UN DÍA GRIS
A veces nos cuesta mucho definir lo que es exactamente la vida, el tenerla, gozarla, disfrutarla vivirla al máximo y entonces agradecemos por ello a quién con infinita ternura nos la dio físicamente para que la cuidemos y la honremos por todo el tiempo que la tengamos para dejar en ella las huellas de nuestro paso por un mundo que nos abre las puertas a todo lo que es desconocido para todos nosotros y que con el pasar de los años nos daremos cuenta que estamos aquí para continuar o cambiar lo que otras generaciones empezaron.
La vida se nos presenta con grandes y bellos momentos, pero, también nos presenta los grandes peligros que ella puede darnos y la enfrentamos como queriendo decirle que podemos con ella aún con todas sus bellezas y virtudes para demostrarle, quizá, que somos muy inteligentes y listos que podemos estar a su nivel y enfrentándola con nuestros grandes desafíos y para demostrarle que el nuestro es el poder predominante por la gran soberbia que nació con nosotros de ser únicos y que se expande por todo nuestro ser desde que nuestros ojos vieron la luz.
Somos afortunados, inteligentes. creativos por todo lo que logramos, pero, muchas veces no sabemos valorar todo lo que hemos logrado y retamos nuestro destino queriendo ser siempre más y tener siempre mucho que nos desbordamos de vanidad por solo creer que somos mejores que la vida que tenemos.
Entonces nos damos cuenta que la vida no esta hecha solo de la belleza con que la vemos, sino también de todos los errores que cometemos y de la excesiva confianza con que la enfrentamos, porqué, pensamos que el poder de la vida al estar en nuestras mentes y manos todo lo puede y nos olvidamos de que no todo es felicidad y caminamos con la soberbia de la mano pensando que ya todo lo podemos tener y hacer y que el camino que nos queda andar es tan plano que ya ni siquiera lo miramos y sin querer elegimos otro sin pensar que éste como otro tiene obstáculos que ya no los queremos ver porque creemos que ya lo sabemos todo y descuidamos nuestra percepción del mundo sin darnos cuenta de los grandes o pequeños obstáculos que tenemos ante nuestros ojos y sin darnos cuenta caemos y el daño nos devuelve a un día gris que no debió ser porque detuvo las ansias de seguir avanzando y nos paralizamos por el daño físico y mental por una caída en un obstáculo que no estaba en nuestro camino mental y frenó la gran esperanza de seguir luchando por un día más de vida.
En un día como hoy 21 de octubre del 2024: Hego Arrunategui Espinoza