EL DOLOR DE LA SOLEDAD
Somos seres eminentemente sociales, y eso es, lo que siempre hemos hecho, socializar, y sobre todo que ésta forma de existir es la que nos gusta porque como tales, nos gusta el calor humano, nos gusta compartir, ser amigo, por decirlo así , de todos, y esto es lo que más amamos, porque en cada forma de compartir intercambiamos tantas cosas que ya no podemos andar solos , sino, que la compañía se hace una obligación para poder disfrutar de agradables momentos y sobre todo intercambiar experiencias que enriquecen nuestro diario conocimiento por conocer más cada día de lo que ocurre en este suelo que pisamos y compartir a la vez hechos y cosas que no podríamos disfrutar sin la compañía de alguien o de muchos y eso nos hace ser sociales cada minuto de nuestra vida.
Llega un momento en la vida de todos, que tenemos que partir del nido que nos cobijo y que nos enseño todo lo bello que es la vida pero, nosotros queremos también tener nuestra propia experiencia y en este transitar decidimos unir nuestra vida con quien nos eligió para formar una nueva familia y somos felices por esto.
Con el pasar de los años los hijos van llegando para la felicidad de cada uno, y esta felicidad en muchos casos va disminuyendo poco a poco hasta convertirse en rutina porque así lo quisimos y no se hizo nada por remediarlo y entonces ese calor de hogar se va tornando frío y es cuando los hijos empiezan por marcharse para formar su propia familia. Sin embargo no son los hijos los únicos que se marchan, muchas veces quien se va del hogar por diferentes motivos y por cosas que aun no se comprende es la compañera que elegiste para toda la vida que partió sin decir nada y dejó un hogar la deriva y los hijos sin comprender absolutamente nada , ni razones ni motivos, y es en ese contexto que los hijos terminan por irse todos para trazar su propio destino y marchar a donde la vida les depara un futuro que labraran día a día para ser felices de otra manera.
Entonces es cuando la soledad se instala en el hogar y se empieza a vivir de los recuerdos y de la bella vida que dejaste atrás, no por tu decisión sino por otros motivos que quizá se tornan incomprensibles en donde tu vida se hizo una rutina y lo mas importante empezó a ser tu trabajo, y que la felicidad que debías mantener y nutrirla todos los días, se olvidó, y todo empezó a cambiar y es allí, cuando los amores se van debilitando y ya no eres el mismo, y así se empieza a sentir un gran dolor cuando ya no tienes a nadie a tu lado y es la soledad la que te acompaña y eso es un gran dolor que nace en el fondo de tu corazón por todo aquello que olvidaste y que prometiste con un juramento regar todos los días esa felicidad que te llevó a formar una familia y que ahora te encuentras solo con el dolor en el pecho y el dolor de la soledad.
En un día como hoy 26 de junio de 2023: Hego Arrunátegui Espinoza