domingo, 18 de marzo de 2018

SOBREVIVIENDO.

SOBREVIVIENDO

En este mundo todos nacemos sin que lo pidamos, somos el fruto de la unión y el amor de dos seres humanos que decidieron juntar sus caminos y enfrentar resueltamente toda la dicha de esa unión como tambien las desdichas que nos traen los obstáculos que se interponen en ese largo o corto transitar de lo que es la vida.


 
No todos iniciamos nuestra vida con todo lo necesario para vivirla en un mundo en que todo se nos abastece y quizá un lugar donde vivir, cada quién en el transcurso de este caminar va aportando con trabajo todo aquello que se necesita para vivir o sobrevivir, según como te toque, por cuanto en este mundo las oportunidades son pocas y no se les presentan a todos, porque no todos son dueños de los medios de producción ni todos son dueños ni de la tierra que habitan.


Entonces, que hace el resto, sobrevivimos convirtiéndonos  en dependientes de otras personas que contratan nuestro esfuerzo y preparación para generar dinero. Esa es la vocación de aquellos que lucran con el sudor de los demás para vivir placida y cómodamente en una vida que ya nos demostró que no todos somos iguales, pareciéndonos la vida un campo de batalla en donde los que tienen las mejores armas y estrategias son lo que ganan.

 


Vivimos en este mundo sobreviviendo, a los embates de la naturaleza, a un sueldo bajo y a una dependencia laboral que solo le interesa  que cumplamos con nuestra obligación de trabajar y sus resultados y nunca del como se siente esa persona en su estado anímico o en el de su salud, y si lo hacen, es para contar los días no laborados para no pagarlos, no importándoles si se quebrantó tu salud o si estuviste al borde de la muerte.

Nos pasamos la vida en muchos casos sobreviviendo sin ser reconocidos en las labores diarias y en el esfuerzo que se entrega para cumplir con tus obligaciones aún a costa de tu propia salud que a veces a nadie le interesa, solo el, ven, trabaja, produce y cumple.

Aunque no pedimos venir a este mundo, el nos escogió para vivir una vida que se supone sería llena de felicidad, pero, en lugar de vivirla así, nos la pasamos en muchos casos sobreviviendo al egoísmo, la indiferencia y el desapego, en un mundo que nos grita, vive, vive, que te necesitamos, pero que muchos no escuchan, ni saben escuchar, porque la indiferencia es su modo de vida.

En un día como hoy, HEGO ARRUNATEGUI  ESPINOZA.





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