LO QUE SE VA YENDO
Llegamos una sola vez a este mundo, y desde que estamos aquí aprendemos todas las cosas que van pasando en cada año que vivimos, y todo se da en un constante avance de todas las cosas que este mundo nos ofrece, vamos creciendo y cada día que pasa al igual que los meses y los años, éstos nos dejan un gran conocimiento que va alimentando nuestro cerebro de tantas experiencias, que nos hacen tan hábiles que nuestras destrezas se ponen en competencia con otros humanos, y que a la vez estos conocimientos y experiencias los compartimos para ir creando un mundo cada vez mejor.
Con el transcurrir del tiempo nos damos cuenta que siempre hemos mirado al norte y de frente, pero, nunca nos hemos dado una vuelta para mirar por un instante lo que estamos dejando y que se va yendo de nosotros y del mundo que nos rodea, es algo grande, porque, se han ido tantas cosas y en el presente se van yendo otras, que solo las dejamos que se vayan porque lo nuevo es mucho mas desafiante y esto nos gusta, el avance de la ciencia y la tecnología que nos da un sabor de futuro y de como serán las cosas dentro de unos años más.
Cuando vemos lo qué se va yendo al voltear la mirada, solo nos tomamos un momento para ver lo que vamos abandonando y que por el interés superior del avance de la humanidad lo dejamos atrás sin notar lo importante que fue aquello, o aquellos que se fueron y que nos dejaron algo, que valoramos, y de los que ahora se están yendo, y que están a nuestro lado, y dejando también lo suyo, son aquellos que ya no seguirán en nuestro camino, pues, les toco partir sin que nos demos cuenta que es lo que nos dejaron para seguir avanzando en ese camino que se llama desarrollo y futuro, pero, que al mirar nuevamente, vemos esas huellas que han dejado en su paso por el mundo y que hoy las seguiremos para
seguir avanzando en la construcción de un mundo nuevo.
Se va yendo de nuestro lado algo que es solo nuestro, los años vividos, los años de infancia, los de adolescencia, los años jóvenes de a pocos en este presente, los amigos del colegio, las amigas y los amigos que ya no volverán, el amor entregado sin reservas que colapsó de repente por un celo enfermizo, se fue el amor ese que creías era eterno, se fueron los hermanos de la casa de los viejos, se fue el amor que engendró a los hijos, se fueron tantos a quien amas que a veces los olvidamos tan rápidamente por que te embulles en el trabajo y éste empieza a ser el mejor amor que hayas sentido de repente.
Se van yendo todos y todo, en un momento que sin siquiera darnos cuenta, ya ha pasado tanto tiempo y que no has vivido como otros lo han hecho, por haberte olvidado de muchas cosas elementales en la vida de un ser humano, y cuando este tiempo te marca las horas, y los calendarios te marcan el paso de los años, te preguntas si de alguna manera te olvidaste de vivir aquellos pequeños detalles en familia que te hacen sentir grande.
Te olvidaste de vivir, y entonces te das cuenta que fue así cuando las cosas y las personas y las huellas que quizá dejaste, si se fueron yendo con el paso del tiempo, y no te diste cuenta de ello hasta que volviste la mirada atrás y viste todo lo que habías dejado, sin darte cuenta, qué todo lo que se te ofreció para ser feliz, se fue yendo sin conocer lo que en realidad era la felicidad de vivir en un mundo, en que no estás solo y que debes compartir con todos, los frutos de tu esfuerzo y tu dedicación para caminar juntos hacia el camino de una vida nueva construida con amor y para que no te vayas tan rápido sin dejar huella en este mundo.
En un día como hoy de primavera, 30 de octubre del 2019: Hego Arrunátegui Espinoza.
Se van yendo todos y todo, en un momento que sin siquiera darnos cuenta, ya ha pasado tanto tiempo y que no has vivido como otros lo han hecho, por haberte olvidado de muchas cosas elementales en la vida de un ser humano, y cuando este tiempo te marca las horas, y los calendarios te marcan el paso de los años, te preguntas si de alguna manera te olvidaste de vivir aquellos pequeños detalles en familia que te hacen sentir grande.
Te olvidaste de vivir, y entonces te das cuenta que fue así cuando las cosas y las personas y las huellas que quizá dejaste, si se fueron yendo con el paso del tiempo, y no te diste cuenta de ello hasta que volviste la mirada atrás y viste todo lo que habías dejado, sin darte cuenta, qué todo lo que se te ofreció para ser feliz, se fue yendo sin conocer lo que en realidad era la felicidad de vivir en un mundo, en que no estás solo y que debes compartir con todos, los frutos de tu esfuerzo y tu dedicación para caminar juntos hacia el camino de una vida nueva construida con amor y para que no te vayas tan rápido sin dejar huella en este mundo.
En un día como hoy de primavera, 30 de octubre del 2019: Hego Arrunátegui Espinoza.