NO PRESENCIAL
Cada cierto tiempo en nuestra historia ocurren hechos que marcan todo un momento significativo en nuestras vidas que nos deja un gran recuerdo muchas veces de algo negativo de lo que le ocurre a la humanidad, un hecho del que todavía no terminamos de salir, pero nuestra lucha permanente por la sobrevivencia nos ha hecho luchar cada uno en su trinchera contra algo que era casi incontrolable en nuestras vidas.
Ha sido un tremendo golpe para todos nosotros, hemos vuelto a nuestros trabajos, a nuestros centros de estudios y cada uno de nuestros amigos y compañeros tienen una historia que contar, de la pérdida que han experimentado de un familiar, cuando hemos regresado a nuestros trabajos ya no están uno, dos o tres de ellos que fueron afectados y cada uno tiene una historia que los propios amigos la cuentan por el gran sufrimiento padecido y luego la partida del familiar, del amigo o el compañero que ya no lo vez en el trabajo o en la casa y nos hace recordar éste triste momento de una partida muy dura e inesperada de aquel a quién hemos estimado y querido.
En el trabajo, ya no está en su escritorio, ya no está en su oficina, ya no está en la fábrica, ya no está en su comercio, ya no está el vecino, y esto nos hace sentirnos con cierta soledad porque alguien partió y no pudimos despedirlo, ahora, que ya se ha regresado a los trabajos extrañamos al que partió y extrañamos su conversación y extrañamos el ya no verlo todos los días, ese calor humano es el que se ha sentido herido por la marcha de todos aquellos a quien hemos amado y querido y que quizá, en este momento ellos piensan en nosotros desde el cielo, así como también nosotros pensamos en ellos y será por toda la vida.
En un día como hoy once de enero del 2023, Hego Arrunátegui Espinoza.
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