoniza por todo lo sufrido el que te da la oportunidad de valorarlo y comprender que es el único que te dará la solución y salida a todos tus inconvenientes o no, es ese tiempo que agoniza en cada tarde y en cada noche, contando sus segundos como años, el que debes valorarlo y aferrarte a esos diez segundos que te dicen tanto y en que aprendes tanto, que si no los aprovechas, agonizarás en esa tarde o en esa noche, y la vida habrá terminado en esa agonía del tiempo en ese día que es toda tu vida.
En un día como hoy de verano: Hego Arrunátegui Espinoza.